La Chaqueta Metálica: Azooma, "The Act of Eye"


Texto: Mikel Fernández, de Surimi World.

Vuelta a las tablas de esta prodigiosa banda iraní, dos años después de la publicación de su primer EP, "A Hymn of the Vicious Monster". He de decir que aquel EP me dejó boquiabierto, en primer lugar, porque desconocía que en Irán pudieran existir bandas de rock (así que de metal mucho menos) y, segundo, por el altísimo nivel técnico y compositivo que demostraron en los temas de dicha grabación.

Tras un tiempo de silencio a nivel informativo, a primeros de 2016 saltó la noticia de que estaban finalizando los retoques a su primer larga duración. Poco después llegó el primer adelanto, y finalmente en octubre de 2016 se publicó el disco.

Sin repetirme excesivamente, he de hacer incidencia en lo que me sorprende que en Irán se pueda hacer música de este tipo, más cuando en su momento se decía que por llevar una camiseta de Slayer o similares podías ir a la cárcel, o cuando llegan noticias como la detención de varios jóvenes por grabarse en Youtube bailando al son de una inocente canción pop. ¿Distintas varas de medir, o si es producción propia no hay problema? Habrá que investigar al respecto.

El sonido es una pasada, nítido y cristalino, con una mezcla que da protagonismo a todos los instrumentos por igual. Esto, en un grupo que bebe de las mismas fuentes que Death, Obscura u otros similares, es muy importante, ya que no sería la primera vez que un mal sonido echa por tierra un gran trabajo compositivo.

El álbum se abre con el que fue el primer adelanto del álbum, Plague of Predator, tema en el que Dave Rotten (Avulsed) pone las voces. Sin renunciar una pizca a la progresividad, creo que es, junto con el tema más "brutal" del disco.

Poco a poco se ve que, además de a los ya citados Death u Obscura, Azooma han incorporado a su abanico de influencias otros grupos de carácter técnico como puedan ser Dream Theater, Devin Townsend o los suecos Opeth.

Así, en Umbra of Mirth o The Ocular Dominance la influencia de los neoyorquinos se hace notar, sobre todo en el segundo, cuyo comienzo con guitarras sin distorsión me recuerda poderosamente al Six Degrees of Inmersión Turbulence de Dream Theater, aires que se van repitiendo a lo largo del tema. Con la entrada de las guitarras distorsionadas parece que empieza otro tema, más pesado y con varios cambios de ritmo y coros de voces limpias que no desentonarían en el Devin Townsend más metalero. El tema dura casi 11 minutos, por lo que hay espacio de sobra para que tengan espacio todas estas influencias, siendo la parte final del tema digna de recordar.

Erosion of Shadows, con otros 9 minutos de duración, es otra muestra de cómo coger una influencia, en este caso los Opeth del Blackwater Park y, partiendo de ella, desarrollar su propio estilo, alejándose del metal progresivo de los suecos y llevando ese sonido a territorios más extremos.

Las influencias de death metal vuelven con Flare of Flames, que tiene un comienzo directo a la yugular y una línea de bajo heredera de Cynic u Obscura, o con Objectivity of Oblivion, caracterizado éste por los constantes cambios de tiempo empleados, así como en el protagonismo dado al bajo, no limitándolo a ser un mero acompañamiento.

Para terminar el álbum queda A Tale of Sights and Shadows, que comienza como una prolongación del anterior, con una tétrica música de órgano que deja paso a un riff pesado y majestuoso que se va repitiendo mientras se acelera casi imperceptiblemente, hasta cerrar el álbum en un crescendo final

Con este álbum Azooma dan un paso más allá de lo anunciado en su anterior EP, retorciendo un poquito más las fronteras del death metal técnico, sin perder la contundencia. Es, posiblemente, el mejor disco de death metal técnico publicado en 2016. Y dada la cantidad de grupos que han proliferado en este género, la competencia ha sido amplia y dura. Su escucha es obligada!

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