Popa Chubby: "The Catfish" (earMUSIC / Top Artist Promotion)


Texto: Txema Mañeru.

El orondo y rapado guitarrista neoyorquino Ted Horowitz, más conocido por Popa Chubby, se ha convertido en uno de los músicos más importantes del blues (y mucho más) de los últimos 30 años. Es cierto que se dio a conocer mayormente con blues eléctrico de primer nivel. De hecho en “Old School” se atrevió con los mejores temas de Muddy Waters y Willie Dixon. Pero en otros momentos ha sorprendido con revisiones de míticos temas del rock de los 60 con los que creció en el Bronx neoyorquino. Así en “Flashed Back” se paseaba por el legado de Jimi Hendrix, Them, Otis Redding, The Animals, Nancy Sinatra o Eddie Cochran. Esta vena más rockabilly y country la ha desatado también en otras ocasiones como en sus discos junto a Galea. En directo sigue siendo un auténtico torbellino que siempre merece la pena ver.

Ahora sigue haciendo lo que quiere en “The Catfish” (earMUSIC/Top Artist Promotion) y sigue desafiando a los puristas del blues bien acompañado por músicos de primer nivel como el batería de Bernie Worrell, Dave Moore o el teclista David Keyes que ha puesto su genio al servicio de veteranos como Ronnie Spector o Bo Diddley. El propio Popa ha definido a la perfección lo que ha querido conseguir con este nuevo disco. Quiere ser ´”Más grande, más malo, más viejo, más sabio y más fuerte”.

Comienza con el buen blues eléctrico cargado de destellos funk con el título de ‘Going downtown see my old gal Sue’. Sigue con el funk vacilón en ‘Good thing’ y sorprende con una gran versión instrumental del clásico de los Everly Brothers, ‘Bye bye love’ que también popularizaron Simon & Garfunkel. Fantásticos solos y el estupendo órgano de Keyes. Le gusta mucho también el jazz y lo demuestra a la perfección en el instrumental de más de 7 minutos dedicado a su adorado Wes Montgomery, ‘Wes is more’. Muy buenos solos, pero también excelentes contrabajo y piano. También se mueve entre el jazz y aromas a Tom Waits en la estupenda ‘Slow down sugar’ en la que también destaca una genial trompeta. No falta el blues más cañero y eléctrico como en el clásico trotón de despedida que es ‘C’mon in my kitchen’. Pero mola más cuando cruza este blues canalla con el hardcore en un ‘Motörhead saved my life’ que dedica a Lemmy por haberle dado motivación en su vida. Además pirotecnia guitarrera en ‘Blues for Charlie’ o puro rock’n’roll con piano y guitarra fulminantes en ‘Dirty Diesel’. ¡Completo, ameno y variado!

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