Old Fire: "Songs From The Haunted South" (Kscope / Top Artist Promotion)


Texto: Txema Mañeru.

Me encanta y me parece más que acertada la definición que hace de este disco su propio creador. En alemán lo llama “Kopfkino” y viene a querer decir “Cine en la Cabeza”. Eso es lo que podemos encontrar en este misterioso, apasionante y etéreo “Songs From The Haunted South” (Kascope / Top Artist).

Se habla también de psicodelia, country ambiental, new age, folk de cámara y de “Música de aeropuertos” de la creada por el gran Brian Eno. En cualquier caso un disco así sólo podía llevar la firma del sello Kscope, especializado en rock progresivo y demás hierbas experimentales y de alto riesgo. Al frente de este nuevo proyecto está John Mark Lapham que alcanzó notoriedad con The Earlies.

Se trata de un álbum conceptual que empezó a gestarse hace ya una década junto a Micah P. Hinson, pero que ha acabado finalizando Lapham en solitario, aunque bien ayudado por otros músicos y voces. Abre con el tema ‘Old fire’ que ha bautizado al curioso y original proyecto y lo de hace de manera totalmente ambiental. Sigue por esa onda pero añadiendo voces casi litúrgicas a la manera de los Dead Can Dance en ‘Along came a sadness’. Las preciosas voces, los telúricos teclados y los matices country de la pedal steel protagonizan ‘Helix’, una exquisita versión de Shearwater, el fantástico grupo de Sub Pop con el que también tienen bastantes puntos de contacto. ‘Helix’ deja paso a una frágil voz y un leve ritmo gótico en ‘Know how’ con tonos entre Will Oldham, WovenHand y el más desolador Micah P. Hinson. Se trata de otra versión, más oscura áun, de los Camberwell Now. De los WovenHand y 16 Horsepower de Eugene Edwards tenemos también algo más en el tétrico ‘It’s easier now’ con sus percusiones épicas y solemnes. Tenemos otra vez una angelical voz femenina y un leve piano con destellos del John Cale de “Paris 1919” en ‘Bloodchild’. Los aromas más new age, ambientales y hasta con algún toque oriental regresan en ‘A slight grim, a gente hold’ y la americana más espectral a lo Smog, Sparklehorse o Shearwater brilla en ‘Laser beam’ con piano, pedal steel y también sintetizadores al estilo Brian Eno. Cierra con un precioso sueño-pesadilla como ‘Deadhouse dream’ Tras los ecos a los Simon & Garfunkel más experimentales en ‘The orchids’. ¡Apasionante disco que esperamos tenga continuidad antes de que transcurra otra década!

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