Texto: Edu Gascón
Hace algo más de un mes que Manolo Tena nos dejó pero como no podía ser menos lo hizo por la puerta grande del rock que tanto amaba. Y es que hace menos de un año el artista, de origen extremeño y madrileño de adopción, publicó “Casualidades” su primer disco de estudio tras 20 años de silencio. Ya hay quien considera este disco póstumo como el segundo mejor de su carrera tras el exitoso “Sangre Española”.
Este disco tiene una doble importancia en la carrera de Manolo Tena. Por el lado musical su objetivo era y es situar al artista en el lugar del que nunca debió bajar. Por otro, el personal, el disco tiene la aspiración de “alcanzar el respeto de la sociedad” una vez que Tena había dejado atrás el infierno vivido.
A su familia, De Tena y Valderas, está dedicado Casualidades, un disco en el que el artista ha dejado plasmado que su capacidad para la poesía seguía intacta. También está dedicado a sus "verdaderos" amigos y a "aquellas personas que le ayudaron sin condiciones, alrededor, cuando casi todo el mundo sólo buscaba ferozmente hacer leña del árbol caído". Ahora, que había dejado atrás su infierno, sólo tenía una aspiración: "alcanzar el respeto de la sociedad, ser una persona más. Convivir con la enfermedad y mis problemas, pero sin romper ningún plato y sin meter el dedo en el ojo a nadie".
“Casualidades” refleja una vuelta a los escenarios alentada por su hermano Rafa junto a una banda ilustre (Diego García, Julián Kanevsky, Niño Bruno, Candy Caramelo y Alfonso Pérez), gente cercana al universo Calamaro entre otros grandes artistas. Grandes músicos individualmente y, además, acostumbrados a tocar juntos. Con estos compañeros de viaje era muy difícil que el resultado no fuese, cuanto menos, solvente.
El disco en una primera parte se acerca a un pop-rock de medios tiempos como con ‘Princesa azul’, ‘Alicia’ o ‘Pecado mortal’. El rock se acentúa en la segunda parte del disco como por ejemplo con ‘La paloma’, poema de Rafael Alberti que Tena musicó con acierto. Entre los versos más lúcidos, los de la ranchera ‘La vida por delante’. Esta es un bolerazo en toda regla, tamizado con un elegante slide de guitarra que supera la revisión acústica que se añade en la última pista. También destaca la balada monumental que es ‘Cuando Llegue Septiembre’. Un tema que crece gracias a las teclas y que nos presenta a un Manolo Tena en su vertiente de gran intérprete, cadencioso y melódico. En ‘Opiniones de un Payaso’ encontramos un country irónico, guasón y alegre.
Con “Casualidades” volvía una voz que se echaba de menos. Un disco bienvenido porque devolvía a la luz a un gran músico. Por desgracia se ha convertido en su disco póstumo. Su música seguirá sonando aquí y allá donde Manolo Tena se encuentre y no será por casualidad.
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