Texto: Txema Mañeru.
Ya sabemos lo que suele ocurrir cuando un buen músico muere prematuramente. La avalancha de discos posterior es inmensa y, a veces, no demasiado bien justificada. No es el caso de este guitarrista canadiense ciego de blues y jazz que tuvo su época de auge entre los años 80 y los 90. La verdad es que, tras su fallecimiento en 2008, han aparecido muchísimos discos. Pero sobre todo han sido discos en directo que la verdad es que aportan nuevas perspectivas y pasiones, además de que en directo junto a su banda era una gran maquinaria como demuestran artefactos como “Live From NYC”, “Live At Montreux”, “Live At Grossman’s 1994” o la caja de tres compactos y un DVD, “Full Circle: The Live Anthology”.
Pero el disco que nos viene ahora de la mano del sello Provogue (que aquí distribuye Top Artist Promotion) es realmente especial ya que se trata de un lote de 12 canciones inéditas grabadas hacia el cambio de milenio y en un buen estado de forma. La mayoría de ellas debieran haber tenido cabida en discos oficiales del canadiense. Estamos hablando de un músico ganador del premio JUNO y que estuvo nominado para los Grammy. Tocó junto a muchos gigantes como los Rollinb Stones, B.B. King, Eric Clapton, The Allman Brothers Band e incluso junto a Stevie Ray Vaughan. El disco comienza eléctrico y vertiginoso con buenas demostraciones a las 6 cuerdas en ‘Daze of the night’ o ‘Moodswing’. También aparecen buenas muestras acústicas como ‘Baby blue’, su particular homenaje al gran Richard Thompson, en la que también mete unos punteos realmente emocionantes. Demuestra también sus buenas dotes para el rock duro americano estilo Kiss o Aerosmith en la pletórica ‘Please’ con unos estratosféricos punteos. Su pasión por Eric Clapton se aprecia en el buen medio tiempo ‘Love in her eyes’. ‘Kiss the ground you walk on’ es otro buen medio tiempo melódico con pegadizo estribillo trufado de punteos. Su guitarra escupe fuego a lo Jimi Hendrix en la salvaje ‘Put the shoes on the other foot’, pero también te cautiva con la calma acústica de ‘All the saints’. Acaba de nuevo más melódico y amable con un buen regusto entre Clapton e incluso Fleetwood Mac. ¡Si quedan más grabaciones con esta calidad yo me apunto!
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