Texto: Carlos Molina.
Oye, que es un auténtico placer que la entrevista número ¡300! de la web sea con unos viejos amigos de este proyecto, ORPHEO. Me refiero al Señor Verde y al señor Kike Infame, que acaban de preparar una nueva entrega (la penúltima) de su cómic "Morirse en Bilbao" justo a tiempo para que esté disponible en el Salón del Cómic de Getxo que se inicia hoy. ¡Hazte pronto con un ejemplar que la tirada es limitada! Por cierto, que la portada tan chula es obra de Alberto Muriel.
Ya tenemos nueva entrega de "Morirse en Bilbao"... y parece que las aventuras de Leire Riscal se acercan a su fin... ¿definitivo? Antes de entrar en ello, esta saga que ya ha alcanzado su cuarta entrega comenzó como una historia breve. ¿Pensabais ambos que podría dar tanto de sí, u os ha sorprendido el camino recorrido?
Kike Infame.: La verdad es que no. Todo comenzó como una pequeña colaboración de 4 páginas para el fanzine “Ke Te Kagas” de Jagoba Prida, un clásico a reivindicar. Esa primera historia creció hasta las 14 páginas del primer capítulo de la serie y desde entonces no ha dejado de crecer. Al principio fue un chiste que nos hacía gracia a los dos, después nos miramos ya sin reír y vimos que nos divertía imaginar las aventuras de nuestra cazarrecompensas favorita en un Bilbao futuro.
Señor Verde: Infame me propuso escribir una historia que tuviera zombis y una protagonista femenina, porque había hecho una ilustración con un zombi y un texto que rezaba “morirse en Bilbao, no hay nada mejor” y le apetecía mezclar ambas cosas. Me vino a la cabeza la idea de un zombi con aspecto de gargantua (con su cuchillo y su tenedor) y me puse a darle vueltas a cómo hacer algo fresco partiendo de ahí e incorporando elementos de un género que me apasiona: la ciencia-ficción. Nos gustó tanto el resultado de esas 14 páginas, que en seguida decidimos que aquello tenía que ser una historia de 5 tebeos, así que nos pusimos a definir más detalladamente el marco en el que se desarrollan las aventuras de Leire y su gato de tres ojos... y aquí seguimos disfrutando del proceso de seguir con la historia año tras año.
"Morirse en Bilbao" es un mix de cine de sci-fi tipo "Rescate en Nueva York", comedia gamberra a lo "Airbag", punk-rock de bandas que terminan por conformar la banda sonora de cada número (Cicatriz, MCD, Vómito)... ¿Vosotros cómo definiríais esta serie de cara a los lectores que aún no la han descubierto, y que pueden hacerlo en este Salón del Cómic de Getxo?
SV: ¿Qué pasaría en 2136 si ya no funcionasen los ordenadores y toda esa serie de avances tecnológicos de los últimos 190 años no sirvieran para nada? ¿Qué tipo de personas, animales, clima... habría? ¿Qué clase de conflictos habría? ¿Cuáles serían las fronteras con las que nos encontraríamos? ¿Qué potencias mundiales cortarían el bacalao? “Morirse en Bilbao” es un tebeo que mezcla ciencia-ficción, aventura, macarradas y humor, para narrar una historia ambientada en un siglo XXII cuya tecnología ha vuelto a la década de 1940. La protagonista es Leire Riscal, una cazarrecompensas implacable con un gato de tres ojos, que va a jugar un papel muy importante por haber aceptado el encargo de un exlehendakari cuyo último deseo era morirse en Bilbao. Por si fuera poco, los títulos de los tebeos de la saga están sacados de grandes canciones de grupos de rock vasco de los 80... ¿De verdad que os lo vais a perder?
K.: Creo que esa es la definición, una alegre macarrada hecha con ganas de divertirse y de divertir por parte de dos tipos que un día pensaron que a ver qué tendrá Nueva York que no tenga Bilbao... dos tipos que tiraron del hilo y que siguen pensando que aún quedan cuentos por inventar, y que siguen con ganas de coger todos los clichés del mundo y ponerlos en la cazuela a ver qué pasa, sin ningún prejuicio, pero con todo el respeto del mundo hacia el lector. Apostamos tanto por la historia, que nos la pagamos nosotros sin quejarnos demasiado. Eso hace que cada página sea importante para nosotros; toda una inversión de tiempo y dinero que confiamos que merezca la pena leer.
Gracias por mencionar la banda sonora de la serie, porque cada número tiene el nombre de una canción mítica de nuestra juventud. La pena es que ya hemos usado una canción de MCD que no es mi favorita, porque nunca me canso de escuchar “Entre borrachos”. Pero cerramos la saga con todo un clásico “Adios reina mía” de Eskorbuto.
¿Cuánto tiempo os lleva, aproximadamente, llevar a cabo cada uno de los números de "Morirse en Bilbao"?
SV: es un proceso en el que nos lo pasamos genial. Después de sacar cada número, nos ponemos a analizar el argumento global de la historia y fijamos las escenas y lo que va a pasar en la siguiente entrega de la saga. A partir de entonces, yo elaboro un guión que incluye todos los textos, descripciones de viñetas, diálogos... y luego Infame diseña las páginas a su gusto eliminando o añadiendo cosas a medida que me las va enseñando y luego yo incorporo más cosas a sus modificaciones.
K.: Es un poco engañoso porque hacemos un número al año. Eso no quiere decir que estemos durante todo el año trabajando en ello, pero sí dándole vueltas. Se ha convertido en una maravillosa obsesión pensar qué podemos hacer. Los dos tenemos más ideas de las que caben en un tebeo y tenemos que seleccionar qué historias contamos y qué caminos dejar atrás.
¿Cuánta tirada imprimís de cada número, y dónde puede encontrarse este nuevo, "En otro tiempo, en otro lugar"?
K.: Hacemos una tirada de 200 números que presentaremos en el Salón del Cómic de Getxo. Después lo moveremos por librerías que nos han dado su apoyo y han permitido que el proyecto crezca, como es el caso de Joker en Bilbao. Para nosotros, se ha convertido en una obligación que el “Morirse” pueda encontrarse en todo Euskadi, de modo que también este año lo podrá ver la gente de Donosti en Armageddon y la de Vitoria en Zuloa. El año pasado realizamos packs con todos los números para que los nuevos lectores puedan leer la historia desde el principio, y es algo que volveremos a hacer este año. Un pack con un precio de tiempos de crisis para dar lo mejor posible a nuestro querido público (os queremos, así que regalad “Morirse en Bilbao” esta Navidades).
SV: Además, nos gusta premiar a la gente que compra cada uno de esos 200 tebeos, ya que en cuanto se agotan no los volvemos a reeditar en ese formato de imprenta con portada a todo color, sino que los seguimos sacando en otro formato de bolsillo en papel reciclado (¡que dicho sea de paso, también tienen su encanto!).
En este nuevo número se conoce algo más de cómo fue el verdadero comienzo de la aventura de esta mercenaria. ¿Tenéis desde el primer número la historia perfectamente estructurada y cerrada, o habéis ido añadiendo cositas aquí y allá con cada entrega?
SV: Desde que nos pusimos con la segunda parte fuimos desarrollando paralelamente el argumento global, que a su vez ha ido mejorando con ideas que hemos ido añadiendo año tras año. Como lector, me encantan las historias complejas con muchos personajes, ya que me lo paso genial imaginando cómo van a evolucionar tanto ellos como las tramas.
K.: Existe un plan maestro desde el comienzo que ha ido evolucionando en función de la demanda de la propia historia, que ha ido creciendo un poco a su aire. Hay caminos que cada uno ha recorrido pensando en lo que le gustaría hacer al otro, puntos en común y otros que no tanto, pero creo que es positiva la diferencia y acaba enriqueciendo al conjunto. Como decía la canción “nos ocupamos del mar y tenemos dividida la tarea, ella cuida de las olas, yo vigilo la marea”. En mi caso, me centro mucho en la narración y en la acción principal mientras que el Señor Verde se preocupa de darle profundidad a una trama secundaria que cada vez se está volviendo más protagonista y en la que cada vez está demostrando cómo ha crecido como guionista en el proceso del tebeo. En este número, por ejemplo, nos enfrentamos a la boda de las dos grandes superpotencias del futuro, una boda de conveniencia para encontrar la paz entre las naciones. Pues bien, la labor del Sr. Verde era hacernos entender las motivaciones de cada uno de los participantes de la trama, cerrar cabos anteriores y preparar la traca final del próximo número sin olvidar meter momentos de alegre macarrada que no nos hagan olvidar que es un tebeo para disfrutar. Toda una gollería que creo que ha aprobado con nota y que me deja con ganas de ver cómo lleva al papel todas las locas ideas que tenemos para el próximo número.
El guión persiste en su mezcla de humor, sarcasmo, crítica y aventura. En tu trazo, Kike, me ha parecido ver una apuesta más elaborada y nítida en este número. ¿Lo percibes tú también así?
K.: Muchos pensarán que hay una dispersión en el dibujo que hace pensar que el dibujante va dando bandazos sin saber muy bien a dónde ir. A toda esa gente le diré... que tiene razón. Cada número es de un padre y una madre estéticamente, pero mi propósito en todo esto es disfrutar. Una cosa que me agobiaba mucho haciendo “Corina y el pistolero” (un álbum que hice para Dolmen), era mantener todo el rato un estilo. Cada 10 páginas me parecía que las anteriores ya estaban en otra historia, y se convirtió en un sufrimiento continuo andar redibujando todo el rato lo ya hecho. Con el “Morirse” me acepto con mis carencias y virtudes. Estoy en esto para pasármelo bien y el proceso tiene que ser tan enriquecedor como el resultado para que merezca la pena todo el esfuerzo.
Dicho esto, en este número me he comprado una wacom y me ha descubierto todo un mundo de posibilidades. Es un instrumento sencillo pero para mí es un gran avance. A veces escucho a compañeros dibujantes hablar de las maravillas de la Cintiq y no me veo. Me parece que, en la mayoría de los casos, es comprar un Ferrari para ir a por el pan. Con mi tablet soy feliz, con mis pequeñas revoluciones, mis avances controlados a mi ritmo, sin esperar a nadie ni que nadie me espere. Narrativamente me he visto más suelto que nunca. Estoy cómodo contando historias y creo que ese salto del que hablábamos en el guión me ha llevado a asumir riesgos y a soltarme a todos los niveles.
SV: Yo me siento muy a gusto escribiendo historias que incluyen todo lo que comentas. Aunque es un reto mezclar esos ingredientes y saber dosificarlos, también ofrecen muchos recursos a la hora de darle al bolo. Con “Morirse en Bilbao”, ambos autores nos movemos en un terreno en el que estamos muy cómodos, e intentamos sacarle todo el partido posible.
Respecto al dibujo, me gusta mucho cómo ha jugado Infame distribuyendo las viñetas y metiendo dobles páginas. Efectivamente, le he visto disfrutar mucho del proceso y se ha notado en el resultado.
En cualquier caso, más allá de influencias directas en tu dibujo, ¿cuáles son tus dibujantes favoritos dentro del noveno arte?
K.: Tengo un inmenso abanico. Soy comicfago y disfruto de los tebeos de superhéroes. Me está gustando mucho el momento en el que está Stuart Immonen, Marcos Martín, Javier Pulido o Ramón Rosanas y por supuesto Quitely, aunque la grapa que espero con más ganas siempre es el Thor de Jason Aaron con el dibujante que le pongan. Me encanta el tebeo que se hace aquí y siempre que puedo hablo de mi debilidad por Juan Berrio o Paco Roca. Me ha encantado también el libro de Joselito y el trabajo de Maite Gurrutxaga en Habiak. En el francobelga me encanta Peeters y La Mazmorra y del japonés leo los Taniguchis, Tezukas y demás mangas que nos gustan a los cuarentones que presumimos de leer de todo.
Pongámonos a imaginar. Para el puesto del Lehendakari de apellido imposible Morgan, está claro que el papel debería recaer en Morgan... Freeman. Pero, ¿quién os gustaría que interpretara a Leire, Gorka y El Desconocido? ¿Y quién os molaría que fuera el director?
K.: El Desconocido está claro que sería Lee Marvin en la época de “A quemaropa”. El Idris Elba de The Wire sería un perfecto Gorka Bilbao (en efecto, es demasiado urbano) y para Leire siempre he visto a la Angelina de los 90, antes de ser buena actriz (por lo general son más divertidas las malas). Después de Mad Max, le doy cita en el casting a Charlize Theron, claro y, si Pixar quiere hacerlo en animación, espero que la doble Emma Stone; después de Birdman creo que merecería la pena escuchar esa voz de cazallera de vuelta de todo. Scarlett, Mila Jovovich o la Sigourney Weaver de Alien tienen su lugar, por supuesto.
SV: ¡Sigamos fantaseando! El Desconocido solo podría ser Lee Marvin. Para Gorka Bilbao... pues me quedo con Billy Dee Williams (Lando Calrissian en Star Wars) a principios de los 80. Y para Leire me habría quedado con Wendy O. Williams (la fallecida cantante de los desaparecidos Plasmatics) o actrices más actuales acostumbradas a las macarradas como Hannah New o Lena Headey.
En la contraportada del número recientemente aparecido aludís a que, "próximamente", llegará la conclusión de esta aventura de Leire Riscal. ¿Qué podéis adelantarnos en cuanto a fecha de aparición, trama...?
K.: La cita esta clara. Noviembre de 2016. El “Morirse” ha tenido siempre como cita ineludible el Salón del Cómic de Getxo. Ha nacido allí y allí morirá. El Sr. Verde tiene unas ideas muy buenas y difíciles de dibujar. Por una parte la historia ha alcanzado un nivel mundial con visos de seguir creciendo, pero yo estoy convencido de que, a esta escala, la historia tiene que volver a pasar por Bilbao para ser realmente grande.
SV: Eso es, en un año termina la saga y estaremos encantados de volver a Getxo para poder mostraros su final. Y sí, aunque Leire se jugaría el tipo volviendo a Bilbao, debería volver a pasar por allí para cerrar las cosas a lo grande...
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