Texto: Carlos Molina.
La revista Popular 1, o “el Popu”, llega a su número 500. Superados los 40 años de vida, esta cabecera suma una efeméride más a una trayectoria dedicada al rock en todas sus vertientes y a otras (numerosas) disciplinas artísticas. Con una personalidad ecléctica y única, el Popu sigue al pie del cañón. Contactamos con sumo placer con su máximo responsable, César Martín, para felicitarle y charlar largo y tendido sobre este y otros logros.
Bueno, César, antes de nada, enhorabuena por estos 500 números. Quizás la efeméride, aun siendo tan brutal, no recoja todo el calado de una trayectoria que suma ya más de 40 años de historia. Hace unas semanas conocíamos el cierre de la edición nacional de la Rolling Stone, y en los últimos años hemos visto caer también míticas cabeceras fuera de nuestro país. ¿Cómo valoras la salud actual del Popu?
La salud del Popu es excelente. Siempre hemos tenido una base de lectores muy fieles, y no me refiero únicamente a una cuestión de antigüedad. Tienes a tipos como Charli de Los Suaves que compran la revista desde el número uno y conservan todos sus Popus hasta el día de hoy, pero también hay lectores que descubrieron Popular 1 hace cuatro o cinco años y esperan cada nuevo número con el mismo nerviosismo que muchos fanáticos veteranos. Como ya sabes, me ocupo de la sección de Correo de la revista desde hace décadas, así que muchos años antes de que apareciese Internet, ya tenía una relación directa con los lectores. Gracias a las cartas, estoy al tanto de cuándo aparecen nuevos lectores, lo que les gusta, lo que no, quiénes son fiables y quiénes sería bueno que recibiesen su dosis mensual del Popu en algún sanatorio perdido en un monte.
¿Cuáles consideras que son los puntales de la publicación, y cuáles piensas que son los aspectos (lograr más publi, dotar de más contenidos a la web, etc) en los que todavía tenéis margen de maniobra y crecimiento? ¿En torno a qué tirada os movéis, y cuáles han sido los últimos números más exitosos, en cuanto a ventas o a la respuesta elogiosa por parte de vuestros seguidores?
Estas preguntas debería responderlas un directivo de marketing, no yo. ¿Qué tal si hablamos del Popu como de lo que es, algo absolutamente mágico e indescriptible? Tus preguntas sobre publi y margen de maniobra y crecimiento tienen sentido si te refieres a una revista normal, pero el Popu es cualquier cosa menos eso.
¿Qué consideras que hace diferente a Popular 1 frente a otras revistas musicales (las también longevas RockDeluxe, Ruta 66, La Heavy, o la Rock Estatal…)? ¿Echas de vez en cuando un vistazo a alguna de ellas?
¿Qué hace diferente al Popu de otras revistas? Todo, absolutamente todo. La única revista de música que me ha proporcionado entretenimiento en España, aparte del Popu, ha sido Heavy Rock en sus inicios. Titulares de portada como “Saxon - Vuelven los rompepelotas” o algo similar (de un lejano número, probablemente el primero, publicado en 1983 u 84) dejan inevitablemente una huella en tu interior. Yo era gran fan del Correo de Heavy Rock en los 80’s. Aquellas cartas en las que leías cosas como: ‘Soy un tronco de catorce leños, me paso todo el puto día en mi cueva y busco a una piba a la que le mole Judas, Maiden, Venom, Accept, UFO, Saxon, Leppard, Motör, Girlschool, Nugent, Ozzy, Van Halen, Dio, Purple, Sabbath, Schenker, KISS, Rainbow, Gary Moore, Whitesnake, W.A.S.P, Lizzy, Rush, Krokus...”. Tremendo.
Mirando desde fuera, creo que una de las señas de identidad del Popu es la oportunidad que da a jóvenes firmas para que formen parte de su redacción. En mi caso, conozco a Carlos H. Vázquez, y es una pasada verle firmar en sus páginas desde hace años entrevistas extensas y curradas a todo tipo de artistas. Esa entrada habitual de savia nueva, ¿es también parte del ADN de la revista?
Sí, claro, el Popu se renueva todo el tiempo. Redactores como Carlos H. Vázquez o Juanjo Ordás han firmado grandes artículos en el Popu en los últimos años. La gente entra en la revista de las maneras más sorprendentes e inesperadas. Lectores, músicos y todo tipo de personajes han terminado escribiendo artículos para el Popu sin proponérselo de antemano. Ahí está por ejemplo Marcus Blake de Mother Superior colaborando a menudo en la revista, u otros músicos como Lori Barbero, Texas Terri, etc., que también se convirtieron en corresponsales de Popular 1 durante una temporada en el pasado. Recuerdo estar un día charlando con Lori Barbero, comentarle que me apetecía publicar una entrevista con Lydia Lunch, y ella respondiendo: “¿Sí? ¡Pues el mes que viene se queda varios días en mi casa! ¡Ya me encargaré de entrevistarla!”. O ahí está el caso de Jane Bainter, la mujer en la que se inspiraron Jane’s Addiction para elegir el nombre del grupo: Texas Terri la conocía desde los 80’s, y también gracias a una charla casual, terminó entrevistándola para el Popu. También ha sucedido en ocasiones que lectores veteranos han terminado convirtiéndose en redactores de Popular 1. Es algo que tiene todo el sentido del mundo. Si he de elegir entre un universitario con su título de periodista que sin embargo no ha leído el Popu en su vida, y un inadaptado social que jamás sería aceptado en una universidad pero que sin embargo lee esta revista desde que tiene uso de razón, te puedes imaginar por quién me decantaré.
Todavía estoy disfrutando de los contenidos del número 500… imagino que habrá sido todo un trabajo ponerse a recopilar textos de tantos músicos y periodistas. ¿Alguno de ellos te ha llenado de una forma especial?
Confeccionar el Popu 500 ha sido excitante. Y sí, claro, he disfrutado muchos de los textos que aparecen en este número. Leer cómo se colocaba Miguel Ríos con el olor de los discos al desprecintarlos en una tienda en la que trabajaba de joven, la admiración que siente Calamaro por Luís Alberto Spinetta, la reacción de Greg Prato (biógrafo de Blind Melon) la primera vez que escuchó “Soup”, el modo en el que Servando Carballar (Aviadro Dro) entró en contacto con el mundo de Kraftwerk... y tantos buenos textos de gente como Jordi Mena (guitarrista curtido en mil batallas, actualmente miembro de la banda de Bunbury) sobre Flying Burrito Brothers, Michel Huygen sobre Klaus Schulze, Loquillo sobre Phil Ochs, Bunbury, Gurruchaga y Sherpa sobre The Beatles, Rick Parfitt (Status Quo) sobre Neil Young, Paco Pérez Bryan sobre Nirvana... Uno de los géneros musicales que siempre tengo olvidados es el Progresivo, y precisamente gracias a las reseñas que aparecen en este número dedicadas a Yes, Amon Düül II, King Crimson y compañía, estoy escuchando de nuevo algunos de esos discos, que a continuación volveré a guardar en algún armario hasta dentro de unos cuantos años.
Y ya puestos, permíteme que me ponga un poco cotilla y te pida que nos adelantes algunas de las firmas que no han podido entrar en este número y lo harán en el de septiembre…
Si adelanto lo que aparece en el próximo número, se pierde la magia, amigo. Sólo te diré que mi texto favorito es el que ha escrito Salvador Domínguez, mi guitarrista preferido de este país y un tipo al que siempre disfruto leyendo, tanto en entrevistas como en sus excepcionales libros.
En este número 500 dedicas unas líneas a uno de tus discos favoritos de todos los tiempos, obra de T. Rex (el interesado en conocerlo que se haga con un ejemplar). Otra de las grandezas de Popular 1 es su apertura de miras: soy gran fan de Bunbury y me encantó vuestra entrevista de hace unos meses, pero bastó con entrar en vuestro Facebook para comprobar que fue polémica ya que algunos no entendían qué hacía “ese artista” copando la portada cuando, como decía, vuestro eclecticismo es uno de los puntos fuertes de la cabecera, ¿no?
Elegí un disco de T. Rex por motivos sentimentales relacionados con el Popu. Marc Bolan fue uno de los primeros rockstars internacionales que apareció en portada de Popular 1, y debía formar parte del Popu 500. Increíblemente, nadie comentó ninguno de sus álbumes, así que fue un placer hablar de él y de uno de sus discos más emblemáticos. En lo referente al eclecticismo del Popu... Sí, claro, ese es uno de los puntos que convierten a esta revista en algo tan especial. Ver a Bunbury en portada de una revista de rock española es algo lógico, pero ya sabes, en nuestras portadas han reinado personajes que uno no imaginaría encontrarse nunca en una revista musical: Elvira, Ginger Lynn, Tony Manero, Al Pacino, David Lynch, Sasha Grey... Ya desde los inicios con portadas dedicadas a “Rocky Horror Picture Show”, quedó muy claro que el Popu era una publicación inclasificable. Y, por fortuna, lo sigue siendo.
Volviendo a Bunbury... ¿dónde está el problema? Dejando al margen el detalle de que ha sido siempre lector de la revista, como decía es lógico ver a alguien como él en portada de una revista de rock española.
El Popu no es sólo música… de hecho, tu sección, absolutamente recomendable, es de lo más variopinta en cartas y demuestra también el amplio espectro de lectores con el que contáis, algunos veteranos y extremadamente fieles. Tiene que ser un subidón leer cartas de gente que os sigue desde hace décadas, ¿verdad?
Por supuesto. Recibir cartas cada semana de gente que en muchos casos respeto más que a cualquier periodista e incluso considero amigos en la distancia, es algo muy inusual que siempre he valorado mucho. En una época, este asunto de las cartas llegó a ser preocupante para mí, porque me provocó un trastorno extraño. Esperaba esas cartas cada día con ganas, y si una semana recibía menos misivas de lo habitual, era un bajón. Era un crío arrogante y necesitaba los elogios, los ataques, los regalos en forma de datos sorprendentes o de confesiones excitantes, sin olvidar la ocasional foto de alguna lectora desnuda o cartas que escondían vello púbico y compresas usadas... Todas las misivas eran físicas, podía palparlas, y de hecho las guardaba en sacos y las conservaba durante meses. Hoy en día sigo recibiendo muchas cartas, más incluso que antes porque ahora es más fácil enviar un texto por e-mail (aunque siguen llegando cartas físicas)... y disfruto el juego tanto como en el pasado, pero soy menos impresionable con los elogios y los ataques. Que alguien me diga que soy maravilloso o que soy la peor escoria de la tierra, no me afecta, pero siempre aprecio una historia personal contada con honestidad, y ese tipo de cartas son las que más abundan.
Para ir terminando, no sé si quinientos números más, pero para tranquilidad de los que os seguimos mes a mes, dinos que hay Popu para rato…
Pues claro que hay Popu para rato, hombre. Sólo acabamos de publicar nuestros primeros 500 números. Hoy sin ir más lejos, se me acaba de ocurrir una nueva sección absurda y ya he escrito la mitad. Aparecerá en septiembre. Es una sección que nos permitirá escribir sobre cosas que no aparecen a menudo en la revista, como sucede con Mondo Video, otra sección reciente. La cosa va así: abro un armario, trasteo discos, libros, videos y juguetes, y de pronto surge la idea de una nueva sección ridícula.
Sé que eres un tío muy inquieto, así que me gustaría ser un poco aprovechado y pedirte que me (nos) recomendaras alguna lectura musical para este verano.
No sigo especialmente la actualidad de libros musicales. Estoy al tanto de los nuevos títulos que se publican, pero tengo tantas lecturas atrasadas, que no puedo centrarme sólo en la actualidad. Hay muchas autobiografías recientes que pintan bien: Marky Ramone, John Lydon, etc., pero yo voy a mi ritmo. El libro de rock que estoy leyendo esta semana es “You Can’t Always Get What You Want” de Sam Cutler. Este caballero fue tour manager de Grateful Dead y The Rolling Stones en sus años de máxima gloria, y habla de episodios tan polémicos como el famoso festival de Altamont. El libro se publicó en 2008 y lo tengo desde hace años, pero he tardado en encontrar el momento perfecto para leerlo. La verdad es que es un placer seguir los relatos históricos de este hombre con la banda sonora adecuada.
Si quieres añadir algo más…
Sí, quiero dedicarle esta entrevista a Hervé Villechaize. ¡Siempre en el recuerdo!
Comentarios
dio un poco de corte ya que no quería molestar. Mis mellizos de 4 años disfrutaron a tope con Twiste Sister y sus "huevos con aceite":todos los días cuando se levantaban por la mañana querían que actuasen para poder cantarla de nuevo con toda la familia. Comentar que desde que estoy con mi marido
(de esto hace ya la friolera de 22 años) el popu siempre ha estado presente en mi vida: cada mes me acerco al quiosco y el señor ya sabe qué vengo a comprar!!