Blur: "The Magic Whip" (Parlophone / Warner)


Texto: Txema Mañeru.

¡Habemus polémica! El regreso de los reyes del brit-pop, junto a Oasis y Pulp, una docena de años después de su último disco y 16 años tras el anterior con la formación al completo, tenía que estar lógicamente rodeado de controversia.

¡Pues no hagamos caso de ella y disfrutemos de un estupendo disco que supone una exhaustiva panorámica a lo que la banda de Damon Albarn hizo antes de su disolución y, al mismo tiempo, recoge la evolución posterior que sus músicos, y a música en general, han tenido en años posteriores. Damon triunfó con Gorillaz y sorprendió gratamente con el supergrupo The Good, The Bad & The Queen. Además, muchas otras aventuras por el mundo, varias bandas sonoras y el año pasado un gran disco en solitario como “Everyday Robots”. El gran guitarrista de la formación, Graham Coxon ha tenido una amplia carrera en solitario con altibajos, pero también con momentos destacados.

Está claro que no han firmado un nuevo “Parklife” y ni siquiera un “The Great Escape”, pero sí estamos ante un disco con algunas destacadas canciones y con base suficiente para profundizar en él y darle bastantes escuchas porque tiene jugo que saborear. Ya sabrás, por la gran campaña publicitaria previa, lo de la grabación de los primeros pasos en Hong Kong y de ahí el magnífico diseño gráfico de portada y de libreto. Para mí el disco comienza estupendamente con un corte como ‘Lonesome street’ que recuerda a lo mejor de la new wave y especialmente al gran Ian Dury & The Blockheads, hasta con algún destello en la voz de Damon similar al del fallecido Dury. No me gusta demasiado ‘New world towers’ que es uno de los temas con más aromas a Damon en solitario. Sí lo hace, en cambio el primer single, ‘Go out’, un tema realmente potente en el que Coxon se sale con las guitarras y que suena a clásico Blur y actual a un tiempo. También me encanta la experimentación en ritmos y voz de ‘Ice cream man’ porque me ha recordado a lo mejor del genial Robert Wyatt. También brillan especialmente los ambientes y las guitarras de ‘Thought I was a spaceman’, con brillantes programaciones y sintetizadores y un recuerdo al último David Bowie que se repite en la elegante y hermosa ‘My terracota heart’. Los buenos aires pop sencillos regresan con otros posibles singles como ‘Ghost ship’ y ‘Ong ong’, ésta última contagiosa y pegadiza y con un estribillo especialmente indicado para corear en sus esperados directos. Los aires inquietantes entre los mejores Japan y el Bowie de Berlín destacan en la preciosa ‘Pyongyang’ con unas partes melódicas de ensueño. También es sabroso el final con ‘Mirrorball’, un tema melancólico y con guitarras country-western con eco al estilo de las de Chris Isaak. ¡Original y acertado final!

Ahora toca el revuelo de los festivales veraniegos en los que serán estrellas destacadas. Ya están confirmados como cabezas de cartel en el FIB de Benicàssim el 18 de julio, pero seguro que caen bastantes más. Han entrado como Número 1 en las listas británicas y están en los puestos más altos en el resto del mundo. ¡El regreso de Blur está servido, pero con un buen disco como soporte. A ver si es el primero de un futuro aún mejor!

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