Isma Romero: "Vengo del rock español, y bebo de ahí"


Texto: Carlos Molina.

El valenciano Isma Romero representa sabia nueva en el rock español y en español. Con reminiscencias de Los Rodríguez, Ariel Rot, Jame Urrutia, Pereza o Los Ronaldos, gusta de mezclar el rock de toda la vida con sonidos swing o ramalazos de bolero, al igual que se mueve como pez en el agua en los medios tiempos. Hablamos de su álbum debut, “Antes de que esté prohibido”, y nos adelanta algunos detalles del segundo.

¿Cuáles fueron tus primeros comienzos en el campo del rock´n´roll?


Cuando toco noto que estoy fuera de mi entorno, me evado de la realidad. Me hace sentir bien conmigo mismo. Cuando empecé a hacerlo, me dije: “voy a intentar vivir de esta locura mía” (risas). Y como estoy zumbado… me puse a ello.

Con diez años me regalaron mi primera guitarra. La tuve como dos años en la esquina de la habitación, no sabía tocar nada y como que pasaba de ella. Me empezó a entrar el gusanillo de aprender a tocarla cuando comencé a escuchar mis primeras cintas de música, que eran de mi padre: cosas de Pink Floyd, Led Zeppelin, Dire Straits, Queen... Es ahí cuando descubrí el rock. Sin embargo, no recibí la llamada de ponerme a hacer canciones hasta que escuché el rock en español. Me tocó vivir la época del boom de Fito y Fitipaldis, me enganché a Los Rodríguez gracias a un primo que me pasó su discografía… y de ahí empecé a investigar años atrás, hasta hacer una mezcla de la que sale mi sonido.

‘Nueve años más’ presenta a las claras algunas de las credenciales del álbum: rock directo, con toques urbanos, cuidada lírica. Me gusta mucho que, a diferencia de lo que suele ser habitual, bebe de unas reminiscencias más patrias que anglos: toques de Tequila, Los Rodríguez, Ariel Rot, Pereza, Los Ronaldos… hasta ciertos aderezos a lo Jaime Urrutia, añadiría. ¿Cómo describirías tú tu propuesta sonora?

Tú lo has dicho: vengo de ahí y bebo de ahí. Es lo que he escuchado toda la vida, y lo sigo haciendo. Defenderé estas propuestas a capa y espada. Es lo que me hace sentir identificado con lo que hago, el mismo lenguaje que me llevó a coger la guitarra. Yo no quería ponerme a cantar o a hacer canciones, a mí me molaba lo de ser guitarrista (risas). Pero gracias a todas esas bandas me di cuenta de que se podían hacer canciones. Claro que con quince años de qué escribía… pues de la vecina de al lado que me gustaba. Fui comenzando a expresarme, estructurando las canciones, hasta que di con mi fórmula de componer.

Pues se te da muy bien lo de las letras. Transmiten mucho.

La verdad es que me las trabajo bastante, las otorgo mucha importancia. No me invento ninguna cosa, hablo de mí, de mi vida. Por eso me resulta quizás algo sencillo, quién me va a conocer mejor que yo mismo.

Y de esas canciones dedicadas a tu vecina, apenas cinco años después, debutas con un primer largo para Warner y, además, producido por Candy Caramelo y con gente como Diego García “El Twanguero”. Un álbum con peso, no parece tu debut, sino como si acumularas más background…

Diego García… hablamos de uno de los mejores guitarristas del mundo, a la altura de un Jeff Beck. Ha hecho masterclass en Nueva York, es una eminencia… él ha inventado el “twang”. Lo admiro una barbaridad, como a Candy. Con Candy siento como si hubiera aparecido una estrella en mi vida, me entiende un montón. Aparte de ser el productor y encargado de varios instrumentos, es como de la familia. Ha habido mucha química, como si nos conociéramos de toda la vida. Llevamos ya tres años juntos desde que comencé a preparar este trabajo con 19 años… y de hecho estoy maquetando ya con él el segundo.

Gracias por la noticia…

Sí, no habrá que esperar mucho, a lo largo del año que viene debería estar en la calle. El primer disco es como el “grandes éxitos de tu vida”, las mejores canciones que has ido componiendo las metes ahí… ¡incluso la última que iba para el segundo, la incluyes! (risas). Intentas hacer el cóctel perfecto con lo que posees.

Me flipan la fronteriza y honda ‘Media vida buscándote’, ‘Hilos enredados’ con sus gotas swing y esa guitarra del gran Diego “El twanguero” García. ‘La última del baile’ y una minimalista ‘Todos los instantes’ con su gran emotividad y las cautivadoras ‘La Vuelta al Mundo’ y ‘El Carnaval’, un medio tiempo muy bonito, de nuevo con un gran hammond. También la enérgica ‘Antes de que esté prohibido’. ¡Rock´n´roll! Y ese hermoso cierre de ‘Veintitantas promesas’.

Mira, ‘Gotas suicidas’, ‘La última del baile’, ‘Veintitantas promesas’… y otra que ahora mismo no recuerdo las compuse con 16 años. Lo de ‘Gotas suicidas’ es curioso, es el tema más antiguo y ha terminado siendo el single y, encima, he tenido la posibilidad de poder interpretarla con Rubén Pozo.

Me ha gustado mucho la variedad de sonidos y estructuras que confieres a las canciones del disco. Te manejas muy bien en todo tipo de propuestas. Hay rock, evidentemente, pero también pop, swing…

…Hasta un bolero, dos medios tiempos muy bonitos tipo Roy Orbison, un corte a lo Tom Petty…

¿El segundo disco va a ir por ahí también, va a resultar ecléctico?

Qué va, tío, me está saliendo muy rockero.

Más crudo.

Sí, eso es. Mucho más crudo. Por ahora lo que hay es muy rock´n´roll… aunque sin olvidar alguna ida de pinza de las mías. Por ejemplo, un corte muy guay que sería como una bossa nova rock… intento hacer algo que nadie imagine. El rock es fácil de imaginar, por eso me gusta mezclar.

Hemos hablado de referentes pasados (Los Ronaldos, Los Rodríguez)… ¿qué propuestas actuales me recomendarías? Te encuentro detalles de Los Zigarros…

Bueno, de hecho Ovidi fue mi profesor de guitarra…

Algo de eso tenía que ser (risas). ¿Qué otros grupos del momento destacarías?

Te aconsejo mucho los ya comentados Santeros y Los Muchachos. Soto, el guitarrista de Jaime Urrutia que está haciendo un proyecto en solitario muy guay, Lino y Los Suricatos, una banda muy rock, Los Perros del Boogie…

Ahora estás de gira por diferentes FNAC, pero tienes firmadas ya más de una decena de fechas por las principales plazas del país desde finales de enero hasta finales de marzo. ¿Quiénes te van a acompañar cuando actúes en formato banda?

Estaré junto a José Bruno ‘El Niño’ a la batería, Candy al bajo y Angel Vela, de Los Perros del Boogie, a la guitarra. Angel es como mi hermano, siempre me ha acompañado a la guitarra. La gira se dividirá entre formato acústico, que será en el mayor número de salas y donde tocaré junto a Angel, y luego las ciudades principales -Madrid, Valencia- ya con el grupo. Estamos empezando poco a poco. ¿Qué hay 50, 15 ó 5 personas en la sala? No pasa nada, esto sólo ha hecho que comenzar. Es el primer disco.

Practicas la filosofía del currela, o de la hormiguita…

Claro. A ver, yo he tocado este verano ante 6.000 personas, porque unos amigos, Santeros y Los Muchachos, el nuevo proyecto de Miguel Angel, el bajista de La Pulquería, telonearon a Leiva en Viveros, y me invitaron a hacer un par de temas. Pero al día siguiente estaba tocando para quince.

¿Y en qué recinto te haría especial ilusión tocar en el futuro?

Me encantaría poder subirme al escenario de la Joy Eslava de Madrid. Y al del Kafe Antzokia de Bilbao. Sería algo de puta madre.

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