Texto: Txema Mañeru.
¡Por fin tenemos en nuestro poder uno de los discos de rock español más prestigiosos de los años 70! 40 años de leyenda y de aura mágica para un disco que pudo y debió revolucionar el rock sinfónico, progresivo, psicodélico y hasta el folk de aquella época. Un disco mítico de rock con talla y nivel internacional que era casi imposible de alcanzar y por el que se pagaban cifras descomunales aquí, pero también en Japón o Australia. Vinilos que se cotizaban por las nubes como el primero de Itoiz, el de Veneno o el de Atila. En concreto por una primera edición en buen estado de este “Eduardo Bort” se pagan unos 600 euros.
¿Y estaba este prestigio y mito realmente justificado? Pues quien escuche ahora está reedición de lujo de “Eduardo Bort” (Warner Music) no tendrá ninguna duda de ello. El guitarrista valenciano gestó este trabajo bajo el nombre de Yann en el año 73 y se rodeó de la gran mayoría de los mejores músicos de la época en Valencia. Eduardo tenía ya un amplio bagaje con bandas poco conocidas como Los Exciters, Los Bodgies o La Oveja Negra. También había grabado ya en el extranjero bajo el nombre de Out. Lo suyo era el rock progresivo, la psicodelia y el rock sinfónico con bandas como King Crimson o Pink Floyd como inspiradores principales. También le inspiraba la mejor literatura de ciencia ficción con H.P. Lovecraft y Lord Dunsany a la cabeza. En las letras tuvo la ayuda de Juan Beltrán que se convirtió en su Pete Sinfield particular como hizo este para Robert Fripp en los King Crimson.
Pero vayamos al disco en cuestión que en su día tuvo que recortarse para que tuviera cabida con gran calidad de sonido en los limitados vinilos de la época. Estuvo a punto de ser editado por la EMI inglesa a nivel internacional pero diversas vicisitudes hicieron que apareciera por nuestra cañí Movieplay que casi hizo que pasara desapercibida al momento por su nula promoción. El vinilo comenzaba con las dos partes de ‘Thoughts’, más íntima en la primera parte y con más cambios de ritmo y con una gran melodía vocal y excelsas voces en la segunda al estilo de los King Crimson de “In The Court Of The Crimson King”. El rock sinfónico galopaba prístino en ‘Walking on the grass’ con las destacadas flautas de Tico Balanza y el poderoso contrabajo eléctrico de aromas jazz de Marino Hernández. Luego brillaban los teclados de Pepe Dougan y esas guitarras mágicas de Eduardo Bort. Especialmente diáfana suena su acústica Martin D-28, pero sacaba mucho jugo rock a la Gibson Les Paul o la Fender Stratocaster entre otras varias más. ‘Pictures of sadness’ es la más cercana a Pink Floyd y en ‘Yann’ brillaban los mini moog o el mellotrón de Dougan. También de nuevo brillaban sobre manera sus guitarras eléctricas con aromas progresivos casi a lo Van Der Graaf Generator. Cerraba el disco original los casi 9 minutos de ‘En las riberas del Yann’ con las buenas voces de Miguel Font y con un sensacional y pegadizo solo de mellotrón a cargo del potente batería Vicente Alcañiz.
Por si fuera poco esta reedición de lujo viene en un estupendo triple digipack con la estupenda y levitante acuarela de portada de Fernando Buchó y con todos los créditos y demás. Además tenemos un magistral libreto de 16 páginas a cargo del experto Arturo Blay con el que conocer la historia de este histórico trabajo. Pero aún falta lo mejor. Tenemos el primer compacto con el disco tal y como salió en su momento y por el que se pagaban cifras astronómicas. Pero además tenemos un segundo compacto añadido con nuevas mezclas y masterización y en el que se añaden dos más que interesantes bonus que no pudieron entrar en el disco original y que completan la historia tal y como se concibió. ‘Hacia la estrellas’ es un hermoso y muy sinfónico instrumental con grandes momentos a las guitarras eléctricas de Bort y ese omnipresente y poderoso contrabajo eléctrico. Luego con ‘En las fuentes del Yann’ tenemos unas estupendas voces que son un gran preámbulo a la despedida original con la ensoñadora y sinfónica ‘En las riberas del Yann’. Cuando se gestaba este trabajo, los Canarios de Teddy Bautista estaban inmersos en una obra casi paralela esta como “Ciclos”. Ambos trabajos o algunos otros de los más avanzados Lone Star sentaron las bases para que grupos como Triana o Asfalto triunfaran en la segunda mitad de los años 70. ¡Acierto pleno y trabajo de presentación a la altura de la calidad de un disco de clase internacional por el que no ha pasado el tiempo!
¡Por fin tenemos en nuestro poder uno de los discos de rock español más prestigiosos de los años 70! 40 años de leyenda y de aura mágica para un disco que pudo y debió revolucionar el rock sinfónico, progresivo, psicodélico y hasta el folk de aquella época. Un disco mítico de rock con talla y nivel internacional que era casi imposible de alcanzar y por el que se pagaban cifras descomunales aquí, pero también en Japón o Australia. Vinilos que se cotizaban por las nubes como el primero de Itoiz, el de Veneno o el de Atila. En concreto por una primera edición en buen estado de este “Eduardo Bort” se pagan unos 600 euros.
¿Y estaba este prestigio y mito realmente justificado? Pues quien escuche ahora está reedición de lujo de “Eduardo Bort” (Warner Music) no tendrá ninguna duda de ello. El guitarrista valenciano gestó este trabajo bajo el nombre de Yann en el año 73 y se rodeó de la gran mayoría de los mejores músicos de la época en Valencia. Eduardo tenía ya un amplio bagaje con bandas poco conocidas como Los Exciters, Los Bodgies o La Oveja Negra. También había grabado ya en el extranjero bajo el nombre de Out. Lo suyo era el rock progresivo, la psicodelia y el rock sinfónico con bandas como King Crimson o Pink Floyd como inspiradores principales. También le inspiraba la mejor literatura de ciencia ficción con H.P. Lovecraft y Lord Dunsany a la cabeza. En las letras tuvo la ayuda de Juan Beltrán que se convirtió en su Pete Sinfield particular como hizo este para Robert Fripp en los King Crimson.
Pero vayamos al disco en cuestión que en su día tuvo que recortarse para que tuviera cabida con gran calidad de sonido en los limitados vinilos de la época. Estuvo a punto de ser editado por la EMI inglesa a nivel internacional pero diversas vicisitudes hicieron que apareciera por nuestra cañí Movieplay que casi hizo que pasara desapercibida al momento por su nula promoción. El vinilo comenzaba con las dos partes de ‘Thoughts’, más íntima en la primera parte y con más cambios de ritmo y con una gran melodía vocal y excelsas voces en la segunda al estilo de los King Crimson de “In The Court Of The Crimson King”. El rock sinfónico galopaba prístino en ‘Walking on the grass’ con las destacadas flautas de Tico Balanza y el poderoso contrabajo eléctrico de aromas jazz de Marino Hernández. Luego brillaban los teclados de Pepe Dougan y esas guitarras mágicas de Eduardo Bort. Especialmente diáfana suena su acústica Martin D-28, pero sacaba mucho jugo rock a la Gibson Les Paul o la Fender Stratocaster entre otras varias más. ‘Pictures of sadness’ es la más cercana a Pink Floyd y en ‘Yann’ brillaban los mini moog o el mellotrón de Dougan. También de nuevo brillaban sobre manera sus guitarras eléctricas con aromas progresivos casi a lo Van Der Graaf Generator. Cerraba el disco original los casi 9 minutos de ‘En las riberas del Yann’ con las buenas voces de Miguel Font y con un sensacional y pegadizo solo de mellotrón a cargo del potente batería Vicente Alcañiz.
Por si fuera poco esta reedición de lujo viene en un estupendo triple digipack con la estupenda y levitante acuarela de portada de Fernando Buchó y con todos los créditos y demás. Además tenemos un magistral libreto de 16 páginas a cargo del experto Arturo Blay con el que conocer la historia de este histórico trabajo. Pero aún falta lo mejor. Tenemos el primer compacto con el disco tal y como salió en su momento y por el que se pagaban cifras astronómicas. Pero además tenemos un segundo compacto añadido con nuevas mezclas y masterización y en el que se añaden dos más que interesantes bonus que no pudieron entrar en el disco original y que completan la historia tal y como se concibió. ‘Hacia la estrellas’ es un hermoso y muy sinfónico instrumental con grandes momentos a las guitarras eléctricas de Bort y ese omnipresente y poderoso contrabajo eléctrico. Luego con ‘En las fuentes del Yann’ tenemos unas estupendas voces que son un gran preámbulo a la despedida original con la ensoñadora y sinfónica ‘En las riberas del Yann’. Cuando se gestaba este trabajo, los Canarios de Teddy Bautista estaban inmersos en una obra casi paralela esta como “Ciclos”. Ambos trabajos o algunos otros de los más avanzados Lone Star sentaron las bases para que grupos como Triana o Asfalto triunfaran en la segunda mitad de los años 70. ¡Acierto pleno y trabajo de presentación a la altura de la calidad de un disco de clase internacional por el que no ha pasado el tiempo!
Comentarios