Texto: Carlos Molina.
Debo reconocer que Rubén, al igual que Leiva, su compañero de correrías en Pereza, siempre me ha caído bien. Me ha parecido uno de esos “obreros del rock” que, pasito a pasito, pateándose mil escenarios, logra finalmente conquistar un reconocimiento amplio. Las varias veces que entrevisté a Pereza, Rubén (fotos de Titan Pozo) siempre me soltó: “sé de dónde vengo, he tocado en decenas de garitos en toda España y estoy preparado para cuando tenga que volver a empezar desde abajo”. Lo decía en serio, no por quedar bien. En este sentido, no sólo no me extrañó, sino que entendí muy bien, su participación en la iniciativa “Conciertos para muy pocos”, “una mini-gira de cuatro conciertos por la comunidad de Madrid increíble. El slogan ‘Conciertos para muy pocos’ no se ajusta a la realidad. Las tabernas se pusieron hasta arriba de gente, la verdad”, apunta Rubén.
Posees una carrera prolija, con grandes logros. Imagino que tu valoración de la misma hasta ahora será más que satisfactoria pero, poniéndonos algo “espirituales”, ¿qué le diría el Rubén Pozo de comienzos de 2014, con carrera en solitario dispuesta a ser apuntalada, al joven Rubén que a inicios de la década de los 90 comenzaba a poner en marcha el proyecto Buenas Noches Rose?
“Trabaja y disfruta”. Ya me lo decía a mi mismo en esos tiempos. No he cambiado demasiado.
Entiendo que la pregunta de “con qué momento de tu carrera musical hasta ahora te quedarías” es muy cabrona. Por eso voy a enfocarla de otra manera, aunque también es complicada, y cuestionarte por, ahora mismo, según respondes esta entrevista, qué instantes vividos durante tu carrera vienen a tu cabeza, y por qué.
En general, mis mayores logros son cuando siento que una canción que estoy haciendo va por buen camino. Lo que más me importa de mi trabajo son las canciones.
¿Qué tres canciones de las que has firmado a lo largo de tu carrera considerarías que serían imprescindibles en alguna futura gran recopilación de tu obra musical, y qué tres temas de artistas o bandas nacionales que no has compuesto tú te gustaría que llevaran tu firma?
“Campanilla” con Buenas Noches Rose, “Margot” con Pereza y “Rucu-Rucu” de mi disco en solitario. “Sí, sí” de Los Ronaldos, cualquiera de Joaquín Sabina y “Dentro” de Luis Eduardo Aute.
Una faceta poco explicitada en las entrevistas que se mantienen contigo es la de tu labor como productor en los discos de Pequeño Salvaje (que no he tenido la posibilidad de escuchar aún) y de Jordi Skywalker, que sí pude disfrutar y que me pareció arriesgado, original y valiente. ¿Cómo tiendes a afrontar tu trabajo en una producción? ¿Eres, como me decía Ariel Rot, de centrarte más en la parte musical (arreglos, melodías), o te gusta participar en todos los aspectos de la grabación?
En esos casos he tratado de redondear las canciones, arreglarlas de estructura… tratar de vestirlas con el traje que las favorezca más. Y si la cosa va de mostrarla desnuda, pues cuidar la luz y el posado. En cualquier caso, cuando he producido a algún artista ha sido porque me lo ha pedido como amigo.
Hilando con la pregunta anterior, ¿cuáles serían tus productores nacionales e internacionales favoritos (de cualquier momento)?
George Martin, Jimi Page y John Cale. De aquí: Varona/De Diego, Juan de Dios y Ricardo Pachón. Aunque me quedo corto eligiendo, la verdad. Se me quedan fuera mil nombres imprescindibles.
Bien con Pereza, bien en solitario, has tenido la posibilidad de colaborar con grandes del rock español, y en español, como el antes citado Ariel Rot, Calamaro, Bunbury, Miguel Ríos, o Poncho K, un artista que me parece muy grande. ¿Qué artista, o banda, forma parte de tu listado de músicos con los que te gustaría compartir un tema por lo mucho que les admiras y aún no lo has podido hacer?
The Rolling Stones. Soñar es gratis y no engorda.
Hace unas semanas hablaba con Carlos Tarque del proyecto, y la gira, de Gran Cañón. Formaste parte de Hot Legs, combo en el que estaba el citado Carlos, Leiva, o nuestra Sara Iñiguez, y donde también os “enfrentasteis” a un buen número de clásicos. ¿Te gustaría en un futuro volver a retomar una iniciativa similar de covers, o prefieres centrarte en seguir dando forma a tu carrera en solitario?
Esas bandas de “covers” se forman coincidiendo con otros músicos en garitos a altas horas de la noche. Son ganas de juntarse con amigos y experiencias muy enriquecedoras para un músico. Aprendes de otros. Y luego las risas están muy bien. Siempre salen cosas de éstas…
Ya ha pasado más de un año del lanzamiento de “Lo que más”, un álbum del que destaco su intimismo (“San Valentín”, “Ozono”), y su buen número de grandes canciones, especialmente disfrutables en directo: desde la “atrevida” “Pegatina”, a la furiosa y con ecos zeppelianos “Como cualquiera”, las recogidas y cautivadoras “Rucu Rucu”, “Lo que más” y “Mañana será otro día”, la casi acústica “Chavalita” y la sentida y doliente “Invierno” Buen momento para preguntarte por el balance que haces del álbum, tanto en repercusión entre el público y la crítica, como por la gira que ha conllevado.
Es mi primer disco en solitario y ya sabes cómo define un padre a su primogénito: el más guapo, el más listo, el más gracioso… y siguiendo con el símil de “paternidad”, te diré que me ha cambiado la vida. Me ha abierto un nuevo horizonte.
Leía en tu facebook a comienzos de diciembre que aunque pensabas hace unos meses que ya estarías en pleno proceso de grabación de tu nuevo disco, y que canciones haberlas haylas, aún no sabías cuándo darías el salto al estudio. ¿Tienes ya en mente cuándo entrarás a grabar el nuevo largo, o prefieres no ponerte fechas ni presiones y hacerlo cuando consideres que todo está atado y bien atado?
Será a mediados de 2014. Aún tiene cuerda “Lo que más”.
El pasado año firmaste casi medio centenar de conciertos, un guarismo al alcance de no muchos artistas, ni bandas, en nuestro país. Ese requerimiento para verte en directo es buena muestra del cariño ganado entre el público y el respeto obtenido entre los programadores. ¿Cómo viene 2014 en cuanto a directos? ¿Existe la posibilidad de que repitas visita a Bilbao?
Es muy probable. El teléfono sigue sonando para ir a tocar a sitios. Soy una persona afortunada por ello.
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