Music Maker Relief Foundation: mucho más que un sello de blues

Texto: Txema Mañeru.

MUSIC MAKER es mucho más que un sello discográfico. También funciona como tal y lo distribuye DIXIEFROG en Europa y entre nosotros la gente de KARONTE. Ellos se definen como “La Historia Viva Del Blues” y son apoyados por nombres de la cultura del relieve de B.B King, Eric Clapton, Morgan Freeman, Bonnie Raitt, Pete Townshend o Taj Mahal. Este último dice sobre ellos algunas de las cosas más bellas. “Music Maker es la prueba evidente de que los verdaderos músicos de blues están lejos de haber desaparecido. Un homenaje a la originalidad y a la creación musical de estos artistas”. Tienes más información en www.musicmaker.org y en www.karonte.com. Así comprobarás como además ayudan a que muchos de estos artistas que llevaban décadas sin tocar en directo, puedan girar y grabar para traernos el blues en estado puro. De hecho desde que Tim y Denise Duffy lo fundaron en 1994, los beneficios de las ventas van para ayudar a estos olvidados músicos. Desde Karonte han querido dar un nuevo empujón a este sello con la reedición de recopilatorios básicos de sus inicios como son “THE LAST & LOST BLUES SURVIVORS” y “DRINK HOUSE TO CHURCH HOUSE VOL. 1”. Títulos bonitos y explicativos. Otro de ellos también antiguo se titulaba “Slavery, Prison, Women, God And… Whiskey”. ¡No está mal tampoco! Además recientemente dedicaron un trabajo doble exclusivamente a IRONING BOARD SAM que conviene recordar.



“THE LAST & LOST BLUES SURVIVORS”

De entrada queremos destacar la presentación de estos trabajos. Este en concreto viene en un cuádruple digipack con un libreto de 32 páginas con muy buenos textos y excepcionales fotografías de cada uno de los creadores de estas 38 canciones que superan las dos horas y media de música, buena música. La gran mayoría de ellos hace ya tiempo que están dentro de la edad de jubilación y aunque la suban también lo estarán. La excepción pueden ser Pura Fe’ que aparece en tres temas con sus aromas a Ry Cooder. La otra es Mudcat, mucho más eléctrico que la línea general del trabajo y con aromas a Rory Gallagher. Antes abre el trabajo el genial blues ancestral y desnudo con buena armónica de Frank Edwards que falleció próximo a cumplir los 100 años. Neal Pattman es de los nombres fuertes y aparece representado con tres estupendos temas. En uno emula el traqueteo del tren con su armónica y en otro suena entre blues y jazz a lo Tom Waits y añade contrabajo y saxo. También repiten Captain Luke and Cool John con folk y voz de barítono a lo Johnny Cash. Carl Rutheford es blanco y de Virginia y por eso se acerca al country con armónica y todo. Mola mucho Cora Mae Bryant que cierra el segundo disco con clásico del folk y acústica con su tenue y gastada, pero emocionante voz. Otro nombre fuerte y original es el de John Dee Holeman que suena medio scat y, medio rap (antes de inventarse) y a pelo. Etta Baker nos trae bluegrass con banjo y violín. Mr. Q ofrece aromas a music hall con su piano otra vez como una especie de Tom Waits.No falta el arquitecto del sello, Guitar Gabriel que murió en el 96 al poco de fundarse el sello. Otros nombres que repiten son Algia Mae Hinton o Sol. ¡Historia pura de la música sin corromper!

“DRUNK HOUSE TO CHURCH HOUSE Vol. 1”

Este el volumen 1 de una estupenda colección que ya va por el número 4 y que combina una parte de audio con otra de interesantes videos con entrevistas y actuaciones. En este “DRUNK HOUSE TO CHURCH HOUSE” repiten por ejemplo con respecto al recopilatorio anterior John Dee Holeman, con eléctrico y trepidante blues casi a lo Cream y Captain Luke & Cool John Ferguson con esa voz más grave y cavernosa que la de Johnny Cash. Ambos aparecen por triplicado. Otro de los más grandes y ya populares de la casa es Alabama Slim con blues arrastrado genial en “The mighty flood” y con swamp-blues eléctrico en “I got the blues”. Así como en el anterior tenemos a muchas féminas, aquí la única mujer es Macavine Hayes, también con dos temas y sí, con blues arrastrado y borracho (esta no es precisamente de las del lado de la iglesia). Otro de los históricos del sello es Little Freddie King que dice “I don´t know what to do” pero que suena espectacular y potente aunque mayormente suene erlajado y acústico. Otro buen libreto de 24 páginas y presencia de todos los artistas en el documento visual.



IRONING BOARD SAM: “DOUBLE BANG!”

El disco de este artista tiene ya unos meses pero se merecía aparecer aquí porque es de lo más destacado que han publicado individualmente en este año. Se trata de todo un superviviente del Katrina, nacido como Sammie Moore en el 39. Por eso Tim Duffy le proporcionó todos los medios necesarios hasta configurar este jugoso doble compacto que viene en los característicos cuádruples digipacks de DixieFrog/Karonte. Estamos hablando de una leyenda menor justament comparada con Little Richard, Ray Charles o Screamin’ Jay Hawkins. De un tío que se codeó con Jimi Hendrix y que tuvo como bajista a Billy Cox. Además es un magnífico representante del primigenio rhythm and blues que puede encantarte si te gusta, por ejemplo, el crápula de Andre Williams. El primer compacto cuenta con una excepcional banda y recupera el mejor espíritu de los 60. Su gran piano (también toca el órgano B3) y su ronca voz comienza a despuntar en un rotundo blues como “Ever look at a tree”. Más funky y con vientos le tenemos en “Nothing but your butt”. La eléctrica de Albert White despunta en “For the love of Money” con un aire soul a lo Wilson Pickett. Ese soul viaja hasta Sam Cooke en “Good wil come to you” con unos sedosos coros femeninos. “Bedroom window” es una preciosa balada con vientos para arrullar. En “Do the ironing board” y algún otro tema suena como si Sly & The Family Stone llevaran a Dr. John al piano. En “I feel your pain” se siente su dolor y es una emocionante y estremecedora balada con saxo acongojante, arrullador órgano y su magistral piano (se nota que es de la tierra de Dr. John). Finaliza este primer compacto con su adorado y cinematográfico clásico “Somewhere over the rainbow” al que le da un aire más góspel ayudado por su sentida voz y su piano. El segundo compacto se va hasta los 75 minutos y tiene una primera parte actual con 13 temas con su piano y su voz en solitario. En “Come on (let’s boogie)” crea un boogie repleto de gancho. Interpreta a B.B. King en “Why I sing the blues” y a Bobbie Gentry en la guapa “Tallahassee bridge (Billy Joe)”. En su clásico propio y conocido “Skinny woman” nos muestra la fiereza y el genio de Little Richard. De propina vienen 10 temas extraídos de sus singles del 68 al 70 y en los que se llega a escuchar por momentos (con placer) el crujido de los viejos vinilos (claramente en la balada “Raining in my heart”). “I’ve been used” es un cañón y en “Non Support” o la final “When you bought me you” tenemos unos exquisitos coros femeninos. “Treat me right” es otro baladón. ¡Completísimo y emocionante!

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