¡Qué gran otoño en Alligator!

Texto: Txema Mañeru.

Ningún buen aficionado al bues desconoce que ALLIGATOR RECORDS es el mejor sello de blues de la actualidad y uno de los mejores ya de la historia. Por estas, tus páginas, pasa a menudo y ahora lo hace con tres especiales novedades para este otoño. Sobre todo la de ANDERS OSBORNE se sale de la norma (para bien) y además es ya su cuarto trabajo en el sello en menos de 3 años, otra prueba más de su indudable calidad. THE HOLMES BROTHERS son de los mejores en su estilo y veteranos ya en el sello. Por último, A ROOMFUL OF BLUES nos ofrece en “45 LIVE” un buen repaso a su trayectoria. Tienes más información en www.alligator.com. También te decimos que sigue con la eficaz distribución de DISCMEDI y que tienes múltiples, diferentes e interesantes referencias en www.discmedi.com.



THE HOLMES BROTHERS: “BROTHERHOOD”

Wendell, Sherman y Popsy, THE HOLMES BROTHERS están atravesando una segunda (o tercera) juventud desde que han fichado por Alligator Records. Fue allá por el 2001 cuando debutaron en este sello (aunque ya llevaban más de dos décadas de carrera por entonces) con “Speaking In Tongues”. Tras él llegaron “Truths”, “State Of Grace” y la joyita del pasado año, “Feed my soul” que alimenta el alma y el cuerpo con su combinación de temas propios y sus buenas versiones de Beatles o Paul Khan. Repiten la jugada con este estupendo “BROTHERHOOD” que suena más cercano al blues que de costumbre, pero en el que siguen dominándolos sonidos góspel, sin olvidar el R&B, el soul y hasta toques country o funk. Comienzan con el góspel vivo y alegre de Wendell, “Stayed at the party”. A continuación llega la primera y destacada versión. Se trata del “I gave up all I had” de Ted Hawkins y suena melódica y hermosa con grandes voces y guitarras acústicas. Emoción y amor a raudales en los entrañables coros. A continuación llega un estupendo r&b con destacado órgano de Sherman y luego otro más cercano al r’n’r y compusto por Ike Turner, “You’ve got to lose”. Los tonos más soul llegan en el “Soldier of love” de Geraint Watkins con brillo de nuevo para el Hammond B3 del productor Glenn Patscha, quien se encarga también de los numerosos y destacados teclados del disco. Su obligatoria cuota de rock’n’roll de aires blues la ponen con los temas de Wendell, “Gone for good” y “My Word is my bond”. También de Wendell es el hermoso góspel “Loving you from afar”. Se marcan también una buena versión soul del tema de su compañero en Alligato (te recomendamos efusivamente sus discos si te gusta este estilo), Curtis Salgado. No falta un clásico Stax con la firma de William Bell y Booker T. Jones como es “My kind of girl”. “Darkest hour” es el tema más blues en uno de sus discos con más aromas a este estilo de su trayectoria. El hermoso final es con el clásico y tradicional “Amazing grace” que se va casi hasta los 8 minutos y que vuelve a sonar celestial y lleno de “gracia”. ¡The Holmes Brothers continúan en su permanente estado de “gracia” musical!



ANDERS OSBORNE: “PEACE”

Vengo siguiendo al sueco ANDERS OSBORNE desde su sorprendente fichaje por ALLIGATOR RECORDS. Digo sorprendente, no porque no tenga calidad, sino porque sigue siendo la anomalía (bendita) más grande del sello. Eso fue en 2010 y ya antes de “American Patchwork” había ganado un Grammy. El año pasado siguió jugando a su bola en “BLACK EYE GALAXY” con efluvios a Led Zeppelin, Dr. John, Black Sabbath, White Stripes o Eagles. ¿Despistado? Pues espera a oír este brutal “PEACE” con revolucionaria y sensacional portada.

El tipo anda enrolado también en Voice Of The Wetlands All-Stars y en Phil Lesh and Friends con el monstruo superviviente de Grateful Dead. Mientras tanto sigue haciendo fantásticas y eclécticas canciones. Así, este nuevo trabajo alza el telón con los 7 minutos de “Peace” que es todo menos eso, pues arranca con un feedback brutal a lo “Weld” para luego seguir cabalgando con los Crazy Horse de Neil Young a través del “Cowgirl in the sand” mientras en la historia viaja musical y literalmente por Woodstock y Lousiana, con parada en la Canadá de Neil, claro. ¡Genial! Siguen las guitarras agresivas y el southern rock a su puta bola más salvaje en “47”. "Windows" es un potente rock setentero como los que hacía su colega Lesh con los Grateful Dead en esa época. En "Five bullets" se pone más duro aún con hard del bueno (Free, Blue Cheer) y destellos a lo Beastie Boys. La locura total en forma de emisora de Dial llega con "Brush up against me" y la emoción total con un brutal lento como "Sentimental times" que vuela de Bon Iver a Procol Harum y de Lambchop a The Band. ¡Ganas de escucharla, eh! En "Sarah Anne" nos sorprende de nuevo con el ritmo reggae de la guitarra y en "I'm ready" empieza invocando al Neil Young más desnudo y folk para luego volver a galopar con punteos rompedores y órgano crepuscular. ¡De cabeza a mi lista personal de los mejores del año! Y no ha necesitado recuperar ni uno de los 6 temas del estupendo EP, "Three Free Amigos" de este mismo año. ¡Uno de esos maravillosos losers que tienen que ser de cabecera!



A ROOMFUL OF BLUES: “45 LIVE”

Cualquier banda no llega a 45 años de vida. Pocas o ninguna llegan con la forma que demuestra aquí A ROOMFUL OF BLUES. No era difícil pues elegir el trabajo de este disco en directo. “45 LIVE” hace justicia a su trayectoria y prestigio, con cinco nominaciones a los Grammys y numerosos Blues Music Awards en su zurrón. Por la seminal formación, además, han pasado guitarristas y músicos del calibre de Duke Robillard o Ronnie Earl. Pero ahora llevan ya unos años muy bien dirigidos por otro mago de las seis cuerdas (y también productor): el gran Chris Vachon. Lógicamente para esta celebración han escogido los temas favoritos de sus fans, además de algunas selectas versiones y temas grabados junto a Big Joe Turner, Earl King o Eddie “Cleanhead” Vinson. Comienzan con el gran tema propio “Just keep on rockin’” con su sabor añejo y maestro. El octeto tiene además cuatro destacados músicos de viento y los teclados de Rusty Scott, y todos ellos brillan ya en la pegadiza “It all went down the drain”. Se atreven a transformar el “Jambalaya” de Hank Williams en puro y contagioso swing del pantano y se explayan a gusto con el “Easy baby” y sus momentos de brillo en la guitarra de Vachon. Más fiesta y diversión tenemos en el “Dressed up to get messed up” que compuso otro de sus referentes históricos, Greg Piccolo. No falta algún buen instrumental ni la mutación de un clásico como “I left my baby” en un insinuante tema a lo Blues Brothers. Para el final, con
“Flip flap Jack”, más algarabía y sonido a big band con vientos al frente. ¡Una delicia! Ahora a ver con que nos sorprenden para la campaña navideña.

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