Nicolás: “Queríamos que Poetas & Motocicletas se acercara al sonido de los discos clásicos de finales de los 60”



Texto: Carlos Molina.

El gallego Nicolás Pastoriza es todo un veterano, con más de dos décadas cómo artista, tiempo en el que ha militado en bandas como Bromea o qué, La Marabunta y Ectoplasma. Acaba de editar su último trabajo en solitario, “Poetas & Motocicletas”, un fantástico álbum producido por su amigo Iván Ferreiro, con el que comparte actualmente directo.

¿Qué te motivó a adentrarte en el mundo de la música?


Empecé en lo que se podría decir el ocaso de aquello que se llamó La Movida, unos tiempos que, aunque en pañales en cuanto a industria y medios, sí fueron bastante fructíferos en cantidad de propuestas y bastante más ricos en lo económico. Creo que por primera vez en este país tan gris ser músico de pop era una opción a considerar si no querías terminar la carrera o cambiar de trabajo. Componer canciones siempre me pareció fascinante, algo que hacías en tu habitación con un radiocassette podía de repente ser tu modo de vida y eso no era nada desdeñable.

Me refería antes a La Marabunta, grupo en el que coincidiste con artistas como Pablo Novoa (Golpes Bajos) o Ricardo Moreno (Los Ronaldos), y Ectoplasma como dos de tus bandas más reconocidas. ¿Cómo recuerdas tu estancia y experiencia en ambas formaciones? ¿Estás satisfecho con su legado, o consideras que alguno de estos dos grupos pudo haber dado más de sí?

En La Marabunta permanecí toda la década de los 90 y en Ectoplasma la primera del siglo XXI. Eran bandas muy diferentes: en la primera, la composición la llevábamos básicamente Pablo, Ricardo y yo en un maremágnum entre el sonido Manchester y la fusión mestiza. Ectoplasma ya miraba más de frente a las bandas inglesas de "entresiglos" y recaía en mí la composición. Había muy buenas canciones en ambos casos y "La vida en rebajas", el último LP de La Marabunta, me parece a día de hoy un discazo, como las demos de Ectoplasma, que contienen canciones enormes, las cuales aún toco a día de hoy. Las dos bandas realmente pudieron haber dado mucho más de sí. Los que estuvimos en ellas nos dejamos la piel y la recompensa hoy es el reconocimiento y la credibilidad, en cualquier caso más importante que el éxito una vez pasa el tiempo... ¡aunque no da tanto dinero! (risas).

También has realizado trabajos para la televisión y colaborado como compositor con algunos músicos. ¿Puedes detallarnos algunas de tus experiencias en estos dos campos?

Participé con el programa "Xabarín Club" de la TVG, que iba en una línea similar a “La Bola de Cristal”. Un gran programa infantil que muchos adultos seguían en gran parte por la oferta musical. Pablo Novoa y yo hicimos muchas canciones para este espacio, incluido un musical, y gran parte de las mejores canciones que ambos hicimos están ahí. También compuse para Luz Casal, Carlos Núñez, y junto a Josele Santiago e Iván Ferreiro. Me encanta colaborar o componer por encargo para terceros, porque no deja de ser curioso cómo los demás interpretan algo que tiene que ver contigo o que salió plenamente de ti.

Tu carrera en solitario cuenta con dos trabajos previos a este “Poetas & Motocicletas”: el mini-LP -solo disponible en tu web- “Hoy le disparé al presidente y otras canciones de amor” y “El niño con la raqueta en el espejo”. En el caso de “El niño con la raqueta en el espejo”, se apunta a que se trata de un trabajo “pseudo autobiográfico”. ¿Qué es lo que más valoras de este álbum?

Fue el primero en el que empecé a colaborar con Iván Ferreiro como productor, lo cual fue para mí todo un descubrimiento en el sentido de cómo trabajar de una manera absolutamente lúdica y creativa en un estudio de grabación. Las canciones eran bastante personales: mi madre había fallecido meses antes y había leído "Cosas que nuestros nietos deberían saber", de Mark Everett, y ambos hechos fueron fundamentales. Iván entendió perfectamente lo que yo necesitaba contar y lo hicimos entre ambos mano a mano en el estudio, con el apoyo de músicos como Pablo Novoa, Toni Toledo, Javi Embora o David Rial.



Ese trabajo contó cómo has dicho, al igual que este “Poetas & Motocicletas”, con la producción de Iván Ferreiro, que ya había aportado su colaboración al mini-LP “Hoy le disparé al presidente y otras canciones de amor”. ¿Qué semejanzas, y diferencias, si las hubiera habido, has encontrado entre la forma de acometer por parte de Iván la producción de “El niño con la raqueta en el espejo” y este último álbum?

Ha sido un trabajo bastante similar, aunque es cierto que "El Niño…" fue más codo a codo entre los dos y "Poetas..." más en conjunto, con una banda grabando a tiempo real. Yo me encontré comodísimo en ambas situaciones, que a mi entender fueron igualmente fructíferas. "Poetas..." no es tan intimista como el trabajo anterior, pero en todo caso el otro día ya estuvimos hablando del siguiente álbum, y eso es lo bueno. Podría ser que trabajáramos de forma diferente según la posibilidad de recursos, lo que no deja de ser algo interesante. Me encanta grabar con Iván, Amaro, Martiño, Luis Antelo, etc, y espero seguir haciéndolo.

También me gustaría que me hablaras de ese documental de Piño Prego titulado “2012 – Poetas & Motocicletas”, en el que se recoge cómo afrontas las demos de este último disco y varios pequeños conciertos acústicos, algunos incluso en tu propia casa. ¿De quién surgió la idea de realizar este documental, y cómo enjuicias su resultado final?

Cuando Piño empezó a grabar unos conciertos que yo hacía en mi terraza para subirlos a mi web, descubrimos que tenía un montón de material grabado también de las sesiones de grabación de "Poetas & Motocicletas". Decidimos dar forma de documental a toda la actividad desarrollada en 2012 e invitar a los músicos amigos testigos de excepción de mis directos en la terraza para que hablasen también de sus propias experiencias ese año.

Antes de desgranar el disco, resaltar la presencia del ya citado Iván Ferreiro, junto a su hermano Amaro, como banda para la grabación del disco, con la participación también de Martiño Toro y Daniel Díaz. ¡Es tu turno para dedicarles piropos varios! ¿Será también tu banda de acompañamiento en los próximos bolos, al menos en la gira junto a Iván?

Ahora estoy tocando con Martiño y David Rial, que es teclista y trompeta, en formato trío y nos gusta mucho cómo suena todo solo con estos instrumentos y todos los efectos que usamos. El formato de banda completa está ahí, pero tal y como están las cosas hay que llevar montajes poco costosos y reducir gastos… (risas).

El disco arranca con “Psicofonia en Fa M”, tema de ambientación e instrumentalización añeja, un cruce entre pasajes litúrgicos y cabareteros, de aire recogido. Fascinante, tal cual, es “Drogas (2.0)” y sus efectos de guitarra y ambientes, otorgando retazos de luminosidad a una pieza de nuevo de estética intimista. Se trata de temas muy bien construidos, con algo de psicodelia y pop británico de los 70. ¿Cuánto tiempo dedicaste a la composición de los siete cortes que conforman este “Poetas & Motocicletas”?

Tenía bastantes temas, pero me decanté por estos siete porque pensé que eran suficientes y ellos mismos ya formaban una buena unidad. Yo sigo pensando en discos (vinilos) como unidad de medida de la creación sonora. La elección fue bastante fácil y supongo que los descartes los subiré a mi web y a las redes sociales para darles luz pública como se hacía con los antiguos singles y/o rarezas…

La también ambiental “Plutón” atrapa, y de qué manera. Seguro que el maestro Bowie la daría el notable. Hermosa de nueva la arquitectura sonora (esas teclas de Iván) y su juego en la letra entre situaciones cotidianas y “cósmicas”. “Ojos gris metalizado”, jugando con la misma interacción entre realidad y fantasía, apuesta por una mayor aura pop. “Poetas y Motocicletas” tiene para mí un aire muy cincuentero y sesentero, lánguido… ¡muy bonito, vaya! Uno de los cortes del disco, sin duda. El álbum, a mi juicio, es la suma de una instrumentalización de 10 y unas letras muy, muy buenas. Imagino que estarás más que satisfecho de que no cojee por ninguna de esas dos patas.

¡Muchas gracias! Me parece fundamental que las letras y la instrumentación se encuentren a la par. Queríamos, además, que el sonido y algunas de las texturas se acercaran un poco a los discos clásicos de finales de los 60 como el “White álbum”. Los mellotrones y las guitarras al revés y toda esa ambientación resultó ser necesaria.

“Basura espacial” y una etérea “M.I.L.F” cierran el álbum… que se hace corto. Por lo que has comentado antes de tus charlas recientes con Iván, ¿tienes en mente ya un nuevo disco, o prefieres centrarte en los proyectos más inmediatos, en este caso la gira junto a Iván Ferreiro?

Estoy preparando ya el siguiente álbum, que igual es doble porque éste es bastante breve (risas). Me encanta grabar en casa y siempre que puedo me encierro y no paro de jugar con las nuevas chorradillas que voy incorporando al equipo. Es cuestión de tirarte las horas encerrado y disfrutar grabando para que luego te rodees de gente llena de talento y todo acabe siendo un disco. Es fabuloso y quizás la parte que más me gusta de este trabajo.

Como apuntaba antes, vas a tener la posibilidad de hacer algunas presentaciones de “Poetas & Motocicletas” junto a Iván Ferreiro dentro de su gira “Historia y Cronología del mundo”: las ya realizadas en la Sala Razzmatazz (Barcelona) y La Riviera (Madrid), y las del 15 de noviembre en la Sala Capitol, de Santiago de Compostela, el 16 de noviembre en el Pazo da Cultura, Pontevedra, y por fin el 30 de noviembre en el Kafe Antzokia de Bilbao. ¿Consideras esta gira, además de una oportunidad de disfrutar de la compañía de Iván, como una posibilidad también de atraer al público que acuda a verle?

Se trata de ambas cosas: de atraer público y de disfrutar de la experiencia en sí con el resto de la gente que se mueve en esta gira. Son grandes conciertos y no suelen ser los aforos a los que estoy acostumbrado, pero es terriblemente apetecible, divertido e ilustrativo, lleno de anécdotas y momentos mágicos.

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