Bloodshot Records: Sangre, sudor y lágrimas americanas

Texto: Txema Mañeru.

El sello de Chicago BLOODSHOT RECORDS (que actualmente trabaja aquí con Bertus Distribution) se acerca ya a los 20 años de vida. En sus primeros años estuvo más básicamente consagrado al “Americana” o al country alternativo. Lo que sí es cierto que se ha movido por el rock y la música de raíces americana y lo siguen haciendo. Por su equipo han pasado, o siguen, luminarias como Neko Case, Alejandro Escovedo, Kelly Hogan, Supersuckers o Chip Taylor y en momentos puntuales hasta Graham Parker o Giant Sand. Buena muestra de todo ello es el reciente, todavía, “BLOODSHOT RECORDS SAMPLER 12” con 22 artistas entre los que aparecen también Andre Williams, Justin Townes Earle, Firewater, Rosie Flores, Waco Brothers, Scott H. Biram, Maggie Bjöklund, Old 97s o Wayne Hancock. Ahora, con las miras musicales más ampliadas, llevan un año excepcional con excelentes trabajos para DEADSTRING BROTHERS, JC BROOKS, LUKE WINSLOW-KING, HA HA TONKA, EDDIE SPAGHETTI, BARRENCE WHITFIELD o el más veterano en el sello y magistral ROBBIE FULKS. Por el comenzamos con este merecido repaso a tan destacado sello. Tienes toda la información con respecto a estos y otros interesantes artistas en www.bloodshotrecords.com.



ROBBIE FULKS: “GONE AWAY BACKWARD”

Ya en el año 96 debutó con Bloodshot este gran cantante y compositor de country bizarro llamado ROBBIE FULKS. Lo hizo con el irónico “Country Love Songs”. Para su tercer y sensacional disco, “The Very Best Of Robbie Fulks” contó ya con la producción de un “fan” de renombre y prestigio como Steve Albini, que en principio parece alejado de sus territorios más “campestres”. ¡Pero bueno, es que hasta Buddy Miller se ha declarado fan impenitente suyo! Vamos que si no lo conoces aún, ya estás tardando en hacerte con este sensacional “GONE AWAY BACKWARD”, de nuevo con la mágica, pero sencilla y efectiva producción de Steve Albini. Su excéntrica y atractiva personalidad sigue dominando en una sonoridad mayormente acústica, como acostumbra en la mayor parte de su extensa trayectoria. Repasa sus raíces para narrarnos el declive de las pequeñas ciudades y del campo estadounidense. Le acompañan curtidos músicos con banjo,violín, mandolina y contrabajo. Le arropan también buenas voces que remarcan la personalidad y estilo de la suya propia. Se nos muestra con rabia y con su guitarra matando fascistas en la inicial “I’ll trade you Money for wine”, muy bien arropado por un exquisito violín, muy presente en todo el disco por otro lado, o en “When you get to the bottom”, puro country clásico con guapos coros. Algo similar sucede con “Imogene”, un blues lento bien ribeteado por el melancólico (en este caso) violín. El bluegrass y el hillblly más tradicional se hermana en los temas más campestres como “Long I ride” o “Sometimes the grass is really greener” en los que el banjo campa a sus anchas. También nos arrulla mostrándonos su lado más familiar y autobiográfico con baladas como “Guess I got it wrong” o “That’s where I’m from”. Se ve claramente de dónde es y a dónde va al escuchar estas sentidas y emocionantes canciones. ¡Hacía tiempo que le había perdido un poco la pista y ha sido genial regresar a tan excepcional trabajo y a tan especial artista!



BARRENCE WHITFIELD & THE SAVAGES: “DIG THE SAVAGE SOUL”

Seguimos con otro veterano como es BARRENCE WHITFIELD & THE SAVAGES. Han transcurrido casi 30 años desde que ganaran hasta 7 premios como mejor banda de Boston, pero si escuchamos este “DIG THE SAVAGE SOUL” queda bien claro que siguen estando entre lo más granado de esa rockera ciudad. Competían con The Lyres o DMZ, pero es que en la guitarra estaba y sigue el gran Peter Greenberg que también pasó por dichas formaciones. Soul, R&B, garage-punk, y blues con actitud punk que viaja desde Howlin’ Wolf y Chuck Berry hasta desembocar en los White Stipes o los Black Lips, pasando por los Sonics. Claro que sin dejar de lado nunca el lado más negro de voces como las de Ray Charles o Little Richard. Comienza la fiesta con “The corner man”, un arrollador garage-punk entre los Sonics y los Fuzztones. Estalla ya su desgarradora voz, los magníficos punteos de Greenberg y el omnipresente y brutal saxo de Tom Quartulli. ¡Ya vale todo un disco! En “My baby didn’t come home” o en “Hey little girl” tenemos R&B bailable con gotas soul y buenos vientos. Se dice que fueron al R&B lo que los Cramps al rockabilly y a ellos se acercan en ese r’n’r sucio que es “Dadd’s gone to bed”. Otro momento cumbre es el brutal y poderoso góspel, “I’m sad about it” de Lee Moses. Para el final otra gran andanada como es “Turn your damper down” con más rabia y más gritos al cantar y con ese saxo que suena otra vez claramente arrebatador. ¡Como Barrence y su voz, como todo el nuevo y gran disco!



HA HA TONKA: “LESSONS”

Saltamos ahora a un grupo más joven de Missouri como son los HA HA TONKA. Yo los descubrí con su segundo y gran disco del 2009, “NOVEL SOUNDS OF THE NOUVEAU SOUTH”, ya en Bloodshot y ya con su peculiar fusión de rock americano de raíces y el indie más actual. Citaba entonces a Neil Young, WovenHand, Fleet Foxes, Pearl Jam o Kings Of Leon. Ahora desde su sello y para este cuarto “LESSONS”, los sitúan en un punto casi imposible entre los Alabama y los Arcade Fire. Yo los veo más cercanos a manipuladores del rock de raíces de ayer y de hoy como los Camper Van Beethoven o los Blitzen Trapper. Y sí, en muchos momentos como en la inicial “Dead to the world” o en “The past has arms” (aquí hasta con ese leve ritmo ska-country a la guitarra) se nos muestran coloristas y exuberantes como los Camper Van Beethoven o ciertos momentos de Cracker, sus herederos. En la estupenda “Colorful kids” muestran la garra y la épica de los más agresivos The Gaslight Anthem o del Bruce Srpingsteen de “The Rising”. Alucinas con el crepuscular lento “Synthetic love” que luego explota con duras guitarras para recobrar de nuevo la calma. Los aires a los estupendos Blitzen Trapper son palpables en las guitarras ácidas y estridentes de “Lessons” con su repetitivo estribillo. También en el rock ácido con violín y rica instrumentación de “Terrible tomorrow”. No faltan los toques de pop caleidoscópico con raíces al estilo del “Summerteeth” de Wilco en “Rewrite our lives” o el country-pop sideral y pegadizo de “Pied pipers” de nuevo entre los de Jeff Tweedy y los Blitzen Trapper. ¡Denso, colorista y hermoso!

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