Texto: Carlos Molina.
Xoel López pondrá fin este sábado en La Riviera madrileña a su gira Atlántico 2012, en la que ha presentado su pedazo trabajo del mismo nombre. Un disco algo diferente, aunque no tanto, a lo que había sido su carrera hasta ahora. Hablamos con él antes de que suba al escenario para poner punto y final a este tour.
De tus primeros pasos en el mundo musical, ¿qué señas de identidad consideras que se mantienen en este trabajo, Atlántico?
La verdad es que muchas. En lo personal, la pasión por la música y la vida. Es algo que no se puede separar. El deseo de expresarme a través del lenguaje musical sigue intacto. Quizás me cuesta menos hacerlo ahora, antes tenía que traducir más lo que sentía y cómo contarlo porque no dominaba tanto la instrumentalización, la composición o las palabras. En ese sentido, ahora estoy más a gusto. También hay una forma de hacer canciones que tiene que ver con el pop, o el folklore, que es una estructura bastante sencilla, y en ese sentido hay cosas de temas míos de hace unos años y de este disco que tienen bastante que ver. Otra cosa es que la edad no pasa en balde, como las cosas que cuento, y cómo se cuentan. No es lo mismo tener 17 años, por ejemplo, y la urgencia o el sonido más guitarreo o acelerado, y el ritmo más pausado que tengo ahora.
Eres un artista libre. En este álbum apuestas por pinceladas de muchos sonidos. Hay ecos hasta casi medievales, convirtiéndote en una especie de juglar, sonidos rancheros… Lo has puesto difícil para etiquetarte.
En lo musical sí que hay pinceladas de músicas antiguas. Nadie me lo había dicho hasta ahora, pero te doy la razón, incluso de sonidos medievales. Al final, volvemos a lo de antes, es canción popular, y eso se nota. Las canciones han sido muy parecidas desde hace 10 siglos hasta ahora: letras que cuentan un sentimiento o algo que pasa alrededor y que conectan con gente que se identifica con ellas. No va más allá de eso. Yo no hago música culta, que dicen algunos, no me meto con sinfonías o cosas así, sino que realizo canciones populares con algunos arreglos. Canciones más o menos sofisticadas, pero sencillitas.
En el fondo, lo que define a este disco es su universalidad, no es ni de aquí, ni de allá, como dices tú mismo, hay pinceladas de cosas, no hay ninguna estación de destino. Para definirlo, más que buscar estilos, habría que señalar que es un álbum sin estilos. Hay gente que comenta que es un disco en el que rompo con lo anglosajón, pero no lo veo así. También hay detalles anglosajones en él, y de todas las músicas que he escuchado a lo largo de toda mi vida, pero muy diluidas, hasta conformar un sonido que podríamos denominar como muy personal. Lo que hago ahora no sé ni lo que es, hago lo que me sale.
Un álbum bonito. En sonido y letras. Pueden ser canciones sencillitas, pero la sencillez no está reñida con lo trabajado.
Eso es. No es que no haya una profundidad, sino que la forma de las canciones sí que es sencilla.
¿Qué es lo primero que te dijo Juan de Dios cuando escuchó las maquetas, y qué crees que es lo que más hay que destacar de su trabajo?
Yo tenía, como casi siempre, bastante claro lo que quería. Lo que pasa es que Juande, que es un gran amigo y compañero en mil batallas musicales, es el que mejor sabe traducir lo que yo tengo en la cabeza y llevarlo al disco. Necesitaba que hubiera un cierto control, ya que estaba haciendo cosas que no había realizado hasta ahora, como sustituir baterías por percursiones, o grabar mucho con guitarra española. Además, también es músico, por lo que entre los dos arreglamos casi todo. Me pareció interesante que viniera a Buenos Aires y que así me diera una visión más de aquí, porque estaba tan metido en mi viaje que necesitaba un referente de mi vida en España, de mi pasado. Ha sido más fácil de lo que podía esperar. Me encanta trabajar con él, porque tengo una confianza total en su persona.
Respecto a La Caravana Americana, hay un documental sobre esa gira en ciernes y, de hecho, hasta se ha apuntado que podría ver la luz a lo largo de este año. ¿Qué nos puedes comentar al respecto?
En realidad, se presentará ya el año que viene, porque su gestación está siendo muy complicada. Hay muchas imágenes para seleccionar, demasiadas experiencias vividas tanto en América como en España. Está costando visualizar tantas horas de grabación y darles un sentido para el público. En eso están, porque yo ya me desvinculé del proyecto al entrar a preparar este disco, Atlántico, meterme con la promoción, ahora la gira… así que ahora está en manos de Esmerarte, la productora de mi manager, y son ellos los que le están dando un enfoque más desde fuera. Nosotros, al haber formado parte de esa Caravana, habíamos perdido algo de objetividad. Creo que ahora puede quedar algo más asimilable para el resto de la gente.
Comentarios