AER: “Recuerdos del Futuro no es un disco de usar y tirar porque siempre te da algo más”

Hermosamente extraño, maravillosamente cautivador. Así es Recuerdos del Futuro, álbum con el que AER se reivindica como uno de los artistas (y grupos) a tener más en cuenta del panorama musical patrio. Apunten esta fecha: este jueves, 7 de junio, estarán en 40café, a las 22,30horas (Concierto-Presentación 2º Videoclip). Dicho queda.

Ecléctico el disco que has regalado en este debut como AER. Antes de introducirnos en él, me gustaría que nos resumieras los proyectos musicales (El Polaco, bandas sonoras diversas para cine y teatro) en los que te fogueado antes de dar vida a AER.

El Polaco fue una banda que formé hace años en Zaragoza, con cierta repercusión pero que, al no contar con el apoyo adecuado, terminó por disolverse. Entonces, me mudé a Madrid y me comprometí con diversos proyectos teatrales, entre otras cosas dos Novelas Ejemplares de Cervantes (adaptadas por Pepe Ortega) que tuvimos la oportunidad de presentar en Münster, París, Alcalá de Henares y Almagro. También creé la banda sonora para la película W.C., el primer largo digital vía satélite. Encuentro que es muy interesante componer para otros y tener que adaptarse a unas exigencias, porque te obliga a explorar otros mundos que no hubieras explorado por voluntad propia. Pero durante todo ese tiempo, hiciera lo que hiciera, nunca he dejado de componer para mí.

La idea de AER se precisaba desde hacía tiempo como una absoluta necesidad, faltaba sólo dar con los músicos idóneos. Hoy es una realidad.

Cada uno de los miembros de AER tiene su propio recorrido. Fernando Pedrajas, el guitarra, tocaba en Delamarca. Jesús Sancho, el bajista, cuenta con experiencia en diversos grupos, igual que Ignacio Jiménez, el batería que daba clases en la academia de Eric, el de los Planetas. Los admiro mucho como músicos y estoy muy orgulloso de la banda que hemos formado.

¿Qué supone para ti AER en tu carrera musical con respecto a estos anteriores proyectos citados?

Supone muchos pasos más hacia una consolidación. Supone haber conocido a unos productores que nos han llevado por un camino de trabajo con excelentes resultados. Supone mucha claridad, sencillez y coherencia.

¿Satisfecho por las notables críticas y las expectativas que ha levantado Recuerdos del Futuro entre la prensa nacional?

Que los profesionales valoren el disco es una satisfacción de las más grandes. Está teniendo muy buena acogida, pero esto no es más que el principio. Ahora falta que la gente lo escuche, que nos pinchen mucho en las radios y que eso provoque ganas de venir a los directos, que es lo que más nos gusta.

Del mismo modo, como has apuntado antes, también eres actor, habiendo actuado en los prestigiosos Veranos de la Villa con las no menos prestigiosas obras Rinconete y Cortadillo y El Licenciado Vidriera. ¿Hasta qué punto tu experiencia dramática es explotada también en los directos de AER? ¿O consideras que son campos diferentes que tiendes a separar?

Al margen de las obras que mencionas, siempre me ha gustado investigar con el clown. Todos tenemos un clown más o menos escondido y se trata de dar con él, de recuperar una ingenuidad perdida. Para eso me ha ayudado mucho María José Sarrate, que ha sido mi maestra y quien más ha creído siempre en mi vena actoral. Pero para mí lo más importante siempre ha sido la música, y aunque le he sacado partido a la experiencia como actor, siempre la he puesto al servicio de la música. Durante un tiempo, las dos vertientes me entorpecían en cierto modo, creando conflicto; pero hoy me ocurre todo lo contrario y ambas cosas me sirven y las tengo muy integradas.

AER nace en 2009, y es tras veros en un bolo madrileño, cuando los afamados Manuel Colmenero y Javier Carretero se interesan por la banda. ¿Hasta qué punto son ambos importantes para la trayectoria de AER?

Como te decía, han sido esenciales, no sólo en la producción del disco (que es excelente), sino también en el apoyo y la seguridad que nos han hecho sentir.

Del mismo modo, ¿qué destacarías de los músicos que te acompañan en esta andadura - Jesús Sancho (bajo), Ignacio Jiménez (batería) y Fernando Pedrajas (guitarra)-?

Todos son músicos muy experimentados y eso, a la hora de trabajar juntos, se nota. Es de las cosas que más valoro porque se traduce en una calidad sonora. Me encanta el sonido que consigue Fernando con su guitarra (que se ha fabricado él mismo). Hay canciones, como "Sabíais que", o "Doble Filo" en las que encuentro que se aprecia particularmente esta sensibilidad suya. El bajo de Jesús es muy sólido; él tiene un lado muy cool, con groove que aporta mucho al disco. La batería de Ignacio es cada vez más rock y su pelo cada vez es más largo.

¿Cuándo comenzaste a trabajar en este álbum, y cuánto tiempo ha llevado tanto su composición como la grabación?

No nació de la noche a la mañana y todo lleva mucho tiempo de gestación. Algunos temas son más antiguos, otros más nuevos; depende. La composición no es algo que tomes en un momento dado y hagas así, de corrido y luego basta. Aunque a veces hay temas que nacen de sopetón, como si fuera una sacudida, y salen redondos; lo normal es retomarlos y abandonarlos varias veces antes de quedar satisfecho.

Por suerte yo tenía muchos temas donde elegir y a eso nos ayudaron mucho los productores. Empezamos a trabajar concentrados en el disco en 2011. Primero nos encerramos en el local y después, en el estudio durante tres meses.

Antes hablábamos de Manuel y Javier, y su importancia en la carrera de AER. ¿Qué es lo que más valoras de su producción para este trabajo, Recuerdos del Futuro?

Aclarar todas las ideas y corrientes desintegradas en mis canciones y dotarlas de coherencia, de fluidez, de naturalidad. Elegir el repertorio, cortar el bacalao, en definitiva, esa tarea me resultaba muy difícil de realizar a mi, demasiado metido en el bosque para ver los árboles. Intensificar mi trabajo, aunque costoso, también ha sido una satisfacción. Ayudarme a elegir mi sonido concreto entre la eléctrica y la española. Aunque en esto Fernando Pedrajas también me ayudó mucho.

El disco es variado, poliédrico en sonidos y con unas letras profundas, como profundamente cantadas. Buen ejemplo es “Todo se puede arreglar”, con sus guitarras y ecos. Se habla de sonido británico con numerosos aderezos ibéricos (véase, o mejor dicho, escúchese, la extrañamente rumbera “Coche”) para hablar de este primer disco. ¿Estás conforme con esta breve definición?

No buscamos definirnos con ninguna etiqueta porque pensamos que lo que hacemos es realmente singular. Lo de las letras profundas es cierto: logran arrancar una reflexión, un sentimiento, una sonrisa; tienen el poder de irse transformando a medida que las escuchas. Varias lecturas son posibles. En ese sentido, no son nada planas ni estáticas, sino todo lo contrario; poliédricas, como dices. Lo de los aderezos ibéricos se debe al ritmo de rumba que interpretamos a nuestra manera en dos canciones. Quizá porque una de ellas es "Coche", nuestro primer single y el que más se ha oído hasta ahora, eso ha sido lo que más ha retenido la gente. También nos ha relacionado con grupos británicos como The Smiths, e incluso con otros que ni siquiera conocía.

Los temas crecen con cada escucha. Y cuando enganchan, lo hacen pero bien, como ocurre con la acelerada “De verdad” o esa cautivadora “Sabías que”, con sus aires de vals. Hilando con la pregunta anterior, lo cierto es que si algo caracteriza el álbum es su carácter variopinto, con una propuesta no muy común en nuestro país. ¿Consideras que es así, que te ha quedado un trabajo con una gran personalidad?

Sin duda. No es posible de otro modo. Cuando escuchas el disco completo te das cuenta de cuál es su unidad. No hay nada de anecdótico, ni de relleno. De hecho, a todo el mundo le resulta corto. Y entonces lo escuchas otra vez y descubres algo nuevo que no habías oído a la primera, y así y así. En fin, que no es un disco que se agote, no es de usar y tirar porque siempre te da algo más.

Hay varios hits, pero “Coche” está pegando bien fuerte. ¿Qué querrías subrayar de esta canción?

Esta canción es sincera, no hay juegos de palabras, no hay palabras puestas para ser ocurrente. Son palabras que significan, que narran de un modo poético un estado auténtico. Lo que quiero decir ya está dicho ahí, tal cual… Y si lo piensas bien, no poderte comprar el coche es una tragedia, una negación absoluta. Claro está que quizá esta negación traiga consigo la liberación.

Tenemos ganas de escuchar cómo suenan éste y el resto de los temas en directo. ¿Cómo vais a estructurar el repertorio de estos directos? ¿Incluiréis alguna versión?

En los directos incluimos temas que no están en el disco, pero todos son nuestros. Alguna versión estamos pensando que caiga, pero todavía no está decidida qué canción, ni de qué artista.

Desde Orpheo, nos gusta mirar a las diferentes escenas del país. Desde tu experiencia en Zaragoza y Madrid, ¿qué bandas de hoy y siempre aragonesas y madrileñas sigues o has seguido?

De siempre, The Brighton, Los Nikis, Héroes del Silencio, La Unión, Último de la Fila, Sobrinus, El Niño Gusano. De hoy, Vetusta Morla, Rosvita, Charades, Pony bravo, Picore, Sr. Chinarro, algo de Luis Brea, algo de Mikel Erentxun…

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