Caustic Roll Dave: "Long Term Music" (Por Txema Mañeru)


Me gustó cuando escuché a Caustic Roll Dave, hasta empezando por el nombre. Me gustó su disco autoproducido y, como ha tenido cierta repercusión en su ámbito, ahora ha sido fichado por el sello Philatelia Records que tiene ya propuestas como Mondo Fumatore, RuinMan, Mondomarc o Murmur (te puedes informar de todo lo concerniente a ellos en www.philateliarecords.com). Este llamativo nombre oculta al cavernícola catalán David. Él solo se bastó para crear un debut tan apreciable y especial como es "Long Term Music" (Please Play Louder Productions / Philatelia) lleno de sonidos crudos y blues de las cavernas.

Se encarga de tocar, aporrear o arañar un buen puñado de instrumentos y solo cuenta con alguna ayuda muy puntual como la batería en “The music”, un corte rugoso que parece fusilado del “Swordfishtrombones” de Tom Waits. Otra minúscula ayuda viene en forma de banjo y da un toque especial al arcaico blues de “Tomorrow”, que me recuerda al primer y más rudimentario The Legendary Tigerman (francotirador del blues enrolado en Munster Records con el que guarda muchos puntos de contacto).

Anteriormente, David estuvo en Riverside Speedway y, al parecer, sufre desde la infancia una extraña enfermedad denominada síndrome de Clarksdale. Pero eso no se nota cuando escuchas sus rudimentarias, pero llenas de sentimiento, canciones. El tío también toca sin parar y te puedes informar sobre él y de paso contratarlo en www.causticrolldave.com. El tema "Long Term Blues" es una locura repleta de blues arrastrado entre los Stones y Jeffrey Lee Pierce. También mete armónica y alucinantes beats caseros en “Lord, don’t I wanna die alone”. Me flipa también “Odd song”, en la que se nos muestra más acústico, pero a un tiempo oscuro y con aromas swamp de algún maloliente pantano. "The distance” es el tema más inquietante, misterioso y electrónico y “Long drive” el más reposado.

También podemos decir que se trata de un blues algo más convencional, aunque esta palabra está algo reñida con este disco. Podemos destacar los enigmáticos punteos de “Lock of direction blues” o el prehistórico y rugoso final con “Down on the road”, que te puede recordar al Nick Cave de "From Her To Eternity" o incluso a The Birthday Party. Puede llegar a los que estén flipando con el blues del Pleistoceno que facturan los maravillosos Guadalupe Plata. Pero no acaba aquí la cosa ya que no le importa usar algo de electrónica ruidosa, algún fraseo o toque hip-hop y hasta algunas gotas de lisérgica y ácida psicodelia. ¡Te recomiendo que escuches esto a tope de volumen y, si no te contagias, es que no tienes, ni conoces, el blues!

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