The Good Company: Rock con gusto por los matices


"28" supone el debut de The Good Company, banda integrada por Sergio Pueyo en las voces, Víctor Ordoñez en la guitarra y también voz, Jonay Ruiz como batería y percusión y Antonio Medina en el bajo, con la voz invitada de Chaxiraxi Gaspar. Un grupo que traslada a este primer largo un poso conceptual a través del viaje de una persona que desea dejar atrás las pesadas cargas de su existencia. Arranca el disco con una onírica “Endless”, con momentos guitarreros a lo U2, para enlazar con una cáustica “Sweet Stone”, extenso corte de más de seis minutos ora acústico, ora enérgico, con final de poso psicodélico. Su particular y atractivo viaje rockero les lleva a abrazar instantes electrónicos a lo Depeche Mode (“A city shines”), un pop casi folkie de bellos coros y lánguidos pasajes (“Unweighted”), sin olvidar virajes etéreos como “Unkind”, con la bella voz en los coros de Chaxiraxi Gaspar. Hablamos con su vocalista de este y atractivo álbum.

¿Quiénes componéis actualmente The Good Company y cuáles fueron vuestros proyectos musicales anteriores a la creación del grupo?

La formación actual es algo que va variando dependiendo del concierto. Yo (Sergio) toco en El Gel de Onán, que antes era Onangel. También tocaba con Negritos, un grupo argentino-catalán, y bueno, anteriormente a eso llevo toda la vida tocando en bandas. Víctor antes de formar The Good Company tocaba en Link.

“28” es vuestro primer disco. ¿Hubo alguna demo anterior al lanzamiento del mismo?
La verdad es que lo primero que hicimos fue grabar el disco. Nos lo tomamos con calma, fue un proceso largo, pero no grabamos ninguna demo antes.

El álbum tiene un poso conceptual que da una cierta unidad a sus diez temas. Unos cortes en los que decís que el futuro se ha ido y parece que hay una apuesta sólo por el rock and roll. ¿Qué podéis decirnos de esa historia que hay detrás del LP?
Es la historia de una persona que intenta vivir su vida sin caer en las trampas que nos inculcan hoy en día desde que vamos a la guardería. Lucha por ser el mismo, por hacer lo que le manda su corazón, por seguir sus valores… pero claro, se encuentra con que ser así en esta sociedad no es del todo fácil.

Los temas están muy trabajados y son muy eclécticos en su misma concepción. De este modo, pasáis de una onírica “Endless” a la enérgica, acústica y psicodélica “Sweet Stone”, sin olvidar abrazar la electrónica en cortes como “A city shines”. ¿Os costó mucho desarrollar los temas del disco?
Algunos más que otros, pero por lo general teníamos las cosas bastante claras en ese sentido desde el principio. Al componer una canción, ella misma te lleva hacia un lado o hacia otro; nuestra función es saber entender lo que nos pide.

¿Cómo fue la grabación del álbum, y quién fue el encargado de llevarla a cabo?
La grabación la hicimos a base de coger aviones para poder movernos entre Barcelona y Las Palmas. Incluso alguna pequeña toma la grabamos por Internet y nos la pasamos por mail. Víctor fue el productor principal. Cuando ya nos sentimos satisfechos con el material que habíamos grabado, fuimos a Infusiones Musicales, en el Masnou, donde Ricky Falkner nos echó una mano con las mezclas.

Se habla de grupos y artistas tales como Pink Floyd, Radiohead, Bowie (en la dramatización de los directos…) para hablar de influencias detrás de The Good Company. Yo también veo guitarras a lo U2 o posos electrónicos a lo Depeche Mode. En cualquier caso, vuestro rock es rico en matices. ¿Cómo os gustaría definir vuestra propuesta musical y cuáles son vuestras bandas y artistas favoritos?
Tocamos un rock que a los heavies les puede parecer algo pop, y como dices nos preocupamos mucho por los matices, por la producción de los temas, por los sonidos y por los arreglos. Nos gustan bandas de todo tipo de estilo, pero ahora mismo escuchamos mucho Wilco, Elvis Perkins, los Beatles, Miles Davis…

¿Cuáles son vuestras expectativas con este disco, “28”?
Pues principalmente que gracias al disco podamos movernos un poco por ahí para presentarlo -y presentarnos- en directo.

Habéis podido actuar en el Womad y en el Eólica. ¿Cuántos conciertos lleváis acumulados, y cómo os gusta enfocar vuestros directos? ¿Hay espacio para alguna versión en vuestro repertorio?
No te creas que llevamos muchos conciertos tocados… no sé, a lo mejor debemos llevar unos 15 más o menos, de los cuales 4 ó 5 han sido en festivales. Solemos preparar cada concierto de manera individual, o sea, dependiendo de la infraestructura del sitio donde vayamos a tocar y del presupuesto que haya. Si tocamos en un escenario más o menos grande y nos lo podemos permitir, probablemente seamos 6 ó 7 tíos tocando -o representando- los temas. Si el garito es más bien pequeño y no se puede hacer mucho ruido, tocamos Víctor y yo en formato acústico-electrónico. Pero a partir de ahora, creo que como más tocaremos será con la formación clásica de The Good Company, es decir, 4 tíos en el escenario tocando rock.
Respecto a lo de las versiones, hemos hecho alguna de Bowie o de Arcade Fire, pero no es algo habitual en nuestros repertorios.

Siguiendo con los conciertos, ¿qué fechas tenéis cerradas para los próximos meses? ¿Existe la posibilidad de veros por Bilbao?
En Enero estaremos en el Costello y en el Fnac Callao y Triangle (Madrid y Barcelona). A partir de ahí, intentaremos movernos por las máximas ciudades posibles. Nos encantaría hacer algo en Bilbao, por supuesto, esperamos estar allí lo antes posible.

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