Bunbury en Donosti: "Crecido"

Comencemos por el resumen. ¿Que qué tal fue el bolo de Enrique Bunbury en Donosti, dentro de su gira Hellville de Luxe? Tremendo, entre los tres mejores que servidor recuerda haberle visto desde que iniciara su carrera en solitario (y son ya casi diez). ¿Es su nueva banda mejor que El Huracán Ambulante? Sí. Y no. Porque, en realidad, es un concepto diferente, y como tal hay que tratarlo. ¿Disfrutó el gentío asistente? Así es. Los cerca de 2.000 asistentes (3.500 según un medio local… bueno, yo siempre he sido de letras, quizás fueron tantos) vibraron con los temas más animados y acompañaron con un, en general, respetuoso silencio a los más acústicos y emotivos (impresionante la ejecución de El Porqué de tus Silencios, por ejemplo).

Recapitulemos. La gente del este fanzine, muy bien acompañada por un par de amigos y una simpática muchacha, partimos hacia San Sebastián para tener una fortuna increíble y poder aparcar a escasos doscientos metros del Velódromo de Anoeta. Entramos a un bar repleto de asistentes al derby futbolero entre la Real y el Eibar y mientras degustamos unos bocadillos tenemos la oportunidad de charlar con el simpático Santi Rex (Niños del Brasil), que nos comenta que ha visto a Bunbury durante la prueba de sonido “con muchas ganas”. Barruntamos que puede ser un gran concierto, así que a eso de las 21: 30 horas nos decidimos a entrar al Velódromo para ver si podemos hacernos con un buen sitio.

Y ante nuestra sorpresa, no nos cuesta nada. Unos amigos ocupan la primera fila y podríamos haber entrado tranquilamente hasta ella. El ambiente, sin ser desolador, dista mucho del que nos esperábamos (el Velódromo de Anoeta es amplio de narices), y aunque el escenario está emplazado frente a una sola grada, hay muchos huecos en la pista y apenas unas decenas de butacas cubiertas. Por suerte, entre la compra de una camiseta y el encuentro con el amigo Juan Garrancho, uno de los artífices de http://www.bunburyclub.com/, el recinto va recibiendo a decenas de seguidores del maño hasta completar una imagen bastante más ajustada a la capacidad de atracción de un Bunbury que, llegada las diez de la noche, no se hizo esperar.

Bajo los acordes de “El Club de los Imposibles” ocupó el escenario la banda al completo (un extrovertido y bailongo Alvaro Suite embutido en un imposible traje situado junto a un más reservado Robert Castellanos, con Ramón Gacías moviendo el motor, un risueño Jorge Rebenaque en el teclado y un serio pero increíble Jordi Mena en las seis cuerdas). Bunbury salió raudo y veloz dispuesto a demostrar que iba a ser una velada especial. Tenía razón Santi Rex. Al zaragozano se le ve con ganas, y si hace unos días confesaba a Buenafuente estar viviendo un mal momento por los derechazos recibidos desde algunos medios, en Donosti se le veía crecido. Lo cierto es que no tiene nada que demostrar después de décadas de trabajo y éxito, pero transmitía una imagen casi amateur, como de un músico adolescente que sueña con comerse el mundo.

Tras el consabido saludo de “¡buenas noches, cabrones!”, el grupo acometió la célebre La Señorita Hermafrodita, a la que ni la reverberación del velódromo pudo frenar. Tras ella, doble turno para el Hellville, con la hermosa “Hay Muy Poca Gente” y “Bujías para el Dolor”, presentada de esta forma: “Donosti, muy buenas noches… venimos a presentarles un nuevo álbum, Hellville de Luxe, la Villa del Infierno de Luz, para los que no sepan idiomas del tercer mundo. Como van a comprobar esta noche es un disco de guitarras, así que una advertencia rápida para aquellos que ya no les guste el rock… esto les va a doler”. Por la respuesta del público, todos los allí presentes demostraron ser amantes del rock.

Después de este primer tramo de lujo, el maño interpretó “No fue bueno, pero fue lo mejor”, tema para el que reclamó un mayor aplauso hacia Nacho Vegas que el que la parroquia donostiarra dio en un primer momento. “Si alguien no sabe quién es Nacho Vegas, que investigue en el puto internet”, apuntó. Posteriormente, vendría una canción sobre “la capacidad de perdonar, que todos la tienen”, léase una acelerada “Sólo si me perdonas”, la pieza que peor ha resistido la incorporación a esta gira, perdiendo gran parte de su magia. Un breve solo de guitarra de Jordi Mena sirvió para introducir una emocionante “Sácame de Aquí”, coreada con fervor por los cientos de asistentes. “Como no todo tiene que ser triste en esta vida, tenemos alguna canción con esperanza, pero también ironía. La vida sigue”, aseguró Bunbury para ceder el testigo a esa oda a lo Tom Waits “Todos lo haremos mejor en el futuro”, que daría paso a una estupenda “El Extranjero” que, esta sí, ha ganado con la revisión realizada junto a su nueva banda. Impresionante. Una acertada “Desmejorado” sería la antesala de “Contar Contigo” y una estupenda “Infinito”, con Bunbury haciendo participar al público en el estribillo.

Un breve descanso acompañado de imágenes cinematográficas en las dos pantallas que acompañaban al amplio escenario sirvió para acelerar de nuevo el bolo con la esperada “El Hombre Delgado…” y la entusiasta “Sí”. Era la antesala del final del bolo, pero aún había mucho y muy bueno por disfrutar. “El Rescate” (que puso la piel de gallina) propició la presentación de la banda y una nueva muestra del buen humor con el que Bunbury afrontó este directo: “Algunos llevan un sombrero, pero ninguno se trajo la boina por lo que vi… sería el momento para quitársela para Ramón Gacías. Ya sea un sombrero o una boina, pero siempre hay que llevar algo a mano porque hay ocasiones en las que es necesario descubrirse, y ésta era una de ellas. Era su oportunidad, y la perdieron”.

“Apuesta por el Rock and Roll”
y una más básica “Lady Blue” dieron paso a un vaivén de tren que indicaba que “Que tengan suertecita” estaba presta y dispuesta para recalar en la estación sonora del zaragozano, a la que seguiría una hermosa “El Porqué de tus Silencios”, sin duda una de las joyitas de este último trabajo. Una pieza que consiguió obrar el milagro, callar a unas petardas (no precisamente adolescentes) que hicieron de varios tramos del bolo un suplicio con sus gritos de “¡guapo!” y sus peticiones de que Bunbury se quitara la camiseta. Cuando las contemplé atónitas y en silencio, disfrutando de la belleza de la canción, supe apreciar el poder de la buena música… y eso al zaragozano le sobra.

El concierto hubiera tenido con este corte un colofón perfecto, pero lo dicho, a Bunbury le gusta arriesgar y tiene cartas para ello. Cuando los presentes aún estábamos tarareando la hermosa letra de esta canción, el espíritu blues se apoderó del zaragozano, que entonó un sentido “God bless you!” y unos fragmentos de “Una Canción Triste” para presentar otra pieza de gran belleza: “El Viento a Favor”. Parece que el final se había cernido sobre la actuación, pero todavía quedaban varios presentes: “No Me Llames Cariño”, con un Bunbury viviendo la canción con gran dramatismo (mejor dicho, con aún más dramatismo) y despidiéndola con la frase “el amor en tiempos de cólera”. Y de ahí se pasaría a un tema para unos alborozados seguidores gallegos (“Canto el mismo Dolor”), una sentida “Y Al Final”, y un regalo más que obligó a la banda y a los técnicos a volver a sus puestos: “El Tiempo de las Cerezas, o la guinda a una excelsa actuación de dos horas y cuarto. Grande, Enrique, muy grande.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
: )
Anónimo ha dicho que…
uyy ke ganas tengo de verlo !!, muy buena la crónica. besos.
Anónimo ha dicho que…
Yo estuve allí,mi primer concierto de Bunbury y flipé!!!No se si dolió o no a quien no le gusta el rock pero fue un regalo digno de un genio para quienes nos late el corazón a ritmo de rock!!Además tuve la suerte de estar acompañada por unos expertos en el fenómeno Bunbury.Gracias!la muchacha.
Bruno Díaz ha dicho que…
Hola carlos soy juanra. el sabado tambien estuve en donosti.... y no tuve tanta suerte para aparcar y he de decir que tambien me enamoro enrique. de lo mejorcito que le he visto. Estuve en las gradas y alli alguna cancion atronaba de mas pero en general me impacto... sobre todo la nueva version del extranjero....sublime....lastima del lehendakari del moran. un placer leerte como siempre
Anónimo ha dicho que…
ha. ha! genial ! el resumen para los que aún no podemos contar con verlo.. esperando q venga rapidito a suramerica. q bacano eso de q termino la canción diciendo " el amor en tiempos de cólera" gran novela de nuestro escritos orgullosamente colombiano Gabriel Garcia Marquez. solcielo
Anónimo ha dicho que…
Aquella chica (y más de un chico)que resista un concierto de Bunbury sin dedicarle como mínimo un "guapo" seguro que tiene el corazón de escayola y no merece ninguna confianza... te sonará fatal pero además de un pedazo de cantante y un artista espectacular, es requete-guaaaaaapo!!!y lo demuestra en cada concierto.Me encantó tu crónica, saludos de otra petarda, que, por cierto, somos un montón.
Anónimo ha dicho que…
¡Hola, Anónimo! Gracias por tu post. Querría explicar lo de petarda(s). No entro en si Enrique es guapo o no (aunque por lo que he hablado en alguna ocasión con algunas amigas sí que por lo menos resultón), y que le llamen guapo una, dos o tres veces no sólo no me importa, sino que me parece genial. Pero ponte en mi lugar: tres chicas que no parecen saberse casi ninguna canción suya, que se meten a golpe de codazo después de muy comenzado el concierto en una zona en la que estaba situado con mi novia y amigos ante el malestar de la gente, que se ponen a gritar (mucho, muy alto, con voz chillona): "¡Tío buenooooo, guapoooooooo, qué cuerpo, quítate la camisaaaaaaaaa!" cada dos por tres, en mitad de las canciones, que se ponen a hablar como locas en los temas lentos... lo siento, pero con eso no puedo, no entiendo que haya gente que se gaste 32 euros y pase de tal manera de las canciones, faltando al respeto al artista y a los demás. Eso es para mi petarda. Seguro que tú no eres petarda, sino buena fan. Y con buen gusto, añado.

Espero que te pase más veces por aquí. Un saludo.
Anónimo ha dicho que…
Tienes razón, eso sí que es una clara falta de respeto, ya sabes...la flora y fauna de los conciertos, no fallan. Me alegro de que lo aclares y por supuesto que me pasaré, un saludo.
Anónimo ha dicho que…
Que ganas de que llegue
a Valencia!!

Fijo ke es digno de ver!
Vamos a flipar en colores voy acompaña por mi hijo Koke.

Besos y Abrazos a Ainara y Carlos.
Gracias por el trabajo que haceis!
Carliños te e visto en el video
tras Juan Garrancho.. El hombre de negro.. jajaja.
Rakel-Rakadel (Valencia)
juangarrancho ha dicho que…
Compañero Carlos!! Que aún no te había dicho nada de la crónica tan cojonuda que escribiste del concierto!!! Como siempre, estás hecho un fenómeno!!1 Macho, quien no fuera al concierto seguro que puede vivirlo casi como si hubiera estado allí. Para mí ha sido un placer revivirlo. Voy a poner el link en el boletín de noviembre que se me ha retrasado. Un abrazo muy grande compañero!! Ah!! y como no, fue un placer conocerte. Agur!!

Juan Garrancho