Wintercase 2007 en Bilbao: Intenso arranque del festival (Crónicas de Txema Mañeru)


Esta nueva cita del Wintercase tenía como cabezas de serie al combo más veterano del festival. Los galeses SUPER FURRY ANIMALS parecen (y son) una banda tremendamente actual y con plena vigencia, pero son ya 15 los años que llevan dando guerra con su pop psicodélico, toques country, orientales, electrónicos y sus destellos de rock progresivo. De hecho venían a presentar "Hey Venus!"(Rough Trade / Sinnamon Records), su octavo disco y desde ya uno de los mejores y más variados de toda su trayectoria. Esto quedó muy claro desde un principio porque se lo merendaron casi al completo y abrieron al igual que en el trabajo con el breve interludio melódico "The gateway song" a la que siguió la canción que sirve para presentar el festival, la estupenda "Run-away".

El escenario y sus trajes estaban adornados con los dibujos del artista japonés Keiichi Tanaami que son los mismos que adornan su última entrega discográfica producida por David Newfeld (Broken Social Scene). Además de sus trajes también llevaban guitarras acústicas decoradas con dibujos repletos de colorido o con el lema en castellano "brilla por su ausencia" con un cerebro dibujado al lado. Pero si que lo tienen, el cerebro digo y pronto llegaron también las rockeras guitarras de "Into the night", sin olvidarnos de esas preciosas armonías vocales que crean a lo Beach Boys que transmiten paz interior como en la estupenda "Show your hand".

Estructuraron su extenso y trabajado concierto en dos partes (como un partido de fútbol, dijo Gruff Rhys, descanso incluído) con mayor tranquilidad y sensibilidad pop en la primera parte. Por eso también en ella cayó la deliciosa balada "The gift that keeps giving" que en el último disco se abre con sitar eléctrico y "Battersey Odissey" con ese pop psicodélico rico en matices que emula al "Sgt. Peppers" de los cuatro de Liverpool. Cerraron la primera parte con su clásico "Recepticle" y volvieron muy rockeros con "Slow life" y comiendo zanahorias.
Gruff cantó también con su peculiar casco galáctico y pronto llegó "Baby ate my eightball" también de "Hey Venus!", y con unas voces juguetonas deliciosas al igual que "Neo Consumer" que podrían firmar los más rockeros E.L.O. Todavía quedó tiempo (tocaron dos docenas de canciones) para éxitos primerizos como "God! Show me magic" o la estupenda y divertida "Calimero". Ya en los bises la celestial "Hello sunshine" y la final "Cosmic trigger". Demostraron que siguen en plena forma y que son un grupo a no perder la pista. ¡Clásicos y en forma! Además tuvieron el detalle, como buenos galeses protectores de su minoritaria lengua, de comunicarse en euskera con el público, hablándolo y por escrito en sus peculiares carteles para anunciar el descanso o el final. ¡Unos tipos entrañables y accesibles!
Previamente abrió el dúo electro-rock neoyorquino RATATAT, reforzados para sus directos con un tercer músico al bajo. Su propuesta no tiene demasiado que ver con la de los Super Furry, pero demostraron ganas y actitud más rockera que electrónica. El teclista Evan Mast no paraba de arengar y moverse y la guitarra de Mike Stroud echaba humo en repetidas ocasiones. Desplegaron los incendiarios instrumentales de su sorpredente disco de debut, "Ratatat" y también del de su confirmación, "Classics" y calentaron el ambiente con su música para altas horas de la madrugada. Toques funk, guitarras a lo Jimi Hendrix, ritmos acelerados y mucho morro y diversión. Me gustaron, aunque las estrellas de la noche estaban por brillar aún.

Estupendo fue el arranque para la sexta edición del festival itinerante Wintercase. Festival que se va consolidando gracias a presentar muchas de las mejores jóvenes propuestas de actualidad combinadas con algún nombre de más peso histórico, honor que el pasado año correspondió a Violent Femmes y este año corresponderá a los galeses Super Furry Animals.

La grata sorpresa del día vinó de Tennessee de la mano del divertido quinteto HOW I BECAME THE BOMB. Aunque algunos se lo perdieron fue una gozada ver y escuchar su jovial set, ya que lo que vendría después, aunque intenso, tuvo un corte mucho más serio. Salieron ataviados como para la boda de Austin Powers y se emplearon a fondo desde un principio con los urgentes temas que conforman su espléndido y esperanzador debut, "Let’s go!" (Sinnamon Records). "Minute romance" es un romance vertiginoso como su música y como su concierto.

Gran pistoletazo al que sucedieron temas como "Killing machine" o "Fat girls talkin’ ‘bout cardio" con su divertida letra y su juguetón estribillo a lo The Buggles. Jon Burr se demostró como un amanerado cantante pero con buena voz de falsete y toques Rufus Wainwright. Sonaron glam con teclados y vocoder en "Secret identity", a caballo entre Soft Cell y Devo. Su grito de guerra, "Let’s go!", se repitió en "Bar song" y el trepidante single "Robo", que recordó a Gang Of Four, pero con los estribillos gomosos de The Cars. Algunas guitarras chispeantes y los teclados y saltos de Adam Richardson pusieron fin a una apreciable actuación y nos hacen esperar con avidez nuevos pasos del combo.

Luego salieron THE BOXER REBELLION y la cosa cambió. No extraña que hayan sido escogidos como teloneros para la gira de Editors, ya que tienen coordenadas musicales bastante similares. Presentaron los temas de "Exits", más algunos que entrarán en su próximo disco. Se vio que han mamado de bandas como The Chameleons (esas guitarras lacerantes), Echo & The Bunnymen o The Sisters Of Mercy, por esa voz profunda y grave. Fueron los que menos conectaron con el personal aunque acabaron redoblando percusiones al estilo Eyeless In Gaza.

Era el momento para las estrellas de la noche. EDITORS han sido criticados con dureza con su nuevo disco "And end has a start" (PIAS), pero en directo suenan creibles con gancho y con gran potencial comercial merced a la potente voz y presencia escénica de Tom Smith. Sus toques épicos y la grandilocuencia de temas como "Blood", "Bullets" o "Munich", coreados y jaleados por la sala casi llena, hacen que recuerden a Joy Division, Coldplay, Elbow o incluso U 2.

La sección rítmica tiene garra y empuje y la guitarra de Chris Urbanowicz teje bonitas telas de araña también en los nuevos temas como "Bones", "The weight of the world", "Smokers outside the hospital doors" o "When anger shows" con su potente estribillo para gozar en directo. Desde luego sobre un escenario funcionan y emocionan al público. El magnetismo de Tom Smith es innegable y pueden estar en la cresta de la ola durante bastante tiempo. Su solicitado bis fue un gran colofón a una noche variada y entretenida.

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