“Cowboys” , el cuarto disco de Gatoperro


Texto: Edu Gascón.

"Para mí es un disco de gente a la intemperie. De alguien parado en medio de una carretera que no ve el lugar de dónde vino, ni puede divisar el sitio a dónde va". Así se refiere David Llosa (Valladolid, 1979), el hombre tras Gatoperro, a su cuarto y reciente disco, "Cowboys" (Calvario Música, 2016).

Tres años después de aquel "Noches alegres, mañanas tristes" (2013), alejado ahora de la escena madrileña para afincarse a orillas del Mediterráneo, este vallisoletano errante parece haber encontrado junto al mar el sosiego necesario para parir un trabajo sorprendente. El pintor de frescos etílicos, el viñetista bohemio de fraseo urgente, deja paso a un autor reposado, grave por momentos, que conviene paladear despacio.

La nómina de colaboradores vuelve a ser de lujo. La producción corre a cargo del veterano guitarrista Josu García (Loquillo, Sabina, M-Clan). Una producción discreta en el mejor de los sentidos, atemporal, pero pródiga en detalles y timbres, para trece cortes que exploran las fronteras entre el rock, el folk bastardo y la canción popular.

Denis Blackham (Hendrix, NSCY, Elvis Costello) se encarga de la masterización, mientras en la parte instrumental encontramos al argentino Luca Frasca en el piano y órgano (Ariel Rot, Josele Santiago), el bajista Alfonso Alcalá (Loquillo, Zahara), Iñigo Iribarne (Alfa, La Frontera) a las baquetas, Manu Clavijo en violín, además del propio García a las seis cuerdas y la colaboración especial de la cantante granadina Patricia Lázaro en uno de los cortes.

Todos ellos arropan al Gatoperro titular a lo largo de un disco que depara una escucha placentera aun prescindiendo de los textos, siempre certeros, que desgrana un David Llosa vocalmente más contenido y, quizá por ello, más convincente que nunca.

"Cowboys" respira una mayor humanidad que aquel "Noches alegres, mañanas tristes", donde todo el mundo quedaba mal parado. Aquí los pobladores de las canciones aparecen dotados de cierta dignidad, aun en la derrota, cierta heroicidad minimalista.

COLABORAN CON ORPHEO


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