Conciertos en la sala Edaska, el disco de Espliego-Cortes de Amor y Sam Roberts este miércoles en el Antzoki

Comencemos por los bolos para las próximas semanas en la sala Edaska de Barakaldo:

Jueves 24 de Mayo- WIRED FOR MONO [SUECIA] + THE KILLMINISTERS · 21:00h

Viernes 25 de Mayo- ONE DIRECTION DRIVE + MEIDO + MIRAGE · 22:00h

Sábado 26 de Mayo- SOUND OF SILENCE + A.D. + 6 METROS BAJO TIERRA · 22:00h

Junio 2007

Viernes 1 de Junio- VALHALLA + NEIMAD · 22:00h

Lunes 4 de Junio- AN ALBATROSS [USA]· 20:30h

Viernes 8 de Junio- NONEIM + QUASAR · 22:00h

Sábado 9 de Junio- ETERNA + REGRESIÓN + LEYENDA · 20:00h

Domingo 10 de Junio- BEN DAVIS & THE JETTS [USA] + FIN FANG FOMM [USA] + 5000 RPM· 19:30h

Miércoles 13 de Junio- LAIR OF THE MINOTAUR [USA] + CAPRICORNS [USA] · 20:30h

Viernes 15 de Junio- DESKONTROL + REO · 22:00h

Sábado 16 de Junio- EORANN + THE EXTENDED PLAYS + GURB · 21:30h

Viernes 22 de Junio- SKALO [México] + THE CHEKERS · 22:00h

Sábado 23 de Junio- LOS WHITOS + TERAPIA SOUL + ELEMENTO · 22:00h

Miércoles 27 de Junio- OUT FOR THE COUNT [Francia]+ SIN PIEDAD· 20:00h

Sábado 30 de Junio- BOSCO EL TOSCO + SINTONICS · 22:00h.


Interesante proyecto el titulado ESPLIEGO-CORTES DE AMOR, editado por Factoría Autor.

Con colaboraciones muy especiales, desde Agustín García Calvo, Premio Nacional de Literatura y poeta en las traducciones de los textos, hasta cantautores como Amancio Prada ó Ismael, grupos como Suburbano ó La Guardia. Músicos de diferentes estilos se han unido en este proyecto romántico donde los haya.

Música con ecos medievales y actuales para dar vida a unos poemas en los que el Amor es dueño y señor.



Y terminamos con un concierto para este miércoles en el Kafe Antzokia. SAM ROBERTS es una de las bandas más importantes del panorama alternativo en Canadá. Aclamada tanto por la prensa musical como por el público en general, los premios que han recibido por parte de los medios y la industria discográfica canadiense durante su trayectoria asi como las ventas de sus discos les avalan. Tras dar el salto a USA, los de Montreal dan el salto a Europa, presentando su nuevo disco “Chemical city”, americana y rock psicodelico de la mano muy bien facturado. “¿Quién dijo que una canción no puede salvar tu vida?”, se pregunta SAM ROBERTS en “Uprising Down Under”, un elegíaco corte de su nuevo disco “Chemical City”. “Quien fuera que lo dijera, te estaba engañando”. Es una afirmación arriesgada, pero no es la primera vez que Sam Roberts se la juega y se deja el corazón en un disco. Su debut,“We Were Born in a Flame”, estaba lleno de canciones sobre el amor, la fe, la compasión, la lucha y la trascendencia, y en el disco aparecía su ahora ya famosa declaración acerca de que él moriría por el rock’n’roll.

En sus siguientes singles, “Brother Down”, “Don’t Walk Away Eileen” o “Where Have All the Good People Gone”, este músico de Montreal probó su intachable dedicación al pop pasional, al folk místico y al rock psicodélico más salvaje. Incluso los críticos mejor preparados para detectar mierda se rindieron ante él. Con “Chemical City”, Roberts y su banda han conseguido una continuación más visceral y cruda, pero, paradójicamente, más ambiciosa que sus trabajos anteriores. “Hasta ahora, tengo la impresión de que preparaba de antemano cada detalle y cada nota. Esta vez, he preferido dejarlo todo más abierto para tratar de conseguir inmediatez y urgencia en todas las canciones”. Para conseguir que la creación fluyera mejor, Roberts viajó a Holanda y a distintos lugares de África, incluyendo las islas Mauricio y Sudáfrica, la tierra natal de sus padres.

Durante ese viaje, pero por fin en Australia, encontró una vieja iglesia presbiteriana en Nueva Gales del Sur, cerca de Byron Bay, y decidió que aquel era el lugar indicado –remoto, aislado- para grabar su nuevo disco. Se le unieron sus viejos amigos: Dave Nugent (guitarra solista), Eric Fares (teclista), James Hall (bajista) y Billy Anthopoulos (batería). El co-productor Mark Howard, que trabajó anteriormente con artistas como Lucinda Williams o The Tragically Hip, llegó con todo el material de grabación necesario. Y la camaradería entre ellos aportó una evidente calidez a todo el trabajo. Roberts señala: “Vivíamos y comíamos todos juntos en la iglesia, pasábamos las mañanas en la playa y volvíamos a mediodía para ponernos a trabajar. Era idílico”. La grabación se completó más tarde en Montreal, con el ingeniero Joseph Donovan (The Dears, The High Dials), compañero de estudios de Roberts, que se hizo cargo a partir de entonces de los controles. Se añadió también el batería Josh Trager.

Pero la mayoría del álbum, y sobre todo su espectacular sonido de órgano, nacieron de la inspiración de las tomas en la iglesia australiana, de Garth Hudson (el teclista de The Band) o, quizás, y realmente, de ambos. La mayoría de las canciones de “Chemical City” transmite una energía contagiosa. La ya citada “Uprising Down Ander”, con la colaboración de Matt Mays, estrella del indie canadiense y también viejo amigo de Roberts, y “The Resistance”, con su preciosa frase: “We danced while the city slept”, son eufóricas. Otras canciones, como la más acústica “Bridge to Nowhere” o el psycho-pop de “Mystified, Heavy” se refieren a cuestiones más existenciales. Y el contraste es deliberado. Roberts vuelve a explicarse: “En este disco quería explorar tanto las profundidades más oscuras como los momentos más alegres de la experiencia. La tensión entre esos dos extremos es lo que más me atrae del rock’n’roll y lo que da fuerza a mis canciones favoritas”.

Entre todo esto, algunas canciones tratan lo que Roberts califica como “cuestiones diarias”, coronadas siempre por un rico envoltorio metafórico. La hipnótica “Mind Flood” trata sobre el proceso creativo. Y dice: “Grey skies, the waters rise, blue skies, the river dries”. Y la emocionante “An American Draft Dodger in Thunder Bay” pinta el retrato de un objetor de conciencia durante la guerra de Vietnam, que podría trasladarse fácilmente a la guerra de Iraq. “Precisamente sobre eso va la canción. A Canadá está llegando mucha gente desde los Estados Unidos. Simplemente, no les gusta cómo está siendo gobernado su país”. Pero donde “Chemical City” es más ambicioso es en su aspecto “fantástico”. Desde la ilustración de la portada hasta canciones como “The Gate”, que es el primer single del disco y que habla de un futuro en el que el mundo estará poblado sólo por santos y por pervertidos pecadores, o “The Bootleg Saint”, llena de personajes que habitan una ciudad-estado. Roberts admite que algunas de sus novelas favoritas, incluyendo “Dr. Bloodmoney” de Philip K. Dick o “The Sheep Look Up” de John Brunner, son una inspiración evidente para estas canciones.

“La mayoría de la ciencia ficción no es más que una representación fragmentada de nuestro mundo. En realidad, no es para nada tan fantástica como parece”, apunta Roberts. Real o irreal, búsqueda o cruzada, “Chemical City” nos devuelve a estos “guerreros de la carretera” para luchar contra el cinismo y la autocomplacencia. Resistirse es inútil, pero la salvación está asegurada. Lo cierto es que quien dijo que una canción no puede salvar tu vida no conocía la música de Sam Roberts.

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