Texto: Txema Mañeru.
El mítico sello Capitol es uno de los más importantes entre los que tienen cabida en el emporio Universal. Acaban de fichar al histórico Neil Diamond y por ello nos presentarán algunos guapos recopilatorios y los mejores trabajos de su dilatada trayectoria. Además de esto también nos traen su flamante nuevo disco producido por Don Was y titulado “Melody Road”. Otros grandes que han entrado en su catálogo son los Counting Crows de Adam Duritz con el mejor disco desde su lejano debut. Además del mundo del country uno de los nombres destacados de los últimos años, Lady Antebellum. Tienes más información en www.capitolrecords.com y en www.universalmusic.es. Además conviene estar atentos porque de aquí a Navidad habrá nueva avalancha de material y reediciones varias de lujo. Comenzamos por el veteranísimo, pero muy en forma, Neil Diamond.
Neil Diamond: “Melody Road”
Parece que el fichaje del gran Neil Diamond (más de 125 millones de discos vendidos) por Capitol / Universal, viene cargado de buenas noticias musicales. Hace un par de meses lo celebraron con un excelente repaso a su extensa trayectoria de 23 canciones titulado con lógica “All-Time Greatest Hits”. El próximo mes este recopilatorio se hará en DeLuxe Edition y formato doble para alcanzar los 42 temas y además se reeditarán 13 de sus más importantes títulos como “The Jazz Singer”, “Serenade”, “Beautiful Noise”, “Jonathan Livingston Seagull” o las dos últimas joyas junto a Rick Rubin, “12 Songs” y “Home Before Dark”. Además su excepcional directo “Hot August Night” ahora en formatos DVD y Blu-Ray.
Pero lo mejor es que también acaba de publicar nuevo y sensacional trabajo. En “Melody Road” ha cambiado la experta y satisfactoria producción de un crack como Rick Rubin por otro tan grande o más como es Don Was. Le ayuda además Jacknife Lee y cuentan con Bob Clearmountain para las mezclas. Don se trae a sus “músicos” habituales con hasta 8 teclistas y 9 guitarristas. En la batería destaca Joey Waronker (Beck), en las guitarras Smokey Hornel y Greg Leisz y en los teclados Rami Jaffee, el propio Don Was o el genial Benmont Tench (Tom Petty & The Heartbreakers). La presentación también es genial con un triple digipack y un sensacional libreto de 36 páginas con todas las letras de las canciones y sus correspondientes acordes para guitarra. Todo muy bonito pero ¿si no hubiera canciones? Pero es que las hay y a mansalva. Abre el tema titular entrañable y melódico con un estupendo piano. En ‘First time’ domina la acústica y su inconfundible voz, pero también el órgano y la pedal steel guitar. Y es que en el texto interior, a cargo del propio Neil, afirma que quería regresar a sus raíces folk con Woody Guthrie y The Weavers. A veces alcanza esta pureza, aunque en otras sus habituales arreglos orquestales también dan la talla. En ‘Seongah and Jimmy’, por ejemplo, tenemos esos arreglos orquestales, pero también una de sus habituales melodías y una brutal trompeta fronteriza. ‘Something blue’ es el primer single y tiene ese tono campestre a lo Guthrie, aunque también buenos arreglos. En ‘Nothing but a heartache’ se muestra pletórico como en sus mejores tiempos y se saca un estribillo espeluznante de la manga. Tiene momentos épicos y desnudos a lo Johnny Cash como los de ‘(Ooo) Do I wanna be yours’ que comienza con “I had a dream” o el country-vals ‘Marry me now’ con cuerdas y vientos que también tiene toques por ello de sus amigos de The Band. ‘Alone at the ball’ es una pletórica torch-song y ‘The art of love’ otro magnífico lento con cuerdas. Además tenemos dos excepcionales bonus tracks. En ‘Remember’ parece el mismísimo Frank Sinatra con piano y voz y se marca una única versión. La preciosa ‘Something’ es una de sus favoritas de los Beatles y también de las mías. Suena pura con piano y voz y también emociona cuando entra el órgano y las acústicas. ¡Es hora ya de comenzar a valorarle tal y como se merece y le han hecho acreedor trabajos como este!
Counting Crows: “Somewhere Under Wonderland”
¡Han merecido la pena los 6 años de espera desde su anterior trabajo de estudio! Adam Duritz siempre se ha tomado su tiempo para crear y este es sólo el séptimo disco en más de dos décadas de trabajo. Todo eso se palpa en las excelentes y variadas canciones. Para empezar la joya total, ‘Palisades Park’, un épico single al estilo de los años 70 y con 8 minutos de duración. Cualquier fan de Bruce Springsteen debiera caer rendido ante esta canción pues recuerda a esas elegías que el Boss creaba en sus comienzos. Comienza con una sensacional trompeta y piano noctámbulos. Continua con magníficos cambios de registro, más teclas con pasión y hasta un glockenspiel de otro de los muchos invitados a engrandecer este trabajo. La historia sobre las huídas de un par de adolescentes tiene mucha tela que cortar y más toques Bruce y el vídeo del tema es también pasada. Pero ‘Palisades Park’ tiene buenas compañías. En ‘Earthquake driver’ nos recuerdan a los Graham Parker & The Rumour del “The Up Scalator” y tiene unos guapas arañazos con la guitarra. Guitarras que suenan aún más salvajes y cercanas al Neil Young que toca junto a los Crazy Horse, en cortes como ‘Scarecrow’ o ‘Dislocation’. En ‘God of ocean tides’ suenan acústicos y entrañables como las mejores baladas de Kansas o las perlas desenchufadas de John Mellencamp. En otro posible y rockero single como ‘Elvis went to Hollywood’ tenemos también de todo. Un tema con propulsión a chorro merced a unas guitarras con variados registros, un par de órganos (Vox Continental y Hammond B3) que abrasa por momentos y una historia que nos hace viajar al Hollywood de Victor Frankenstein y nos recuerda a Alex Chilton. El hombre de los teclados, de vital importancia en el sonido de la banda, Charles Gillingham, se vuelve a salir, con el piano en este caso, en la rítmica ‘Cover up the sun’. Para el final tenemos más toques a la E. Street Band con la genial ‘Possibility days’ que se inicia con una historia, voz y piano repletos de emocionante épica. Además hay dos buenas demos de ‘Earthquake driver’ y ‘Scarecrow’ solo con su voz y su acústica (y algunas voces de acompañamiento) en plan bonus tracks. La presentación es la bomba con un gran libreto de 24 páginas con todas las estupendas letras y un montón de dibujos bonitos relacionados con ellas. ¡Magistral regreso que les hará aparecer en las listas con los mejores trabajos del año
Lady Antebellum: “747” (DeLuxe Edition)
Acabamos con una de las bandas más exitosas del nuevo country de Nashville. Tienen ya 7 premios Grammy en su haber y más de 10 millones de discos vendidos. Este “747” es ya su quinto disco y es ideal para todos aquellos a los que les gustan propuestas como Dixie Chicks, Garth Brooks, Billy Ray Cyrus, Stevie Nicks, Shania Twain e incluso Taylor Swift. El trío cuenta con dos potentes y variadas voces como son las de Hillary Scott y Charles Kelley que se alternan y combinan a la perfección. También se complementan muy bien cuando cantan o hacen voces al unísono. Comienzan realmente potentes con ‘Long stretch of love’ con sus estupendas voces y energía country-rock que se mezcla con alguna guitarra casi grunge. Buenos punteos, programaciones y una guapa steel guitar de fondo. A continuación llega el primer single, ‘Bartender’ con un gran estribillo y gancho comercial para aumentar algunos millones en sus ya amplias ventas. ¡Comercialidad bien entendida! Otros estribillos con similar gancho los tenemos en el tema ‘747’ o en ‘Lie with me’, lo que los convierte en más que posibles singles. En ‘Freestyle’ hacen honor al título cantando casi en plan hip hop con guitarras rock y con un banjo casi bluegrass. No faltan otros posibles singles en forma de balada como ‘One great mystery’, especialmente agradable cuando canta ella o el medio tiempo ‘She is’ que mola más en los momentos más desnudos. También es guapo el trotón final con ‘Just a girl’ con la voz de Hillary de nuevo y sobre la mandolina y el banjo de Nathan Chapman que es también el prestigioso productor. Además esta DeLuxe Edition contiene tres bonus-tracks entre los que destacan ‘All nighter’ con buenas guitarras rock a lo Joe Walsh en Eagles y ‘Falling for you’ con la producción de Busbee. ¡Buena banda para los amantes de los sonidos más populares de Nashville!
El mítico sello Capitol es uno de los más importantes entre los que tienen cabida en el emporio Universal. Acaban de fichar al histórico Neil Diamond y por ello nos presentarán algunos guapos recopilatorios y los mejores trabajos de su dilatada trayectoria. Además de esto también nos traen su flamante nuevo disco producido por Don Was y titulado “Melody Road”. Otros grandes que han entrado en su catálogo son los Counting Crows de Adam Duritz con el mejor disco desde su lejano debut. Además del mundo del country uno de los nombres destacados de los últimos años, Lady Antebellum. Tienes más información en www.capitolrecords.com y en www.universalmusic.es. Además conviene estar atentos porque de aquí a Navidad habrá nueva avalancha de material y reediciones varias de lujo. Comenzamos por el veteranísimo, pero muy en forma, Neil Diamond.
Neil Diamond: “Melody Road”
Parece que el fichaje del gran Neil Diamond (más de 125 millones de discos vendidos) por Capitol / Universal, viene cargado de buenas noticias musicales. Hace un par de meses lo celebraron con un excelente repaso a su extensa trayectoria de 23 canciones titulado con lógica “All-Time Greatest Hits”. El próximo mes este recopilatorio se hará en DeLuxe Edition y formato doble para alcanzar los 42 temas y además se reeditarán 13 de sus más importantes títulos como “The Jazz Singer”, “Serenade”, “Beautiful Noise”, “Jonathan Livingston Seagull” o las dos últimas joyas junto a Rick Rubin, “12 Songs” y “Home Before Dark”. Además su excepcional directo “Hot August Night” ahora en formatos DVD y Blu-Ray.
Pero lo mejor es que también acaba de publicar nuevo y sensacional trabajo. En “Melody Road” ha cambiado la experta y satisfactoria producción de un crack como Rick Rubin por otro tan grande o más como es Don Was. Le ayuda además Jacknife Lee y cuentan con Bob Clearmountain para las mezclas. Don se trae a sus “músicos” habituales con hasta 8 teclistas y 9 guitarristas. En la batería destaca Joey Waronker (Beck), en las guitarras Smokey Hornel y Greg Leisz y en los teclados Rami Jaffee, el propio Don Was o el genial Benmont Tench (Tom Petty & The Heartbreakers). La presentación también es genial con un triple digipack y un sensacional libreto de 36 páginas con todas las letras de las canciones y sus correspondientes acordes para guitarra. Todo muy bonito pero ¿si no hubiera canciones? Pero es que las hay y a mansalva. Abre el tema titular entrañable y melódico con un estupendo piano. En ‘First time’ domina la acústica y su inconfundible voz, pero también el órgano y la pedal steel guitar. Y es que en el texto interior, a cargo del propio Neil, afirma que quería regresar a sus raíces folk con Woody Guthrie y The Weavers. A veces alcanza esta pureza, aunque en otras sus habituales arreglos orquestales también dan la talla. En ‘Seongah and Jimmy’, por ejemplo, tenemos esos arreglos orquestales, pero también una de sus habituales melodías y una brutal trompeta fronteriza. ‘Something blue’ es el primer single y tiene ese tono campestre a lo Guthrie, aunque también buenos arreglos. En ‘Nothing but a heartache’ se muestra pletórico como en sus mejores tiempos y se saca un estribillo espeluznante de la manga. Tiene momentos épicos y desnudos a lo Johnny Cash como los de ‘(Ooo) Do I wanna be yours’ que comienza con “I had a dream” o el country-vals ‘Marry me now’ con cuerdas y vientos que también tiene toques por ello de sus amigos de The Band. ‘Alone at the ball’ es una pletórica torch-song y ‘The art of love’ otro magnífico lento con cuerdas. Además tenemos dos excepcionales bonus tracks. En ‘Remember’ parece el mismísimo Frank Sinatra con piano y voz y se marca una única versión. La preciosa ‘Something’ es una de sus favoritas de los Beatles y también de las mías. Suena pura con piano y voz y también emociona cuando entra el órgano y las acústicas. ¡Es hora ya de comenzar a valorarle tal y como se merece y le han hecho acreedor trabajos como este!
Counting Crows: “Somewhere Under Wonderland”
¡Han merecido la pena los 6 años de espera desde su anterior trabajo de estudio! Adam Duritz siempre se ha tomado su tiempo para crear y este es sólo el séptimo disco en más de dos décadas de trabajo. Todo eso se palpa en las excelentes y variadas canciones. Para empezar la joya total, ‘Palisades Park’, un épico single al estilo de los años 70 y con 8 minutos de duración. Cualquier fan de Bruce Springsteen debiera caer rendido ante esta canción pues recuerda a esas elegías que el Boss creaba en sus comienzos. Comienza con una sensacional trompeta y piano noctámbulos. Continua con magníficos cambios de registro, más teclas con pasión y hasta un glockenspiel de otro de los muchos invitados a engrandecer este trabajo. La historia sobre las huídas de un par de adolescentes tiene mucha tela que cortar y más toques Bruce y el vídeo del tema es también pasada. Pero ‘Palisades Park’ tiene buenas compañías. En ‘Earthquake driver’ nos recuerdan a los Graham Parker & The Rumour del “The Up Scalator” y tiene unos guapas arañazos con la guitarra. Guitarras que suenan aún más salvajes y cercanas al Neil Young que toca junto a los Crazy Horse, en cortes como ‘Scarecrow’ o ‘Dislocation’. En ‘God of ocean tides’ suenan acústicos y entrañables como las mejores baladas de Kansas o las perlas desenchufadas de John Mellencamp. En otro posible y rockero single como ‘Elvis went to Hollywood’ tenemos también de todo. Un tema con propulsión a chorro merced a unas guitarras con variados registros, un par de órganos (Vox Continental y Hammond B3) que abrasa por momentos y una historia que nos hace viajar al Hollywood de Victor Frankenstein y nos recuerda a Alex Chilton. El hombre de los teclados, de vital importancia en el sonido de la banda, Charles Gillingham, se vuelve a salir, con el piano en este caso, en la rítmica ‘Cover up the sun’. Para el final tenemos más toques a la E. Street Band con la genial ‘Possibility days’ que se inicia con una historia, voz y piano repletos de emocionante épica. Además hay dos buenas demos de ‘Earthquake driver’ y ‘Scarecrow’ solo con su voz y su acústica (y algunas voces de acompañamiento) en plan bonus tracks. La presentación es la bomba con un gran libreto de 24 páginas con todas las estupendas letras y un montón de dibujos bonitos relacionados con ellas. ¡Magistral regreso que les hará aparecer en las listas con los mejores trabajos del año
Lady Antebellum: “747” (DeLuxe Edition)
Acabamos con una de las bandas más exitosas del nuevo country de Nashville. Tienen ya 7 premios Grammy en su haber y más de 10 millones de discos vendidos. Este “747” es ya su quinto disco y es ideal para todos aquellos a los que les gustan propuestas como Dixie Chicks, Garth Brooks, Billy Ray Cyrus, Stevie Nicks, Shania Twain e incluso Taylor Swift. El trío cuenta con dos potentes y variadas voces como son las de Hillary Scott y Charles Kelley que se alternan y combinan a la perfección. También se complementan muy bien cuando cantan o hacen voces al unísono. Comienzan realmente potentes con ‘Long stretch of love’ con sus estupendas voces y energía country-rock que se mezcla con alguna guitarra casi grunge. Buenos punteos, programaciones y una guapa steel guitar de fondo. A continuación llega el primer single, ‘Bartender’ con un gran estribillo y gancho comercial para aumentar algunos millones en sus ya amplias ventas. ¡Comercialidad bien entendida! Otros estribillos con similar gancho los tenemos en el tema ‘747’ o en ‘Lie with me’, lo que los convierte en más que posibles singles. En ‘Freestyle’ hacen honor al título cantando casi en plan hip hop con guitarras rock y con un banjo casi bluegrass. No faltan otros posibles singles en forma de balada como ‘One great mystery’, especialmente agradable cuando canta ella o el medio tiempo ‘She is’ que mola más en los momentos más desnudos. También es guapo el trotón final con ‘Just a girl’ con la voz de Hillary de nuevo y sobre la mandolina y el banjo de Nathan Chapman que es también el prestigioso productor. Además esta DeLuxe Edition contiene tres bonus-tracks entre los que destacan ‘All nighter’ con buenas guitarras rock a lo Joe Walsh en Eagles y ‘Falling for you’ con la producción de Busbee. ¡Buena banda para los amantes de los sonidos más populares de Nashville!
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