Strand Of Oaks: "Hard Love" (Dead Oceans / Popstock!)


Texto: Txema Mañeru.

Quizás en su vida privada las cosas no le hayan rodado demasiado bien en los últimos tiempos a Timothy Showalter. En el ámbito musical, sin embargo, va de bien en mejor. Será que es como los viejos bluesmen que necesita de las desgracias para crear mejor y que sus canciones desprendan más sentimiento.

El caso es que este quinto disco de Strand Of Oaks, el nombre bajo el que se oculta Showalter, le muestra tan inspirado o más que el anterior, “Heal” que fue con el que despuntó para un público mayor en 2014. Ese fue su cuarto disco y su primero para el prestigioso sello Dead Oceans, que aquí distribuye desde siempre Everlasting / Popstock! Llegó a dicho sello porque su tercer disco fue producido por uno de los artistas más completos y recomendables del sello, John Vanderslice. Uno de los artistas con más discos y de gran calidad que tiene Dead Oceans junto a mi querido The Tallest Man On Earth. En “Hard Love” quien le ayuda en la frondosa y trabajada producción es Nicolas Vernhes.

Juntos comienzan de maravilla con el tema titular, una preciosidad melódica con grandes guitarras y un fantástico estribillo. Continúa con “Radio kids”, primer y muy acertado single con guitarras hipnóticas provenientes del pospunk pero con una preciosa melodía pop. “Salt brothers” es un fantástico lento con guapos ambientes, cálida melodía y fulminantes guitarras de puro rock. Por territorios semejantes de mueve en “On the hill” para llegar a un emocionante lento total como “Cry” lleno de tristeza en el piano y con su voz al límite. No tiene problemas para hablar de sus problemas con el alcohol, de las infidelidades de su mujer o de su accidente automovilístico que estuvo a punto de costarle la vida, en sus emotivas y sinceras canciones. Me encanta el órgano y la intensidad de “Quit it” que tiene aromas a grandes australianos como Nick Cave o Died Pretty. Sigue el disco yendo a más con la estupenda “Resto of it”, fulminante, guitarrera y curda hasta en su buen estribillo beodo final para corear. Se deja llevar por la psicodelia y se mete en temas de drogas en los más de 8 minutos de la final “Taking acid and talking to my brother”. Lento e inquietante con magníficas y abundantes guitarras pero también con teclados y ambientes algo a lo The Doors, pero en 2017. ¡Un año en que con un quinto trabajo como este va a seguir ascendiendo en prestigio y popularidad!

Siguenos en Facebook

Comentarios