Band Of Horses: "Why Are you OK" (Caroline / Music As Usual)


Texto: Txema Mañeru.

Necesitaban los de Ben Bridwell un trabajo de la categoría y con las grandes canciones de ese “Why Are You OK”. Llevaban unos años algo más flojos que de costumbre y ya parecía difícil que volvieran a hacer discos como “Everything All The Time”. Bien es cierto que yo disfruto como un enano con su directo “Acoustic At The Ryman” con sus canciones más desnudas y facturadas de una manera más intimista aún que de costumbre.

Pero nos centraremos ya en este flamante nuevo disco que estará entre los mejores de este año y que contiene algunas de sus mejores canciones y más de 4 o 5 futuros clásicos de la banda. También brilla mucho por el brillante sonido logrado y la magnífica labor de producción de un amplio equipo de contrastada categoría que incluye a Rick Rubin (Johnny Cash, Red Hot Chili Peppers), Dave Fridmann (The Flaming Lips, Mercury Rev) y Jason Lytle, líder de los injustamente minusvalorados Grandaddy.

Siguen emocionando como pocos con esas preciosidades íntimas como ‘Dull times / The moon’ con la que dan arranque a un disco para escuchar bajo la luz de la luna. También caben momentos más épicos y enérgicos como ‘Solemn oath’. Tampoco se hace de rogar el primero de los singles y uno de esos clásicos para Band Of Horses de los que te hemos hablado. ‘Casual party’ es luminosa al estilo de los Jayhawks más pop y es una delicia en la que Bridwell nos deleita con su versátil y agraciada voz. Sorprende la presencia de su amigo J. Mascis, de Dinosaur Jr., pero con unas buenas armonías vocales en la luminosa ‘In a drawer’, una canción de esas para escuchar a todo volumen viajando con el coche. También tenemos sus habituales destellos country, pero con sonoridad de hoy, en ‘Throw my mess’. Otro hit y clásico en ciernes es ‘Whatever, wherever’, de nuevo con un exquisito trabajo vocal que nos hace acordarnos de maestros suyos como Crosby, Stills & Nash.

Pero no dejan que la calidad mengue tras él y todavía se guardan dos perlas más para el final que pueden convertirse en single en cualquier momento. Tanto ‘Barrel House’ como ‘Even still’ vuelven a tener unas melodías contagiosas que te proporcionan paz y tranquilidad. ‘Even still’, además, está prácticamente desnuda de todo artificio y solamente con la voz de Ben y un piano realmente mágico se bastan para zarandearte emocionalmente. También para hacer que vuelvas a escucharlo una y otra vez. ¡Una vez más hermosos y desnudos como la playa y las personas que aparecen en la bonita portada del disco!

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