Ska-P: "Live in Woodstock" (Maldito Records)


Texto: Joseba Aizpurua.

Cuando los malos duendes me invaden, cuando estoy de bajón, cuando el día quiero que termine, mi solución siempre es la misma: pongo en el Spotify a buscar Ska-P. Soy sencillo, sin complicaciones, sólo necesito unas guitarras a la contra, un bajo haciendo de las suyas y a Pulpul brazos en cruz, recordándonos que el mundo se tambalea pero que seguiremos bailando ska. Y si encima lo acompañamos con Gari y con Txikitín soplándole a los vientos, ya sé que no necesitaré el Lorazepan, lo que necesito es subir el volumen.

Seguramente sea hoy por hoy el grupo más internacional que tengamos. Pocos poseen el poder de convocatoria de estos vallecanos. Podemos discutir si su propuesta es siempre la misma, que llevan años sin darnos una alegría,
que el disco-dvd, corresponde a la gira de hace un par de años, que ya sabemos lo que vamos a ver... lo que queráis. Pero reto a cualquiera a que una vez empezado el concierto lo deje de lado. Es imposible no verlo hasta el final.

Algo de lo criticado anteriormente está relacionado con la enfermedad que se ceba con Pulpul, Tinnitus, que te hace oír ruidos inexistentes dentro de tu cabeza y que generalmente se manifiesta en personas expuestas a ambientes ruidosos. Y encima para desgracia nuestra, los médicos nos avisan que nosotros, los asistentes a conciertos, estamos en zona de riesgo y debemos protegernos de los excesivos watios a los que nos exponemos. Ya sabéis, todos a comprar tapones si queremos seguir disfrutando de ese vicio que es un concierto en directo.

Para concierto de vicio, éste "Live in Wood stock Festival" grabado en el festival polaco del mismo nombre. Para los que acabáis de descubrir Woodstock, deciros que es el festival europeo con más afluencia. En el 2014, el de la grabación de este disco, congregó a 500.000 personas. Tiene que poner muchísimo como músico ver semejante gentío a tus pies, coreando tus canciones y dejándose llevar al ritmo que quieras marcar.

Se desata la fiesta, Pulpul y Pipi son especialistas en ese hacer. Comienzan igual que en Miribilla: intro, ‘Full gas’ (canción instrumental) ¡y a saco!: ‘La estampida, ‘Cannabis’ y demás clásicos.

Es curioso ver a polacos y alemanes bailando y agarrados por el cuello, cantando ‘El vals del obrero’. Parece que el tiempo da la razón a Ska-P. Han conseguido que en una parte de Europa piense que somos algo más que sol, paellas, y torturadores de toros. También puede ser que se den cuenta que delante de ellos esté una banda técnicamente maravillosa, que manejan a la perfección los cambios de ritmos, del reggae al ska, pasando por el punk y adornado con un solo de guitarra metalero, y por supuesto con una puesta en escena peculiar.

Todo ello unido a la temática de sus canciones hace que sea una banda más apreciada internacionalmente que a nivel nacional. Y este disco es una muestra de ello.

Hace unas semanas Pulpul publicó vía Facebook que tenía tres canciones nuevas. Que esto continua, que tarde o temprano ese espíritu de cambiar las cosas desde la alegría y la fiesta se volverá a subir a un escenario.
Espero que vayan al próximo Woodstock Festival o a cualquier otro festival y seguro que estaré allí abajo, donde los malos duendes no visitan a la gente. Eso sí, compraré tapones… pero no para ese día. Salud.

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