Mortadelo y Filemón, "El Capo se escapa!" (Ediciones B)


Texto: Carlos Molina.

Cuando unos personajes superan de largo el medio siglo de vida, y encima en un género tan rematadamente difícil como es el del humor, uno siempre tiene que tener presto y dispuesto el sombrero en la cabeza para quitárselo en señal de reconocimiento ante una nueva entrega o aventura. Y cuando encima la autoría de la nueva historia/historieta es del mismo creador de los personajes allá por finales de los cincuenta, el reconocimiento, o aplauso, debe ser aún mayor.

Al lío. Este mes se ha publicado una nueva aventura de Mortadelo y Filemón dentro del álbum Magos del Humor nº 180. Su título, “¡El Capo se escapa!”, presenta un argumento claramente inspirado en la famosa fuga sucedida hace meses al otro lado del Atlántico. Nuestro querido dúo de (des)afortunados agentes tienen que ir tras el fugado, para tropezarse, una y otra vez, con la mala suerte en forma de animales deseosos de arrearles un buen golpe, entre otras “desgracias”. Esto es, que sus intentos de captura acaban siempre en desastre, siendo además superados en ese fin por un agente de la competencia, el T.I.O.

Aventuras y desventuras que se suceden en pequeñas tramas de unas cinco páginas repletas de un humor fresco, tan agradecido hoy en día. En el que ha sido mi reencuentro con estos personajes tras varios años sin acercarme a sus páginas he de reconocer que me lo he pasado más que bien, y que mis dudas acerca de la salud de Mortadelo y Filemón se han disipado.

Evidentemente no estamos ante una obra del calado de “Chapeau el esmirriau”, “Silencio se rueda”, “El Sulfato Atómico” o “Valor… ¡y al toro”. Pero es que nosotros tampoco contamos ya con poco más de 10 años ni podemos disfrutar de las páginas de estos cómics con un buen batido y en una tumbona durante el verano. Francisco Ibáñez cuenta ya con 80 años y que siga ofreciendo gags como los que sufre el vampiro de la historia, o viñetas como esa cola del autobús con gente de todas las edades enganchadas a sus smartphones, tablets y demás o unas calles repletas de carteles de “bar” hasta en las azoteas, es sin duda una gran noticia.

Una nueva entrega, en definitiva, que hace pasar un buen rato. Y eso no es poco, es mucho. Gracias por seguir sacándonos, cuando menos, unas buenas sonrisas, maestro.

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