Texto: Mikel Fernández, del blog Surimiworld.
Hoy toca hablar de la autobiografía de Tony Iommi, guitarrista de Black Sabbath y posiblemente el artífice del sonido del heavy metal. Tras más de 40 años de carrera, en 2011 publicó sus memorias, ayudado por el periodista holandés T.J. Lammers, editor de revistas musicales en Holanda, autor de textos para libretos de CD y notas de prensa de la industria discográfica.
Dicha publicación se enmarcó en una "moda" que hubo a principios de década de sacar biografías de músicos de la época dorada del rock y el heavy metal. De hecho, es el segundo músico de Black Sabbath que publica su autobiografía, tras la delirante I am Ozzy del ínclito Ozzy Osbourne.
No estamos ante una biografía al uso: a pesar de que va recorriendo poco a poco la vida del músico, los capítulos son breves y no se entra en excesivos detalles. Alguna anécdota aquí y allá, aderezadas con un poco de humor (negro, evidentemente) se van sucediendo durante los capítulos del libro, que nunca superan las 5-6 páginas de extensión.
No hay muchos datos morbosos sobre borracheras o groupies, pero es que tampoco los hay sobre la composición, forma de grabar u otros datos de tipo más musical o técnico. Tan sólo detalla cómo se fabrica las prótesis para los dedos y cómo adaptaba sus primeras guitarras a sus limitaciones físicas a la hora de tocar. Hasta con las fotos es rácano, no incluyendo más que 3-4 páginas, y casi todas ya vistas en libretos de CD o revistas.
La cosa se anima un poco al llegar a los locos años 80, con todos los cambios de formación y las polémicas que sacudieron a Black Sabbath. Aún así, da la sensación de que el libro está escrito como por obligación, sin que verdaderamente podamos llegar a asomarnos a la personalidad del músico. Tony Iommi aparece distante, evitando supongo la exposición sin reservas a la que se sometió Ozzy en su autobiografía. Sólo parece abrirse un poco con el tema de su hija, a la que estuvo años sin ver, pero pronto vuelve al hermetismo personal.
Os dejo un enlace a la página personal del Sr. Iommi, donde se habla del libro e incluye un capítulo completo, para que os hagáis una idea del tono del libro.
De todas formas, no deja de ser una lectura curiosa, recomendada sobre todo para el superfan de Black Sabbath. Pero si buscas carnaza e historias locas al estilo de Ozzy o Motley Crue, o una obra detallada sobre su estilo de tocar y componer, éste no es el lugar.
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