Texto: Txema Mañeru.
Hace poco más de medio año que apareció un estupendo recopilatorio para conocer a los veteranos y estupendos Biscuit. Se tituló “20 Years, A Million Bears & A Lotta Nerve” y venía bajo el prestigioso sello de rock’n’roll australiano, Off The Hip Records. Ya hablamos de él elogiosamente en estas páginas pues es un excelente compendio a sus dos décadas de trayectoria. Además tiene también flamante edición ahora en su actual sello, LaCastanya. Puedes conseguir ambos y en vinilo en www.lacastanya.com. Pero una banda como Biscuit se merece que hagamos un breve repaso a su buen legado. Así recordamos que comenzaron como Blue Bus a mediados de los 90 y ya practicaban con gran entusiasmo un explosivo garaje-rock psicodélico. En el 97 llegó su debut como Biscuit con “Lunch Music” y a partir de entonces siguieron ofreciéndonos disco tras disco y, sobre todo, concierto tras concierto, su particular amalgama de garage-punk, rock psicodélico californiano y power-pop. Por el camino dejaron también versiones más o menos definitorias de sus gustos y estilo como George Harrison, Love, Screaming Trees, The Byrds o Redd Kross. ¡Buen gusto, eh!
Ahora que por su edad y trayectoria sería más normal que suavizarán su sonido van y se marcan uno de sus discos más cañeros de su trayectoria. Además lo titulan con su nombre al ser una especie de cierre de su primera época. Dados los resultados esperemos que esta nueva época dure al menos otros 20 años.
El disco comienza crudo y con auténticas ganas con un recibimiento por todo lo alto como ‘Welcome to Dundersville’. Luego, no sé cuál es el motivo, pero en las primeras escuchas de este nuevo y magnífico trabajo, me han entrado mejor de inicio las canciones pares, aunque con alguna más que agradable excepción. Así me han capturado la agresiva y contundente ‘Blame me’. También los guapos ritmos entrecortados de ‘Duke’s tale’. Un tema que tiene un gran riff cañero de guitarras y un pegadizo estribillo que se remata luego con guapos punteos y una armónica de aires Dr. Feelgood. Otra pasada es ‘Unthinkable’ con la crudeza de los The Inmates y hasta con cierto aire a The Clash. Muy lograda está también ‘Saw ya’, mucho más melódica pero con una agresiva guitarra llevando el ritmo. Nos es par pero está cojonuda ‘Blank morning (She said)’ que tiene un estupendo videoclip y un estupendo aire a los mejores y más contundentes The Who. También me pone la agresiva y macarra ‘Agus Young’ con su guiño a los AC/DC en el título y encarando un final de disco realmente potente. Así llega otro momento favorito para el que esto suscribe que se titula ‘I’ll take anything’. Un buen e intenso lento con momentos épicos y otros más contundentes. Te puede llevar a acordarte de los Who o de The Soundtrack Of Our Lives. También se beneficia de sus guapos teclados con cierto aire psicodélico. Despiden un breve disco que te deja con ganas de más con el primer y arriesgado single, ‘Goodbye again or’, un tema que remite a los Love en el título y que sorprende al ser el más pop del disco y estar colocado al final. Se trata de un jovial tema con la chispa del mejor power-pop y de la new wave que hicieron, por ejemplo, The Pretenders en sus dos primeros discos. Buen material para darle más color y más calor en sus próximos conciertos de presentación.
Por cierto que las notas interiores del “20 Years,…” ya se las firmó su amigo australiano Johnny Casino, que será su telonero junto a su banda, The Secrets en la presentación del disco en La Boite de Madrid el 19 de febrero, Una semana después la presentación será en la Sidecar de Barcelona y con Thee Grandaddies como acompañantes. Tienes más información de los conciertos y posterior gira en www.lacastanya.com y en www.iwanna.org. ¡No te los pierdas tampoco en vivo, pues son una experiencia única!
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