El Ser Humano: "Egresión" (autoeditado)


Texto: Carlos Molina.

El Ser Humano es el nombre artístico bajo el que se cobija Gonzalo Fuster (ex Trinidad y ex Ontario). Un alias con el que se lanzó en solitario en 2012, alcanzando con su último largo, “Egresión” su tercer disco en esta nueva etapa musical, en la que se hallan reminiscencias de Deneuve, Julio de la Rosa, Francisco Nixon o The New Raemon.

El disco comienza con una mágica y evocadora ‘Ella cae’, de hipnótico y minimalista arranque para ir jugando con intensidades y cerrarse con experimentación y ruido. Bella, en ocasiones oscura y enigmática letra, una constante en el disco. Me fascinan también el resto de cortes iniciales, como una afectada ‘Italia’ de excelso pop, cuidados arreglos y formato de balada de los años cuarenta-cincuenta. ‘Continuamente gris’ pasa de un aire cálido y folkie a una atmósfera épica y etérea. Son cortes en los que confluyen algunos de los detalles más destacados del disco: diferentes intensidades, grandes instrumentaciones, letras tan enigmáticas como atractivas…

‘Número Uno’ me recuerda mucho a unos Brincos modernizados acercándose a sonidos fronterizos. Sonido también presente en ‘Piedras’ y ‘Vestido’, esta última de misteriosa arquitectura bluesera, canciones que seguro que dan mucho juego sobre los escenarios, al igual que una rabiosa ‘El rumor’. Una hermosa ‘Juan y Adrián’, de nuevo con juegos de intensidades y aromas melancólicos y explosivos, y la desgarrada y lánguida ‘Se llaman igual’ son las dos últimas canciones de un disco que deja con ganas de (mucho) más.

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