Ankor: "Cada tema tiene una atmósfera, hemos buscado dar profundidad al disco"


Texto: Carlos Molina.

Ankor es una joven banda catalana que con “Last song for Venus” (Fair Warning) alcanza su tercer disco en el mercado. A pesar de su juventud, además de una destacada producción discográfica, se acercan al centenar de conciertos acumulados durante su carrera. Todo ello se nota en un álbum rico en matices y que coquetea con un buen número de estilos dentro del rock y metal. David Romeu (guitarra), Fito Martínez (guitarra y segundas voces) y Julio A. López (bajo y screams) se encargan de contestar a nuestras preguntas.

“Last song for Venus” es vuestro último trabajo. Un disco que, a mi juicio, poco o nada tiene que envidiar a producciones extranjeras. Pero, si os parece, vayamos por partes. El grupo tiene ya un buen número de años a sus espaldas, a pesar de vuestra juventud. ¿Qué fue lo que os llevó a crear Ankor? ¿Qué es lo que más os viene a la memoria de aquellos primeros pasos y ensayos como banda?


Eramos un grupo de amigos con apenas 13 y 14 años a los que nos encantaba la música, y principalmente el metal. Emulábamos a nuestros grandes ídolos versionando nuestros temas favoritos sin apenas saber cambiar una cuerda de guitarra… ¡pero lo pasamos en grande! Poco a poco comenzamos a crear nuestros primeros temas, el primero de todos se llamaba “Zero” y era instrumental. ¡Tenemos mil recuerdos de aquella época, posiblemente la más feliz de nuestras vidas!

“Al fin descansar” fue vuestro debut discográfico (Santo Grial, 2008). Un disco que tuvo distribución hasta en tierras niponas. Un lustro después de su publicación, ¿qué aspectos creéis que han aguantado mejor, y peor, si es que vierais alguno, el paso del tiempo?

Fue nuestra primera “gran” obra y fue muy bien acogida por el público. Nos sirvió para comenzar a darnos a conocer en España, Sudamérica e incluso en Japón, como comentabas, así que contentísimos por el resultado. Musicalmente hablando éramos unos críos de 17 años y nos da un poco de “vergüenza” escucharnos así hoy en día, pero seguimos estando muy orgullosos del trabajo que hicimos.

“My own angel”, de 2011 y editado por The Fish Factory, supuso vuestra exitosa reválida, con gran reconocimiento crítico no solo en nuestro país, sino también en Alemania, Noruega o Grecia. De todos esos reconocimientos, ¿hubo alguno que fuera más emotivo para vosotros, por el medio del que provenía, el periodista autor de la crítica, etc?

Ahora mismo no recordamos sólo uno en concreto, pero es cierto que hubo un medio de Noruega si no recordamos mal (entre otros países) que nos catalogó como mejor álbum del año en Europa, por originalidad, juventud, calidad… Pero la verdad, todas las críticas positivas, sobre todo las del propio público, nos llegan y complacen muchísimo.

Con “Last song for Venus” habéis encontrado acomodo en Fair Warning (Crisix, Hyde Abbey, 77, Everlyn…). Imagino que estaréis más que satisfechos de formar parte de un sello con semejante catálogo y mimo por el metal nacional.

Es genial que, pese a haber autoproducido y lanzado por nuestros medios el disco hace unos meses, haya compañías que apuesten por nosotros, y Fair Warning ofrece un trato humilde y muy respetuoso para el artista. Atrás quedan las discográficas que chupaban hasta la última gota a las bandas obligándoles a entregarles casi todo, ése no era el futuro de la música, como se ha demostrado.

Como decía antes, el disco suena muy potente y cuidado, y ecléctico. Es el momento de valorar el trabajo de David en la producción del mismo. ¿Cuánto tiempo habéis estado en el estudio? ¿Qué diferencias ha habido entre la grabación de este álbum y la de los dos discos anteriores?

David ha ejercido de productor junto con la ayuda de toda la banda y, por supuesto, de nuestro técnico Álex Radish, con quien hemos trabajado siempre desde las primeras maquetas del grupo, es uno más en el sonido Ankor. Estuvimos en el estudio unos dos meses entre grabaciones y mezcla, bastante menos tiempo que en “My Own Angel”, seguramente porque el cambio grande ya lo dimos con ese álbum, y ahora teníamos las cosas más claras. Nos encanta el resultado final y parece que el público también lo está valorando así.


La homónima “Last song for Venus” comienza luminosa, a modo de himno, adquiriendo al poco intensidad y contundencia. Me encantan esos juegos vocales y de intensidades, confluyendo el hardcore con destellos pop. La liará bien en los directos. “Try to walk my shoes” pega fuerte desde el principio, con una atmósfera más pesada, mayor peso del componente gutural, y un final ideal para la práctica de headbanging. “When december goes”, como “I’ll fight for you”, tiene una línea más rockera y una fantástica atmósfera melódica. El piano de “Last song for Venus part. 2” dota de languidez y espíritu recogido al tema, mientras que extensa “At Last Rest” se abraza a un metal sinfónico con un carrusel de intensidades y atmósferas. Me han gustado, y mucho. Mención especial también para una volcánica “The dark passenger”, que no renuncia tampoco a los teclados y a unos sublimes solos de guitarra para dotar de más pesadumbre al corte. Y joyita ese cierre con la acústica “The unreachable cherry-tree of dreams”. Vuestro sonido parte del metal para abrirse a otros géneros (punk-rock -como en esa “Winner Horse” con espíritu de directo-, pop -“Since you made us as one”, esa poderosa balada que es “Moonlight”-, rock -“Tenkuu No Budokai”-…). ¿Consideráis que este carácter abierto de la banda en cuanto al sonido es uno de los puntales de la personalidad del grupo?

Sin duda, así es. Como tú mismo comentas, cada tema tiene una atmosfera diferente, aunque siempre en el “universo ankor”, y eso nos encanta. Le da una profundidad al disco. No aburre y ayuda a que puedas oírlo muchas veces sin cansarte, descubriendo cosas nuevas en cada escucha. Al fin y al cabo, a nosotros nos encantan muchos estilos y subgéneros del rock y el metal, y eso se nota al escribir nuestra música.

Por cierto, soy muy comiquero y me parecen muy chulos los dibujos que acompañan a las letras en el libreto. ¿Quién ha sido el autor de los mismos y de la portada?

Como casi todo (o todo) en la banda, es cosecha propia, pero hemos contado con la inestimable ayuda de nuestro dibujante Damian, desde Polonia, que ha sabido captar perfectamente lo que buscábamos con los diseños.

Acumuláis ya más de 80 conciertos, así que en breve superaréis el centenar de bolos. No sólo en nuestro país, sino también en Finlandia. ¿Cómo surgió esa “experiencia finlandesa”, y qué destacaríais de ella?

Fue un festival que nos contrató gracias a que los organizadores vieron uno de nuestros videos (Completely Frozen), y la verdad, fue increíble sentir y experimentar cómo se ve el metal y esta música en los países del norte de Europa. También teníamos la experiencia de haber grabado varios vídeos en Suecia y es alucinante cómo lo viven, cómo respetan a las bandas y la cabida que tienen en el día a día de la sociedad… ¡Otro mundo!

Guns´n´Roses Marilyn Manson, Nightwish, Saratoga, Hamlet, Warcry… son muchos los grupos con los que habéis coincidido en festivales y carteles. ¿Hay algún concierto de los ofrecidos hasta ahora que os resulte más especial?

Una de las mejores experiencias, junto a la de Finlandia, fue el participar en el festival Costa de Fuego, donde compartimos cartel y backstage con bandas a las que admiramos muchísimo y lo pasamos realmente en grande.

Dejando atrás los bolos pasados, y pensando en los futuros, ¿qué primeras fechas de presentación de Ankor podéis adelantarnos? ¿Qué temas de los dos primeros discos pensáis rescatar para el set-list?

Estamos cerrando fechas para Bilbao, Valencia, Castellón, Madrid (de nuevo) y algunas más que iremos desvelando conforme las cerremos. En cuanto a los temas antiguos, según el concierto vamos alternando, pero hay algunas que siempre caen, como “Remaining” o “Completely Frozen”.

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