Music as Usual/Coop Music: Novedades variadas para el verano

Texto: Txema Mañeru.

Llevan ya unos cuantos años la distribuidora COOPERATIVE MUSIC / MUSIC AS USUAL ofreciéndonos buen material alternativo mayormente actual. La cantidad de sellos con los que trabajan es amplísima. Te citaremos algunos de ellos con sus últimas novedades respectivas Pequeñitos o modestos como Marhsall Teller Records (THE HISTORY OF APPLE PIE), Brownswood Recordings (WILLIAM ADAMSON), Downtown (PORT ST WILLOW, HOUSES), Heavenly Recordings (CHARLIE BOYER AND THE VOYEURS) o Moshi Moshi Records (FICTION). Otros tienen ya mayor prestigio y trayectoria como Memphis Industries (THE PHOENIX FOUNDATION, THE RUBY SUNS) y, sobre todo, Bella Union con jóvenes promesas como CONCRETE KNIVES y ALESSI’S ARK o veteranos del prestigio de VAN DYKE PARKS, arreglista que trabajó con los Beach Boys y por el que empezamos. Tienes más información en www.cooperativemusic.com.


VAN DYKE PARKS: “SONGS CYCLED” (Bella Union)

Es el más veterano y sin duda el más renombrado entre los que vamos a hablar. Su nombre, VAN DYKE PARKS, aparece normalmente asociado a los Beach Boys y más aún a Brian Wilson. Hombre clave en el mítico y recientemente recuperado “Smile”. Pero también ha trabajado con clásicos como Tim Buckley, Ry Cooder, Randy Newman, The Byrds, Jimmy Cliff, U2, T Bone Burnett o Laurie Anderson. También con otros clásicos más recientes como Joanna Newsom, Rufus Wainwright, Mary Gauthier o el desaparecido Vic Chesnutt. Debutó con su obra maestra del 68, “Song Cycle”, Pero este “SONGS CYCLED” es nuevo y lo firma un hombre de 72 años en liberad total. Aquí tenemos los últimos singles grabados en los últimos tiempos junto a re-grabaciones de antiguas canciones. También hay alguna versión y la colaboración vocal de Gaby Moreno e Inara George, de las encantadoras The Bird And The Bee. Comienza con toques étnicos y folk en “Wedding in Madagascar” y da muestras ya de su gran riqueza musical con “Dreaming in Paris”. Suena todavía más orquestal en la acertada recuperación de “Hold back time”. Flipas con su “Black gold”, su particular recreación del hundimiento del Titanic, pero consagrada al Prestige, con acordeones, aires mediterráneos y hasta toques de Tom Waits. En “Money is King” tenemos su, a veces, mal entendido amor por el calypso de Trinidad. “The all golden” es una gran recreación de uno de los temas maestros de “Song Cycle”. También tenemos orquestas de dibujos animados. Será cosa de poner banda sonora a películas de Disney como sucede con su colega y espíritu afín, Randy Newman. Me encanta “The parting hand” un himno del siglo XIX que arranca a capella en forma de góspel hermoso. Luego entra una vistosa orquesta. También es protagonista su orquesta en la final “Amazing graces” que es como una banda sonora para todo el cine dorado de Hollywood. ¡Una joyita sin fecha de caducidad!

ALESSI’S ARK: “THE STILL LIFE” (Bella Union)

Seguimos con Bella Union, el sello más popular, y con una joven chica que dará que hablar. ALESSI’S ARK es en realidad Alessi Laurent-Marke y tiene 23 años. “THE STILL LIFE” es ya su tercer disco y ella es hija de un famoso productor de televisión y tuvo buena cultura musical de niña quedando atraída en su niñez por un disco tan mágico como el “Song For Beginners” de Graham Nash. Debutó en 2009 con “Notes From The Treehouse” con producción del prestigioso Mike Mogis de los Bright Eyes. Factura un pop-folk en la onda de los de Conor Oberst y su voz se asemeja un poco a la de Feist o a la de Laura Marling con quien ha tocado, por cierto. También tiene algo de nuestra Jeanette. Ha cantado también en Young Colossus, proyecto de un miembro de The Maccabees y para este nuevo trabajo ha contado con otro prestigioso productor como es Andy LeMaster, que ha trabajado ya con los Bright Eyes, de nuevo, pero también con los sensacionales Drive-By Truckers. Tiene un single pegadizo como “The rain” y momentos más tiernos y delicados con buenas voces como “The good song”. Quería un trabajo de corte más íntimo y con más riqueza de sonidos. Para ello decidió basar las canciones en otros instrumentos y arreglos que no fueran siempre las guitarras acústicas. Así tenemos ritmos cambiantes y toques electrónicos que pueden gustar a los seguidores de The Postal Service en “Afraid of everyone”. Eso no quitan para que también nos entregue sencillas perlas melódicas como la entrañable “Sans balance” con unas estupendas voces y con aromas a Devendra Banhart o la más desnuda Laura Veirs. También es una delicia “Money”, con su ritmo más animado basado en el piano y con unos estupendos coros con voces masculinas. Todo sencillo pero con buen gusto y con interesantes historias que tratan, como no, del amor, pero también de la naturaleza como prueban títulos como “Those waves”, “Mountain” o la final y delicada “Pinewoods”. ¡Original folk-pop actual!


THE PHOENIX FOUNDATION: “FANDANGO” (Memphis Industries)

Pasamos al sello Memphis Industries con los neozelandeses THE PHOENIX FOUNDATION con gran predicamento ya en su país. “FANDANGO” es su quinto trabajo pero además varios de sus miembros tienen también exitosos discos en solitario. Son difíciles de clasificar como sus compatriotas The Clean. Así pueden sonar, según las canciones y los momentos, indie-pop, psicodélicos, con aromas folk e incluso con toques progresivos. Ya con su anterior “Buffalo” recibieron muy buenas críticas también en Inglaterra y ahora pueden volver a conseguirlas. El inicio con “Black mould” no podía ser más acertado. Buena y luminosa melodía con gran estribillo, buenos teclados y un potente final. Me encanta “Thames soup” con su melodía entre épica y melancólica sobre un buen colchón de teclados. A mí me recuerdan gratamente en este y otros varios temas a sus cercanos en el espacio, The Church. Lo mismo me sucede con “Inside me dead”, un buen lento que acaba todavía con más tristeza y parsimonia acercándose incluso a Low o Codeine. En “Corale” tenemos buen pop-folk con acústicas que luego se transforma en electrónica progresiva con lejanas voces y aromas un poco a lo The Flaming Lips. En “Supernatural” tenemos otra vez un tema extenso (la mayoría superan los 5 minutos o más) con una gran melodía y guitarras cristalinas entre The Chameleons y, otra vez, The Church. El doble LP de más de 70 minutos finaliza con los temas más progresivos y extensos y la final “Friendly society”, por ejemplo, desvaría hasta superar el cuarto de hora. y ocupar la última cara del segundo disco al completo. ¡Hay mimbres para que se hagan más populares en Europa!

THE RUBY SUNS: “CHRISTOPHER” (Memphis Industries)

Seguimos en Nueva Zelanda con Memphis Industries pero ahora con THE RUBY SUNS. Liderados por Ryan McPhun los conocía con su anterior “Fight Softly” que tenía muy buen pop psicodélico con buenos referentes como Animal Collective, Mercury Rev, The Flaming Lips o Yeasayer. Por ahí se mueve “CHRISTOPHER” pero quizás con algo menos de punch por momentos. El tono general ahora es más electrónico y más bailable y tiene buenos momentos. Esa alegría que desprenden “Desert of pop” o “Kingisher call me” que contagian optimismo y te dan ganas de bailar. En momentos más electrónicos, aún, como “In real life” o “Jump in” casi recuerdan a los Human League del “Dare”. También mantienen curiosos cambios de ritmo y sonoridades cercanas a los Animal Collective, así como a tropicalistas como Vampire Weekend. Ciertas melodías de aires soul blanco como “Starlight” pueden recordar a los Hall & Oates que tanto parecen gustarle o a Robert Palmer. Las mezclas de Chris Coady (Grizzly Ver, Beach House) dan un colorido adecuado a ciertos momentos en el que las melodías no son tan redondas.

FICTION: “THE BIG OTHER” (Moshi Moshi Records)

Acabamos con el cuarteto londinense FICTION que debuta con “THE BIG OTHER”. Sin gran originalidad nos ofrecen un puñado de singles acompañados por otras apreciables canciones que gustarán al seguidor del post-punk menos arriesgado y, sobre todo, a quienes añoren a los primeros Talking Heads. Y es que la voz de uno de sus cantantes tiene muchos puntos de contacto con la de David Byrne. Con este patrón cercano a los Talking Heads arrancan con “Parting gesture”. Otro tanto sucede con el acertado single titulado “Museum”. En otros momentos como los de la más melódica “Step ahead” se acercan más a unos primeros The Cure. Los cambios de ritmo y el poderoso bajo de “See me walk”, sin embargo, nos remiten a los mejores Simple Minds o incluso a los A Certain Ratio, por sus toques tribales o a los King Crimson de los 80 por las guitarras, que también tienen algo de math-rock. En “Be clear” suenan más actuales con claridad y hay mayor preponderancia para el sonido de los teclados. De nuevo con ritmos provenientes de África como hacen Vampire Weekend. ¡Conviene apuntar su nombre!

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