Texto: Carlos Molina.
Disco a disco, concierto a concierto, Kayser Sozé se ha ido labrando un reconocido nombre dentro de la escena nacional de hard-rock blues. Y todo ello con un sonido con una personalidad muy marcada desde el comienzo. Pongamos como ejemplo “Space Complexion”, la apertura de su debut, “8 months later” (2007) y “Phenomena”, de “Gods meat cult”, su tercer y último largo. Ahí está el blues, ahí está el rock and roll, ahí está ese poso psicodélico de algunos de sus cortes… ¡Pedazo de banda! Hablamos con el batería del combo, Lover Lion, antes de su bolo de este jueves en Bilbao (sala Cotton Club, 20 horas).
¿Tuvisteis bien claro desde vuestros comienzos cuáles eran los sonidos que queríais que recogiera vuestra propuesta?
Por supuesto. Estábamos cansados de tocar en bandas de versiones que no tenían un claro sentido musical o una vertiente en la cual movernos. No teníamos ningún sonido, ni grupo especifico, la idea era agitar la coctelera y dar forma a nuestras influencias (Taste, Grand Funk, Hendrix, Zeppelin, Black Crowes, Mountain, James Gang, Joplin, Neil Young etc...).
Superasteis, a mi juicio, con un notable ese primer largo, que contaba con briosos cortes como “Life sentence” y más recogidos como ese hit que es “California”. Apuntad también “It´s a lonely”, “Smell of woman” o “Kayser Sozé” entre mis favoritas. ¿Cómo recordáis ese trabajo, y qué temas de él soléis incluir en vuestros conciertos?
Pues muchas gracias, la verdad es que recordamos con mucho cariño ese proceso de entrar por primera vez a un estudio. Eramos novatos y quizás pagamos la novatada, pero lo que salvó el disco fue que las canciones tenían fuerza y vida propia.
“Life Sentence” fue la primera canción que compusimos juntos. Lo demás fue rodado, un verano muy bonito en el que nos encerrábamos en el local de ensayo y pasábamos horas y horas juntos puliendo los temas.
En estos momentos, del primer trabajo tocamos “California” “Smell Of Woman” y “Holy Hole”, ahora suenan mucho mejor. “Holy Hole” es el tema con el que cerramos los conciertos, se puede alargar hasta los 10 minutos con la improvisación final.
Un disco que contiene una gran revisión del clásico “House of rising sun”. ¿Qué es lo que os animó a llevarla a cabo? ¿Qué otras canciones no os importaría versionear para un futuro trabajo?
Fue una idea del primer bajista que terminamos en el estudio. Bueno, casi todas las canciones las terminamos en el estudio. Ahora mismo llevamos un tema de Led Zeppelin en el bis y antiguamente hemos versioneado a Creedence Clearwater Revival, Hendrix, Mountain, Lynyrd Skynyrd y Grand Funk Railroad. Pero en estos momentos nos queremos centrar en nuestra música, ya que tenemos canciones para hacer dos conciertos. Creo que entre los tres discos tenemos editadas unas 31 canciones. Además, la cover que llevamos de Zeppelin es casi ya nuestro tema, porque poco tiene ya de Page, Jones, Bonham y Plant.
“Cause We Like It & Enjoy Us” (2009) (¡con cañonazos como “Billy Sabbath”, ese rock and rollo flipante que es “Going to new Waters” o esos punteos en “Toni´s Garage”!) es vuestro primer disco para Molusco Discos. ¿Cómo creéis que funcionó? ¿Qué es lo que más valoráis de la producción que llevasteis a cabo junto a Txavi León?
Funcionó bastante bien, fue nuestro primer disco para una discográfica y como teníamos tantos conciertos en aquella época fue grabado en el local de ensayo. Txavi León se portó muy bien, es un gran amigo nuestro y algunas veces lo hemos llevado a algún concierto como técnico.
“Billy Sabbath” fue single en su época y es una de las canciones que mejor funciona con la gente. Además, en Benidorm conocimos un grupo que la versioneaba. Es toda una sorpresa para nosotros que escojan una canción tuya para versionearla.
Siguiendo con los ejemplos antes mencionados, lo que sí se percibe es que la energía desprendida en vuestros conciertos parece haberse impregnado a vuestra discografía. Este último trabajo torna más vertiginoso, y directo, valga la redundancia, que los anteriores. De hecho, si no me equivoco, ha sido grabado en directo con esa intención. Contadnos cómo ha sido esta nueva estancia en el estudio de grabación. ¿Fuisteis con los cortes bien rodados para propiciar esas tomas en directo?
Sí, queríamos grabar en sesión, por lo que nos encerramos en una habitación los tres, con la batería, la guitarra y el bajo. Los amplis estaban en diferentes habitaciones, todo lo que se escucha fue grabado en directo excepto algunos solos, voces y arreglos. Nos apetecía hacerlo así porque creíamos que era la mejor forma de plasmar nuestra fuerza en un disco. Y creemos que funcionó a la perfección. En futuros trabajos seguro que elegimos esa opción otra vez. Llevábamos todo muy trabajado y sabíamos lo que queríamos. En poco tiempo estaba todo grabado.
Vais a por todas desde la apertura de la vibrante “Phenomena”. La zeppeliana “Firewood”, como “Ocean of Blood”, con su barniz épico, a buen seguro que será uno de los cortes del disco. Un momento más relajado llega con los aires americanos de “The dog who never believe in God”, rock a lo Eddie Vedder, y la lánguida “Lips to lick”. “Eternal” o “Stoned” recuperan la garra, al igual que el blues centellea en “I just wanna” y la energía palpita en “This ain´t a love song”. “Namasté” es una canción que se recoge hasta lo emotivo. Corte a lo balada… pero no una balada cualquiera, que cede el testigo a una “Snake Eyes” que juega con intensidades. ¿Consideráis que este trabajo marca un punto de inflexión en vuestra carrera, como si vuestra apuesta sonora se mostrara más rotunda y perfeccionada que nunca hasta ahora?
Totalmente de acuerdo contigo, creo que este trabajo es nuestro mejor disco, más elaborado, mejor grabado y con las mejores canciones que tenemos hasta el momento. De hecho, lo tocamos entero en nuestros conciertos. “Phenomena” es el single que elegimos para abrirlo y es la primera en los conciertos. Luego seguimos con “Firewood” e intentamos ir acoplándolas canción tras canción sin ningún parón para dejar al publico atrapado. El momento de “Oceans of Blood” y “Namaste” son especiales, porque se trata de canciones que, quizás gracias a las sustancias mágicas, salieron del rincón más recóndito de nuestras mentes. De ahí el nombre del disco: “Culto a la Carne de los Dioses”.
La gira de presentación de “Gods meat cult” llega este jueves 30 de mayo a la sala Cotton Club bilbaína después de pasar por más de 15 localidades de toda España. Sumáis más de 200 conciertos, y habéis estado, si no me equivoco, un par de veces ya en nuestra ciudad. ¿Qué podéis adelantar del set-list, duración del bolo, etc? ¡Porque la intensidad doy fe que va a ser total!
Es la tercera vez que vamos a Bilbao, y la gente siempre nos ha tratado muy bien. El show será una hora y media de puro HardRockBlues sin contemplaciones. Pura adrenalina. Abrirán el concierto los bilbaínos Po- John & Hazzelhoffs, haciendo versiones de los setenta.
Os vi en directo hace unas semanas en la Rockstar de Benidorm, ante unos 30 fieles y otros 30 guiris, la mitad de ellos borrachos, los otros más calmados y hasta atentos. Dudo mucho que lo recordéis como vuestro mejor concierto. De todos los que habéis ofrecido hasta ahora, ¿hay alguno que rememoréis de vez en cuando por lo especial que fue o lo que significó para el grupo?
¡Menudo bolo para conocernos!, jajaja. La verdad es que me dieron ganas de tirarle la baqueta a alguno de ellos, pero no merecía la pena, porque el resto de la gente estaba atenta y correcta ante nuestro show. Quizás de esta gira me quede con los conciertos de Cuenca y Castellón en D'Leyend. Fueron increíbles, con la gente entregada totalmente.
Acabáis de realizar dos conciertos en Portugal. ¿Existe la posibilidad de llevar a cabo alguna fecha más fuera de nuestro país durante el verano?
La experiencia ha sido genial, nos encantaría poder volver a salir fuera. De hecho estamos en contacto para volver este verano al sur de Portugal y aprovechar para hacer algún festival. Nos ofrecieron la posibilidad de salir este verano a Europa, pero no hay nada cerrado de momento.
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