Excelente y apropiada tripleta la escogida para dar música al Festival de Cine Fantástico de Bilbao, Fant.
Heavy Trash es el excelente proyecto paralelo de la bestia escénica, Jon Spencer, el de la Blues Explosion, junto a Matt Verta-Ray, el espléndido guitarrista de Speedball Baby. Respaldados por el potente trío danés Powersolo volvieron a demostrar que el rockabilly no es una música caduca y que puede sonar provocativamente actual y viva. Ellos son grandes amantes de la ciencia ficción y de los comics y quizás por eso se acordaron de ellos los de el festival. Desgranaron temas de su magnífico debut, “Heavy Trash” (Yep Roc / DiscMedi) como la trepidante “The loveless” y se centraron con mayor profusión en la excepcional reválida que es “Going way out with Heavy Trash” (Yep Roc / DiscMedi). Para el segundo tema desgranaron por ejemplo “Way out”, que por cierto tiene un excelente vídeo de Matt. Luego vinieron otros como “That ain’t right” o la escalofriante “Dark hair’d rider”. Todo con la maestría y entrega vocal de Jon Spencer y a una velocidad de vértigo encadenando 4 y 5 temas casi sin respiro y marcándose un apoteósico bis con otra media docena de temas. Algún baladón más de esos que borda Spencer habría sido una guinda sensacional. También que le dejaran coger de entre el público la cámara de vídeo para grabar a sus compañeros. Entre Elvis Presley, The Clash, Johnny Cash, The Cramps y el punk. ¡Sensacionales una vez más!
Previamente habían calentado con gran acierto los daneses Powersolo que tienen en “Egg” una excelente tarjeta de presentación. En él colabora con su voz el propio Jon Spencer, pero en directo se bastaron con sus dos guitarras, batería y voces para hacer brincar a gusto al personal, atreviéndose incluso con un gracioso tema en castellano. Dejaron con ganas de más y eso siempre es bueno.
A continuación vinieron las muy maqueadas Gore Gore Girls. Hoy por hoy son más provocativas y peligrosas que The Donnas, pero en directo les faltó algo de chicha a su rock garajero y algo más de movilidad escénica. Eso sí, pusieron ganas y sudaron a gusto, pero fueron lo más flojo de una noche caliente llena del mejor rock’n’roll. La peña que abarrotaba el Antzokia se lo pasó en grande. No fue para menos.
Heavy Trash es el excelente proyecto paralelo de la bestia escénica, Jon Spencer, el de la Blues Explosion, junto a Matt Verta-Ray, el espléndido guitarrista de Speedball Baby. Respaldados por el potente trío danés Powersolo volvieron a demostrar que el rockabilly no es una música caduca y que puede sonar provocativamente actual y viva. Ellos son grandes amantes de la ciencia ficción y de los comics y quizás por eso se acordaron de ellos los de el festival. Desgranaron temas de su magnífico debut, “Heavy Trash” (Yep Roc / DiscMedi) como la trepidante “The loveless” y se centraron con mayor profusión en la excepcional reválida que es “Going way out with Heavy Trash” (Yep Roc / DiscMedi). Para el segundo tema desgranaron por ejemplo “Way out”, que por cierto tiene un excelente vídeo de Matt. Luego vinieron otros como “That ain’t right” o la escalofriante “Dark hair’d rider”. Todo con la maestría y entrega vocal de Jon Spencer y a una velocidad de vértigo encadenando 4 y 5 temas casi sin respiro y marcándose un apoteósico bis con otra media docena de temas. Algún baladón más de esos que borda Spencer habría sido una guinda sensacional. También que le dejaran coger de entre el público la cámara de vídeo para grabar a sus compañeros. Entre Elvis Presley, The Clash, Johnny Cash, The Cramps y el punk. ¡Sensacionales una vez más!
Previamente habían calentado con gran acierto los daneses Powersolo que tienen en “Egg” una excelente tarjeta de presentación. En él colabora con su voz el propio Jon Spencer, pero en directo se bastaron con sus dos guitarras, batería y voces para hacer brincar a gusto al personal, atreviéndose incluso con un gracioso tema en castellano. Dejaron con ganas de más y eso siempre es bueno.
A continuación vinieron las muy maqueadas Gore Gore Girls. Hoy por hoy son más provocativas y peligrosas que The Donnas, pero en directo les faltó algo de chicha a su rock garajero y algo más de movilidad escénica. Eso sí, pusieron ganas y sudaron a gusto, pero fueron lo más flojo de una noche caliente llena del mejor rock’n’roll. La peña que abarrotaba el Antzokia se lo pasó en grande. No fue para menos.
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