
El cúmulo de sensaciones que desprenden nos llevan a toda la historia de la música pop y cruza sin complejos ambos lados del Atlántico, aunque van prevaleciendo cada vez más las sonoridades americanas, sin olvidar la base en Beatles y Kinks que sigue intacta. A ratos suenan con el clasicismo de unos The Band del siglo XXI y en ocasiones parecen los Wilco del "Summerteeth". Cuando empastan las voces y las guitarras evocadoras de "Sing when you're happy" parecen Crosby, Stills, Nash & Young, pero al mismo tiempo tienen cada vez una personalidad más marcada que les hace sonar actuales y frescos como los que más.
Dieron rienda suelta a sus guitarras en temas recientes como "Do it" o "Paranoid" y también brillaron los teclados en los temas más pop y melódicos como la preciosa "Little chat". Recuperaron un montón de temas del disco de su despegue, "Little Heart Attacks" (Mushroom Pillow), con una guitarrera "Hate yourself" al principio del bolo y dejando para el final su gran hit (coreado por todos) "On my mind" y la estupenda "Often" y su aire californiano. Por algo se fueron a San Francisco a grabar su nuevo disco con espléndidos frutos. Lógicamente tuvieron que regresar y para los bises dejaron "Day in day out", que podría ser un single de su nuevo disco y "Little heart attacks" con todo el público cantando con ellos a pleno pulmón esos emotivos "la la las". No es extraño su éxito en otros países como Francia y no es extraño que suban algún peldaño más también aquí con sus próximos pasos. ¡Gran noche!
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