Resumen del Festival BBK Live

Buena entrada de la segunda edición del Bilbao BBK Live Festival -anteriormente conocido como Bilbao Live Festival-. Casi 40.000 personas se acercaron a Kobetamendi las dos primeras jornadas del festival, a razón de algo más de 15.000 el jueves (día de Iron Maiden, Within Temptation y Juliette Lewis, entre otros) y 24.000 el viernes, con Red Hot Chili Peppers, My Chemical Romance, Fermín Muguruza y compañía y Kula Shaker como reclamos. Esta cifra estuvo a punto de ser superada únicamente con la visita de Metallica el 29 de junio, día de cierre del festival, ya que 39.740 personas acudieron al reclamo de los norteamericanos (de ellos y otros grandes grupos como Incubus, Nebula, International Noise Conspiration). El día anterior, fueron algo más de 15.500 asistentes los que se dejaron seducir por el día más popero y patrio del Festi, con Fito como cabeza de cartel y unos triunfadores Los Ronaldos, Muchachito Bombo Inferno y New York Dolls.

Vayamos con las cifras, que son espectaculares: Un total de 94.712 personas han pasado por un festival que, el año que viene, recupera los tres días de duración, y que se celebrará el 11, 12 y 13 de julio.

La procedencia del gentío asistente sigue siendo predominantemente provincial (el 33% del total), repartiéndose el resto del pastel de la siguiente forma:

Gipuzkoa..........................10,3%
Cataluña............................9,8%
Galicia................................6,6%
Madrid...............................6,3%
Castilla-León......................5,9%
Francia................................5,5%
Asturias...............................4%
Alava...................................3,1%
Cantabria............................2,9%
Andalucia............................2,7%
Navarra...............................2,6%
La Rioja............................ .1,5%
Castilla La Mancha............1,4 %
C. Valenciana......................0,9 %
Aragón.............................0,6%
Otros...............................2,1% (Inglaterra, Canarias, Baleares, Extremadura, Murcia, Italia, EE.UU...)

Más: Entre los cambios a mejor con respecto a la primera edición, hay que destacar el mayor número de baños, mientras que habrá que ampliar los puestos de venta de comida, porque a algunas horas era caótico intentar hacerse con algo que llevarse a la boca. Hay que aplaudir, así mismo, la celeridad en la entrada al recinto y que, salvo algún atontado de siempre, el civismo de la gente.

Pero vayamos ya con lo que ha ofrecido el festival musicalmente. Si hubiera que poner un titular en plan sensacionalista, sería el de "Metallica arrasan, Iron Maiden triunfan, Fito convence y los Red Hot Chili Peppers defraudan de lo lindo". Eso refiriéndonos a los cabezas de cartel, que sorpresas agradables ha habido unas cuantas: desde My Chemical Romance a Juliette Lewis, pasando por los veteranos Los Ronaldos o Muchachito Bombo Inferno.

Comencemos por el primer día de festival y los Iron Maiden. El bolo del veterano combo heavy fue toda una fiesta repleta de tanques gigantes y otras parafernalias militares, un gigante Eddie paseándose por el escenario, focos dirigidos al público por el enérgico cantante, todo derroche de voz y movimiento, y un buen número de clásicos (como The Tropper y The Number of the Best, imposible no dejarte llevar por la canción, y eso que apenas he seguido el legado de los Maiden). También sonó Run to the Hills. Todo ello en 100 minutos de bolo vibrante, con una afición entregada (y de todo tipo de edades). Un bolo que nos hizo ir con una sonrisa al siguiente escenario para ver a unos Within Temptation que, ante poco más de la mitad de los asistentes al concierto de Iron Maiden, demostraron ganas, entusiasmo, contundencia y una gran, gran voz. Por cierto, que le echaron narices y soltaron su Stand my Ground apenas comenzado el concierto.

Poco antes de Iron Maiden y Within Temptation, y mientras degustábamos unos bocadillos de chorizo y un talo, acudimos a ver a Juliette Lewis y su banda, The Licks. Se suele achacar inexperiencia y poca sapiencia instrumental a su combo, pero yo la verdad es qe disfruté de un concierto de punk-rock majete, en el que presentaban su último largo, Four in the Floor. Quizás no sean una revolución rockera, pero Juliette y su gente se bate el cobre sobre el escenario, y fuera de él, ya que la cantante y actriz norteamericana no dudó en acercarse hasta la valla, y pese a los intentos de los miembros de seguridad por evitarlo, lanzarse sobre las primeras filas, para alegría de uno de los componentes del público, que no dejó de toquetear a la pobre Juliette. En fin... Durante el bolo sonaron sus canciones más conocidas, como You’re Speaking My Language y Got Love To Kill y Hot Kiss, que sonó en ese "movido" final. Tercera ocasión que Juliette visita nuestra Comunidad Autónoma, y ojalá lo siga haciendo más.

El jueves salimos contentos de Kobetamendi y el viernes, por contra, lo hacíamos con semblante serio. Los que disponían de tiempo pudieron quitar el mal rollo del bolo de los Red Hot con los vibrantes My Chemical Romance, pero los que al día siguiente teníamos que trabajar salimos muy decepcionados con el bolo de los californianos.

Cuando un bolo promocional de unos meses antes, bajo la batuta de una emisora y para medio millar de personas te deja mejores sensaciones que otro ante cerca de 25.000 asistentes(era difícil aguantar en las primeras filas, damos fe de ello), es que algo falla. El concierto de Red Hot Chili Peppers en la esplanada del Guggenheim de 2006 fue enérgico, repleto de clásicos, y con gran comunicación entre la banda y el público. Sin embargo, el del BBK Live se asemejó a un ensayo del grupo, con coñas entre ellos, pero poco inteligibles para los demás, cierta apatía, interrupciones constantes que minaban la moral del más pintado y experimentaciones fallidas. Los miles de personas llegadas de todos los puntos del país (y más allá) se sintieron estafados ante el show de una banda que llegó a los 90 minutos -entre bises, solos instrumentales y demás morralla llegaron a la hora y cuarto de bolo real-, y en el que, inexplicablemente, se quedaron fuera del repertorio piezas como Under the Bridge y Californication, cerrando el show con una marciana Give it Away casi desconocida entre distorsiones. Dicen que les tiraron una botella y que ésta impacto en el bajista, y que por eso se encabronaron. Pues vale. Pero por 65 euros, hay que ser más profesionales. Mucho más.

El siguiente jueves Fito descargó ese repertorio que le ha subido a lo más alto del pop-rock nacional. No seré yo quien no me aleger por el éxito de bilbaíno, currante como pocos. Como la gira le ha llevado por mil y un sitios, poco nuevo se puede comentar. Si no le has visto, tienes una buena oportunidad de hacerlo con su gira junto a Calamaro Dos son multitud.

Y el viernes llegaba el orgasmo musical festivalero. Metallica aterrizaba en Bilbao y no sabemos quien se quedó más flipado al salir al escenario, si el gentío al comprobar que sí, los norteamericanos estaban ahí, o la misma banda al encontrarse a 40.000 enfervorecidos fans, en uno de los mayores bolos de pago ofrecidos en el País Vasco, que lo sepas.

Si los Red Hot dieron un bolo frío, Metallica caldeó el recinto hasta extremos impensables. ¿Queréis clásicos?, parecieron pensar. Pues nada, repasamos el Master of Puppets de principio a fin, siguiendo el listado de canciones a rajatabla. A la gente se le caía la baba. Y, por si fuera poco, llega el bis y acometen Sad But True, Nothing Else Matters (coreadísima), One -entre fuegos artificiales y explosiones- y una Enter Sandman que hizo botar a todo el personal. Se van del escenario, pero se encuentran tan a gusto que interpretan un tema inédito -adelanto de su próximo álbum- y se despiden con Seek and Destroy, ante un público entregado tras más de dos horas y cuarto de actuación y al que no dejan de saludar y agradecer su presencia (todo lo contrario que unas horas antes, cuando James Hetfield empujaba a un fan que se había atrevido a tocarle el hombro para pedirle un autógrafo. Craso error...)

Así pues, en líneas generales el Bilbao BBK Live ha cumplido las expectativas, con dos grandes bolos, uno más que cumplidor y un pero de esos que siempre aparece en las grandes citas. Su sonsolidación parece definitiva. Enhorabuena.

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