“Mamá, quiero ser artista”, o el reto de ser músico en España



Texto: Carlos Molina.

"Mamá, quiero ser artista" es un más que interesante libro con el que Amado Storni (escritor, periodista musical y músico, casi nada) analiza, a través de decenas de grandes nombres del rock nacional de las últimas décadas, el oficio de músico en nuestro país y la situación actual de la industria discográfica. Una obra que puede adquirir, al módico precio de 12 euros, en la página de la editorial Círculo Rojo y de la que podéis ver aquí su booktrailer. En las próximas líneas hablamos largo y tendido de esta obra con su autor.

Antes de entrar con el libro en sí, ¿qué nos puedes contar de cuál es tu trayectoria profesional hasta ahora? ¿En qué medios has colaborado?


Soy escritor, periodista musical y músico. Como poeta tengo publicados seis libros, los titulados "Biografía, otros poemas, El mundo que me mata", "Próxima estación: Primavera", “Versos en los labios”, “Postales sin remite”, “La memoria de mi olvido”, mi primera antología poética, y “La república del amor”, estos dos últimos trabajos publicados en Londres por la editorial Dexeo Editores. También he ganado y he sido finalista de varios premios de relevancia literaria. Como periodista musical colaboro en las revistas musicales La Heavy y Los + Mejores, en los periódicos digitales Madrid Out y El Heraldo del Henares y en varios portales de música; muchas de mis crónicas forman parte del apartado links en las páginas web de los propios grupos de música. Escribo en el blog personal “La Libertad de elegir ser esclavo”, un espacio que recoge lo más destacado de mi obra literaria, poética, musical y periodística.

¿Qué te llevó a realizar este libro, y cuándo comenzaste a trabajar en su realización?

Harto de escuchar que la música estaba en crisis, quería que fueran ellos, los artistas, los que me contaran sus impresiones al respecto. El libro se empezó a fraguar hace casi cinco años.

Se trata de una autoedición. ¿Qué tirada has realizado de “Mamá, quiero ser artista”, y cómo valoras su recepción hasta el momento tanto de ventas como mediática?

La tirada inicial es de doscientos ejemplares. A las personas que lo están leyendo les encanta, aunque todavía hay un gran número de fans del rocanrol que desconocen su existencia, a pesar de haber contratado los servicios de un promotor, Chema Gallego, de La Central de Comunicación.

En esta obra, pretendes acercar al lector al lado más humano de algunos de los representantes del mejor rock nacional: Johnny (Burning), Armando y Carlos de Castro (Barón Rojo), “Boni” y Alfredo (Barricada), “Juankar” (Boikot), Fernando Madina (Reincidentes), Manuel Martínez (Medina Azahara), “Kutxi” Romero (Marea), “Fortu” (Obús), "El Bode" (Porretas), “Txus di Fellatio” y “Frank” (Mago de Oz), Charly Domínguez (Los Suaves), “Sherpa” (Barón Rojo), o “El Drogas” (Barricada - Txarrena)… ¿El contacto con todos ellos fue personal, o fue también a través de mail o teléfono?

En las entrevistas pretendía poder tener opción a réplica en las respuestas, poder formular otras preguntas que surgieran de la conversación. Por eso todas las entrevistas fueron personales o a través del teléfono, nunca por mail.

También apuntas que “Mamá, quiero ser artista” intenta mostrar las distintas soluciones que puedan poner, si no fin, sí freno a la precaria situación que sufren tanto la música como nuestros músicos. “Este libro se escribió por y para ellos, para defenderles a ultranza porque con sus canciones se han forjado nuestros valores a golpes de rocanrol”, señalas. A través de las distintas reflexiones de los participantes nos metemos de lleno en sus opiniones al respecto pero, ¿cómo ves tú la industria musical nacional, y por dónde crees que puede estar el mantenimiento de una vida lo más digna posible para los músicos?

No se puede gravar siempre a los mismos. El ciudadano no es culpable de esta crisis que padecemos, pero es a él al que se le exigen los mayores sacrificios. En el caso de la música sucede lo mismo. La crisis del sector tiene solución, lo que ocurre es que los mandatarios, los que dirigen el cotarro, no quieren ponérsela porque sus intereses son otros. Y no es que no quieran ponerle freno sino que, además, agravan la situación subiendo los impuestos a los que accedemos a la cultura que somos todos. Y la cultura, que cada vez debería ser más popular, se está convirtiendo en un artículo de lujo.

No dejas de mostrar tu pasión por alguno de los entrevistados (“El Drogas”, “Kutxi”…). ¿Hay algún artista con el que intentaras contactar con el que no pudieras cerrar una entrevista, o están todos los que son?

Quizás se echa en falta a Rosendo o a Robe Iniesta, de Extremoduro, aunque ambos están presentes en declaraciones de otros artistas. Se contactó con ellos a través de sus respectivas discográficas y oficinas de management, pero contestaron que los susodichos no ofrecían entrevistas. Sinceramente, no creo que sus testimonios fueran a aportar algo más de lo que otros ya dijeron. Aunque los considero necesarios (y como artistas me han aportado muchísimo), no son imprescindibles.

A mí me ha resultado especialmente atractiva la charla con Sherpa y su reflexión sobre el negocio de la música en España, y sobre la propia España, y con Ramoncín. En tu caso, ¿has disfrutado especialmente con alguna de las entrevistas, o te han llenado todas por igual?

Todas las he disfrutado muchísimo, ya que estos artistas forjaron mi camino, a veces sin atajos, hasta ser lo que soy hoy en día: una persona con principios y valores. Lo que más me costó es quitarme el disfraz de fan y ponerme el de periodista. Pero metidos en faena, presentía que el artista se encontraba a gusto y su entusiasmo me contagiaba a mí también.

El enfoque de este libro puede dar para nuevas entregas… ¿te planteas una segunda parte si las ventas responden? ¿O te gustaría acometer otro proyecto con una temática distinta?

Quiero sentir la respuesta el público ante esta entrega. Tengo en mente un segundo libro ya que hay muchísimos artistas los entrevistados (he realizado más de doscientas entrevistas en casi cinco años). Aunque este libro estará enfocado desde otra perspectiva, tanto musical como periodística.

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