El Maz de Basauri se consolida como festival de referencia


Texto: Edu Gascón.

Dos fines de semana intensos en cuanto a oferta musical se refiere, algo que es de agradecer sobre todo cuando hablamos de citas con nombres atractivos. Es el caso del Maz 2017 de Basauri. Un cartel más que sobresaliente dejaba claro que la apuesta para esta edición era fuerte. Grandes expectativas que no se ha visto defraudadas gracias a unos conciertos de calidad musical y asistencia de público (dos jornadas con sold out).

ORPHEO no podía faltar a este evento. Solamente faltamos a la cita de la jornada de apertura (coincidió con el concierto de Sidonie en el Antzoki) pero con la asistencia a las dos fechas siguientes es suficiente para calificar de éxito la cita con el Maz basauritarra.

La jornada del día 29 de abril reunía en el escenario del Social Antzokia a Enric Montefusco y León Benavente. El interés de ver en directo al ex de StandStill en su primer trabajo en solitario y el directo eléctrico de los de Abraham Boba congregó a 400 personas que colgaron el primer sold out minutos antes de abrirse las puertas.

El primero en salir a escena fue Montefusco. Antes de empezar y a modo introductorio explicó el contenido de su primer trabajo en solitario “Meridiana” (Buena Suerte/ Sony, 2016). Problemas sociales, educativos y personales que cualquiera se encuentra a la hora de buscar una vida digna. Tres músicos notables acompañaron al ex StandStill en el escenario a la hora de desgranar su repertorio. El mismo incluyó canciones de su primer largo en esta nueva etapa. ‘Meridiana’, ‘Todo para todos’, ‘Flauta man’, ‘Por que me llamas a estas horas?’… Enric se mostró más hablador que en anteriores conciertos y explicaba el sentido de cada canción. Para alegría del personal sonó ‘Adelante Bonaparte’ tema de su etapa como líder de StandStill. En alguna entrevista el artista señalaba que ya no se sentía identificado con este tema. El final del concierto fue quizás la mayor de las sorpresas. Terminaron con dos canciones interpretadas entre el público (trombón incluido) en formato unplugged . Un buen concierto.

Tras Enric Montefusco era el turno de León Benavente. Sin duda La banda de Abraham boba (voz, teclados), Eduardo Baos (bajo, sintetizador), Luis Rodríguez (guitarra) y César Verdú (batería y percusiones) se encuentra en su mejor momento. Sold out allí por donde pasan y el Maz no iba a ser menos.

La banda creada allá por el 2012 ofrece el que seguramente es uno de los conciertos más enérgicos que se pueden ver hoy en día sobre un escenario. Culpable de ello es un carismático Abraham Boba que se convierte en un verdadero vendaval sobre las tablas contagiando al respetable (y volviendo un poco loco al asistente sobre escenario).

Un show muy trabajado que comenzó con ‘Tipo D’ para no dejar indiferente a nadie. Una interpretación musical cuidada con mil detalles y sobre todo dirigida por un Abraham Boba convertido en narrador del pueblo. ‘La Rivera’, ‘Ánimo, Valiente’, ‘California’, ‘Celebración’, ‘Todos Contra Todos’ o ‘Rey Ricardo’ hicieron las delicias del personal que con ‘Gloria’ llegó al éxtasis no dejando de saltar y de corear la letra que Boba interpretaba. La sala puesta patas arriba. El concierto terminó con ‘Aún no ha salido el sol’ y “Ser Brigada” acompañados de Álvaro Segovia (Cavaliere) el ex guitarra de los míticos Atom Rhumba y con Boba entre un público totalmente entregado. Un final apoteósico.

El 5 de mayo el Social Antzokia acogía la tercera y última jornada del Maz (en lo que a grandes conciertos se refiere). Era el turno de los bilbaínos Unclose y el dúo Fuel Fandango. Desde el día anterior las entradas estaban agotadas y es que el dúo formado por Alejandro Acosta y Cristina Majón atrae a mucho público gracias a su habitual buen sonido y a su espectacular puesta en escena.

Unclose salieron los primeros a escena y lo hicieron con un sonido british pop con bases electrónicas que lo acercaban a un sonido bailable (en ocasiones sonaban a Depeche Mode). Ofrecieron un espectáculo más que notable en cuanto a sonido y puesta en escena. Los bilbaínos nos regalaron un adelanto de temas que se incluirán en su primer LP que verá la luz en septiembre. Guitarra, bajo y sintetizadores para presentarnos temas como “Horses” o “Runaways, (ambos incluidos en su EP “Runaways”). Hubo guiños a un sonido más underground aunque el objetivo del bolo era ofrecer un repertorio bailable preparando al público para lo que vendría después.

Y ello no era otra cosa que el concierto de Fuel Fandango. Presentaban su último disco “Aurora” (Warner, 2016) y lo hacía tan sólo cinco meses después de haber visitado el Antzoki bilbaíno con otro sold out. Por ello, agradecieron el recibimiento al público asistente y, sin más, se lanzaron a hacer lo que saben.

Fuel Fandango abrió con canciones de “Aurora”. “El todo y la nada” y “Burning” hicieron que el público se entregara por completo desde el inicio del bolo. Alejandro Acosta mostró su eficacia musical e inundó el recinto con ritmos electrónicos. Tampoco se olvidó de demostrar sus dotes con la guitarra. Nita, fue fiel a su arte y se acercó a la copla y al cante mientras iba y venía por el escenario animando al respetable. Los otros miembros de la banda, batería y bajo cumplieron con sobresaliente su trabajo.

Nita se acercó a los espectadores encaramándose en las estructuras auxiliares de la sala levantando la pasión de las personas que estaban en primera fila. Un espectáculo muy plástico que llenó de rosas el escenario (e incluso la cabeza de algunos fans) en el que un tablao flamenco se convertía en pódium sobre el que Nita venía a reivindicar el porque de este momento de éxito y trayectoria ascendente de la banda.

Fuel Fandango terminó el concierto con el tema ‘Salvaje’. Quizás el tema que más movió al publico debido a que fue el primer single de su último álbum . Sin duda un magnifico concierto incluso para quienes como un servidor no está acostumbrado a las cadencias hacia el cante y la copla.

Podemos decir que el Maz 2017 ha puesto el listón muy alto y ha dado un paso importante en su consolidación como festival de referencia. Difícil el papel de los organizadores de cara a la edición del año que viene.

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