Xavier Baró: "I Una Fada Ho Trasmuda" (Satélite K)


Texto: Txema Mañeru.

El veterano trovador ilerdense Xavier Baró es mucho más que el Bob Dylan catalán, lo cual no es poco en absoluto. Su larga trayectoria ha tenido mucho más que folk catalán. De hecho los más veteranos le recordarán por su trabajo al frente de excelentes bandas de rock como Primavera Negra. También estuvo en Yerba, Los Tormentos o Tagomago, cuyo nombre ya dice mucho de las inquietudes musicales (y no solo poéticas) de Baró. A mediados de los 90 también firmó discos en solitario en castellano para adentrarse ya en los últimos 20 años en el folk catalán y en catalán. Ha firmado discos luminosos como “Flors de Joglaría” y otros mucho más oscuros, pero hermosos como “Lluny Del Camí Ral” y con guiños a Tom Waits, Pau Riba, Bob Dylan, Neil Young , Leonard Cohen o Jaume Sisa.

Un Jaume Sisa, aún más veterano que él, y que también acaba de firmar para Satélite K un magistral disco como “Malalts Del Cel”. De hecho el disco de Sisa ha sido elegido por Rockdelux como segundo mejor disco del año, pero es que el “I Una Fada Ho Trasmuda” ha sido elegido como quinto de la última cosecha. Conviene por tanto pasarse por www.satelitek.com. Así descubrirás otras destacadas obras de un clásico absoluto y maestro de la guitarra como Toti Soler. Al maestro de la Nova Canço con más de 25 discos le había perdido la pista desde el estupendo “Vida Més Alta” (K Industria) y nos vuelve a entregar un mágico “Transparéncies” que no hará olvidar “El Gat Blanc”, su obra maestra del 73 o “Epigrama” pero que es un magnífico trabajo que le muestra todavía en plenitud creativa. En él recupera temas de discos anteriores para remozarlos con más y mejores improvisaciones. Especialmente brillante se muestra en la apertura y el cierre con los dos temas clave de su anterior disco. Te hablamos de ‘La pluja’ y el que lo tituló, ‘Vida més alta’ con su prístina y diáfana guitarra. Tampoco faltan sus brillantes acercamientos a la guitarra flamenca y a la poesía. Y es que son 52 años de trayectoria con nombres como Pic-Nic, Om, María del Mar Bonet, Ovidi Montlor o Pascal Comelade. ¡Maestría a las 6 cuerdas!.

Muy diferentes registros nos trae Celia Flores en “20 Años de Marisol a Pepa Flores”. En él la hija de Marisol y Antonio Gades nos recupera las mejores y más populares canciones de su madre como son ‘Tómbla’, ‘Mamy Panchita’, ‘Háblame del mar marinero’ o la alegre y optimista ‘Corazón contento’. En algunos de estos temas compuestos por grandes como Augusto Algueró, Juan Pardo, Caco Senante, Palito Ortega o Manuel Alejandro. Además cuenta con los duetos de Estrella Morente, Bebe, Antonio Carmona, Lin Cortés o María Esteve.

Pero ahora queremos centrarnos más en el nuevo disco de Xavier Baró porque tiene muchas buenas cosas a destacar. Sigue con la libertad que le había dado la autoproducción en todos sus trabajos de la presente década, pero deja un poco de lado la concepción más espartana y austera de trabajos pretéritos para poner un mimo muy especial los arreglos de las canciones. Para ello cuenta con un experto y profesional de gran sensibilidad como es el teclista Xavier Ayuso que lleva ya más de una década junto a él y en el que esta vez ha decidido delegar la producción con buenos resultados, por cierto.

Este trovador de guitarra eléctrica se ha marcado canciones que te agarran por la solapa y te sacuden a nada que te expongas a ellas. Canciones como esa maravillosa apertura íntima con ‘Vora un dolmen’ con su gran guitarra acústica, su siempre cálida voz y el violín de Estefanía Bellmunt. Esa guitarra que recuerda a la de Bert Jansch Me encanta ‘Per les aigües de Dublín’ con su pausado ritmo y la jugosa melodía. También resplandece su guitarra eléctrica y esos arreglos en general. En ‘Les flors de L’estany’ vuelven a brillar el violín de Estefanía y la acústica de Baró. La sección de ritmo de ‘Rosa dels vents’ es pura magia tenue y realza su melodía ese magistral piano de Víctor Verdú. En ‘So qui so’ me recuerda a Neil Young por la guitarra eléctrica. Luego el laúd le saca ese toque a trovador medieval o al amigo David Lindley. En otros momentos te puede recordar al Van Morrison más íntimo y en el magnífico corte cargado de folk, ‘Lligat al timó’ incluso a The Pogues. Aquí brilla también la viola y el violín de Núria García. La despedida con ‘Resplendeix la flor inversa’ parece sacada del “Unplugged” de Neil Young por ese órgano de aromas eclesiales y la majestuosidad que aportan. ¡Un disco y un artista para perderse dentro de sus ricos mundos!

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