Texto: Txema Mañeru.
En ATO Records han publicado recientemente el disco elegido como mejor trabajo del año 2016 por Ruta 66. Realmente los Drive-By Truckers se han vuelto a salir como hacía años que no lo hacían con el fantástico “American Band”, un título que les define a la perfección, pero también por su rico y variado contenido. Pero también tenemos muchas más cosas realmente atractivas en este sello distribuido siempre aquí por la gente de PIAS Spain (www.twitter.com/PIASIb_LatinAm).
Es el caso de este auténtico súper-grupo formado por culos inquietos y bregados en mil y una aventuras. Claypool es Les, uno de los mejores bajistas de siempre y conocido fundamentalmente por su trabajo con Primus, aunque también ha estado en Osterhead, Apricot o Frog Brigade. El amigo Lennon es Sean y ha andado metido por The Ghost of a Saber o Tooth Tiger. Además hay que sumar la presencia en los teclados de “Money Mark” Ramos de los Beastie Boys. Por último en la batería está Paul Baldi también miembro de The Fungi Band.
La palabra Delirium les va como anillo al dedo porque esto es, como bien dicen en ATO Recods, un estimulante y psicodélico viaje a través del cosmos. Un viaje que comienza con el misterio y la experimentación del tema homónimo. Trae psicodelia fina a lo Syd Barrett o Paul Roland, pero también un bajo que recuerda al del recientemente fallecido, Greg Lake, a su paso por King Crimson. En ‘The Delirium’ tenemos ya las clásicas subidas y bajadas con unos guapos y melódicos teclados de Money Mark y momentos de pop progresivo. Sin embargo este single se transforma luego en puro rock psicodélico con excelsos teclados. ‘Captain Lariat’ tiene una alucinante guitarras, un bajo que casi puntea como si fuera una guitarra y momentos pop para fans del “Sgt. Peppers”. ‘Ohmerica’ es pura psicodelia que suena a conocida que se torna más pop en ‘Oxycontin girl’, una preciosidad que debiera ser single y que parece sacada del “Forever Changes” de Love. La lenta ‘Bubble’s burst’ me recuerda en cierta forma a los XTC y el final es de nuevo más experimental. Un instrumental con espectrales coros que parece ideal para una banda sonora de película freakie. ¡Buena locura para quien le gusten estos alucinados sonidos!
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