Texto: Txema Mañeru.
Entre los músicos de blues es bastante común eso de seguir la tradición familiar. Si los padres son de los grandes como sucede, por ejemplo, con Muddy Waters o Johnny Copeland, a los hijos les suele costar ocupar su “lugar”. Esto ha sucedido un poco también con Ronnie Baker Brooks, hijo del gran Lonnie Brooks con una dilatada y destacada trayectoria, sobre todo, con sus discos para Alligator Records.
De hecho debo reconocer que no había escuchado aún a Ronnie Baker Brooks en solitario y eso que está próximo a cumplir el medio siglo de vida. Comenzó a los 19 años tocando con su padre, por cierto y eso le supuso compartir escenario con grandes como Eric Clapton, Koko Taylor, B.B. King o Buddy Guy.
El caso es que ha transcurrido una década desde su anterior disco en solitario y se lo ha currado de lo lindo. Recurrió a un productor del prestigio de Steve Jordan (Keith Richards, Eric Clapton, Stevie Wonder) y este le ayudó para agenciarse los mejores músicos de Memphis y Nashville. Por ahí andan los músicos de Stax Records y la Hi Rhythm Section de Al Green y Ann Peebles. Además ha contado con una larga lista de músicos invitados de lujo comenzando por el gran Steve Cropper (Booker T. & The MG’s, Neil Young, Otis Redding). Además Angie Stone, Bobby ‘Blue’ Bland, Al Kapone, “Big Head” Todd Mohr, Felix Cavaliere y unos cuantos más. Además tampoco podía faltar su padre, Lonnie Brooks, en un disco tan especial. Ambos se marcan un buen instrumental con espectacular duelo de guitarras titulado ‘Twine time’. Antes abren con la genial y divertida ‘Show me’ de Joe King Carrasco, pero junto a un Steve Cropper con sus riff maestros y con un órgano estupendo. El conjunto se acerca al sonido de Booker T. & The MG’s para bien. ‘Doing too much’ se acerca la rock de los ZZ Top con los punteos de Todd Mohr. El tema titular es una gozada calmada junto a Al Kapone con guapo ritmo y geniales punteos. Angie Stone se sale en el clásico y tórrido soul ‘Give me your love (Love song)’ del “SuperFly” de Curtis Mayfield que con su caliente narración también recuerda a Isaac Hayes. Siguen con soul sedoso y sensual con dosis de funk sexual a lo Marvin Gaye en ‘Give the baby anything the baby wants’. Pero tampoco faltan los buenos temas propios como prueba el buen blues eléctrico ‘Come on up’ junto a Felix Cavaliere y Lee Roy Parnell. Buena despedida también con otro emocionante lento como ‘When I was we’. No podemos acabar esta reseña más que con el habitual deseo. ¡Ojalá que no pasen otros 10 años hasta que nos entregue un disco de esta categoría y resultados!
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