Texto: Txema Mañeru.
Descubrí al gran Blind Willie Johnson debidamente con el magnífico ciclo de películas sobre el blues que hizo Martin Scorsese. Antes ya había escuchado en otras voces algunas de sus canciones más míticas y legendarias, tales como ‘John the Revelator’, ‘The Soul of a man’ (la que tituló su película) o la desgarradora ‘Dark was the night, cold was the ground’. Luego me adentré en su figura y comprobé que era uno de los más grandes y digno de poner a la altura de Robert Johnson, Willie Dixon, John Lee Hooker, Howlin’ Wolf, Elmore James, Big Bill Broonzy o Muddy Waters.
Parece que son bastantes más que Martin Scorsese los que aprecian la enorme valía de este pionero del blues. La prueba la tenemos en el magnífico plantel que rinde tributo a su legado. Por cierto con mayoría absoluta de artistas blancos. Así tenemos entre los implicados en “God Don’t Never Change: The Songs of Blind Willie Johnson” (Alligator / Discmedi) a Tom Waits, Lucinda Williams, Cowboy Junkies, Sinèad O’Connor, Rickie Lee Jones, Luther Dickinson, Maria McKee o Derek Trucks & Susan Tedeschi. ¡Casi nada! Claro que un tributo así sólo podía llegar con la firma de Alligator Records. Y en Alligator hace tiempo que cabe mucho más que puro blues como podemos comprobar si hacemos un breve repaso a sus últimas novedades. Así tenemos el disco de la consagración de esos sucesores de White Stripes y The Black Keys que son Moreland & Arbuckle y también el regreso, 4 años después de esa gran garganta soul que es la de Curtis Salgado con su fantástico “The Beautiful Lowdown”. Eso sí tampoco olvidan los nuevos nombres negros del blues eléctrico de Chicago como demuestra su más reciente fichaje, el diestro guitarrista y magnífico cantante Toronzo Cannon que acaba de publicar “The Chicago Way”. Pero tienes muchas más sorpresas y nombres consagrados en www.alligator.com y en www.discmedi.com.
Pero este “The Songs of Blind Willie Johnson” tiene mucha mandanga dentro y se merece que lo destripemos un poco más para todos vosotros. La producción ha corrido a cargo de Jeffrey Gaskill que en 2003 se encargó también del fantástico “Gotta Serve Somebody: The Gospel Songs Of Bob Dylan”. Allí lo bordó y aquí lo ha vuelto a hacer. Además la presentación es excelente con un exquisito libreto de 20 páginas en el que vienen unas acertadas explicaciones de Gaskill. Pero es mucho mejor el extenso ensayo sobre Blind Willie hecho por Michael Corcoran.
El asunto musical también comienza ya de manera inmejorable. Ni más ni menos que con Tom Waits y un sublime y arcaico ‘The soul of a man’. La cosa todavía mejora en el claustrofóbico y con percusiones tribales ‘John the Revelator’. El otro artista que repite viene a continuación y es la gran Lucinda Williams que con su banda se muestra acertada en ‘It’s nobody’s fault by mine’ y mejor aún en ‘God don’t never change’ con gran guitarra de su habitual Doug Pettibone. Derek Trucks y Susan Tedeschi bordan ‘keep your lamp trimmed and burning’ ayudados por excelsos coros. Echaba de menos a Cowboy Junkies y me han cautivado con la espiritual ‘Jesus is coming soon’ usando hasta un fantástico simple del propio Johnson. Sorprende una única representación negra pero The Blind Boys Of Alabam lo bordan también con el lado más góspel y muy bien ayudados por la slide guitar de Jason Isbell (ex Drive-By Truckers). Bien Sinèad O’Connor y mejor aún Luther Dickinson featuring The Rising Star Fife & Drum Band con flauta arcaica, percusiones y su slide. Maria McKee se lo hace sola y genial en plan góspel con ‘Let your light shine on me’. También emociona el cierre en plan desnudo con guitarra (y luego vientos) y la voz de Rickie Lee Jones. ¡Maravilla absoluta que se pasa en una exhalación! ¡Claramente de los mejores, más completos y llenos de devoción discos tributo del nuevo milenio!
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