Texto: Txema Mañeru.
¡Hubo un tiempo en que The Offspring eran una salvaje y auténtica patrulla punk! Todos sabemos que su explosión definitiva llegó con “Smash” en 1994 y con más de 16 millones de discos vendidos. También está bien considerado, con lógica, su “Americana” del 98. Tras él una larga travesía por el desierto y un cierto y, quizás, merecido olvido. Para mí nunca fueron tan grandes como Green Day, Bad Religion o Pennywise.
Pero antes de la explosión de “Smash” entregaron sus dos discos más crudos, sucios y punk. El “Ignition” del 91, ya con la firma de Epitaph Records que marcó su definitiva explosión y un debut homónimo del año 89 que es que ahora reedita con acierto Universal. Esta reedición viene por cierto acompañada de la del álbum clave de la mejor banda post-grunge de la historia, los sudafricanos Seether. Demuestran con su mejor disco, “Karma And Effect”, y singles como ‘Remedy’, porque están considerados como la mejor banda de grunge fuera del fenómeno Seattle y de los 90, para algunos junto a Nickelback. Esta canción es puro Nirvana y se acerca hasta a la voz de Kurt Cobain en ella. Pero hay otros singles como ‘Truth’ o ese ‘The gift’ que también a ritmo lento oscila entre Nirvana y los más emotivos Pearl Jam. ‘Plastic man’ es otra prueba de su sensibilidad y esta reedición debiera ser una buena excusa para recuperar un gran disco de una buena banda que pasó desapercibido aquí en su día.
Pero volviendo a “The Offspring” diremos que salió en su propio sello inicialmente sólo en vinilo. Ahora lo tenemos de nuevo en compacto y se aprecia que Holland, Kriesel y Noodles llevaban auténtica rabia en sus venas. En su temática temas críticos como ese ‘Jennifer lost the war’ para empezar el disco con rabia punk y un buen estribillo además de explosivos punteos. En 'Out on patrol' tenemos un ritmo trepidante y más melodía en la voz. La mala leche y la fuerza de los mejores Dead Kennedys surge en ‘Demons’ o en ‘Blackball’ que también encantará a los seguidores de los mejores Bad Religion. En 'Tehran' suenan marciales y agresivos realmente. Cierran con los temas de su primer single del 86, el ya citado ‘Blackball’ y un ‘I’ll be waiting’ con su inicio más pop que ya presagiaba lo que vendría después, pero que luego se enzarzaba en un despliegue de potencia de puro punk. ¡Un disco a recuperar y esperemos que desde Universal tenga también la idea de hacer lo propio con “Ignition”!
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