Javi Fermín: "Soy un Antiguo podría ser la banda sonora de un Musical de la Gran Vía madrileña o Broadway"


Texto: Carlos Molina.

Al frente de Belladona el donostiarra Javi Fermín se casó un más que interesante disco con sonidos de rock de los setenta y ochenta. Para su debut en solitario ha apostado por algo muy distinto… muy difícil de encontrar en nuestro país… y flipante. El título lo dice todo, “Soy un Antiguo” (producido además por el gran Paul Hoyle).

Hola, Javi. Antes de ir a este “Soy un Antiguo”, vamos a repasar tu carrera “antigua”, comenzando por tus primeros pasos musicales. ¿Cuáles fueron los primeros discos que te marcaron, y los primeros proyectos musicales en los que militaste?


Eso viene de muy lejos, de cuando era un niño. Recuerdo que estaba más interesado en la música que citaban los padres de mis amigos que la que gustaba a mis propios amigos y la gente de mi edad. Tengo grabado en la memoria escuchar a los mayores hablando de Radio Luxemburgo que se emitía desde un barco… todo aquello fue configurando en mi mente infantil un imaginario casi mítico: hablaban del “swing” y de las “big bands”, citaban a unos tales “Beatles” que yo no conocía de nada, y despertó en mí la necesidad de investigar para saber más sobre todo aquello. Hasta que una mañana, muy pequeño, encontré en un armario de mis padres un disco doble de los Beatles, “Love Songs”, lo recuerdo perfectamente. Lo puse y sonó ‘Michelle’. Aquello me volvió adicto a esa sonoridad, a ese sabor, a ese estilo musical que se basaba en la pura fuerza de las canciones, de la composición… A partir de ahí fui descubriendo otras cosas que en cierto modo tenían relación con aquel primer impacto Y encontré a Bee Gees (que son mucho más que “Fiebre del sábado noche”), Beach Boys, Elton John, David Bowie, Harry Nilsson, Van Morrison y más tarde, Sting, Prince…En general, me enganchan los grupos y cantantes que componen sus propias canciones. Cómo no, adoro a los grandes compositores americanos como los Gershwin, Rodgers & Hammerstein o Cole Porter que crearon obras maravillosas que aún perduran. No me olvido de los grandes compositores hispanos, latinos o españoles como Joan Manuel Serrat, Augusto Algueró, Manuel Alejando o Antonio Vega, con los he crecido y aprendido. Adoro el jazz vocal con Billie Holiday a la cabeza, aunque me emociona la perfección de Ella Fitzgerald y me gusta hasta la lágrima Cassandra Wilson…y, aunque algunos le llamen “blando”, me encanta Chet Baker. También escucho muchísimo jazz instrumental. De este género hay discos que directamente me obsesionan como “A Kind Of Blue” de Miles Davis o “A Love Supreme” de John Coltrane. Por supuesto, los “crooners" como Frank Sinatra o Tony Bennet, pero también Bobby Darin que además de cantante, actor y showman era autor de muchas de sus canciones de éxito. Por otro lado, sin ser grupos o cantantes concretos, me ha influido muchísimo el género Musical. Recuerdo que otro de mis descubrimientos infantiles fue un disco de “Jesus Christ Superstar" de Andrew Lloyd Weber, que pasé horas escuchando. Y luego “Los Miserables”, “Cabaret” u operas rock como “Tommy”, “The Wall” o más actualmente “Moulin Rouge” me mueven y conmueven completamente y, como digo, han sido una gran influencia para mí… ¡Cómo puedes ver, todo “músicas modernas!

Respecto a tu experiencia en Belladona, ¿cómo recuerdas la trayectoria de ese combo, y cuáles consideras que fueron los mayores logros que conseguisteis con él?

La recuerdo con cariño. Fue un periodo de aprendizaje que sin duda me ayuda a gestionar la apuesta actual. Pensándolo con perspectiva, entiendo que no supe explicar al resto lo que pretendía y tal vez no teníamos los mismos objetivos; eso hizo, en parte, que no funcionase, porque era un gran grupo. Pero creo que todo lo que se hace en la vida te sirve de algún modo y te lleva hacia el siguiente paso. En ese sentido, no puedo entender Javi Fermín como solista sin Belladona. Lo peor de aquella experiencia me ha hecho mejor para ésta. Al revisar nuestro único álbum, (GP Records, 2011) encuentro piezas que, arregladas de otro modo, perfectamente se podrían incorporar al repertorio de ahora. Eso significa que había buenas canciones y esa es la gran aportación de aquella etapa.

Belladona bebía del rock de los 70 y 80. Con “Soy un Antiguo” miras mucho más atrás. Hay gotas de swing (‘Soy un Antiguo’), jazz (‘Juan y Remedios’) o pop-rock (‘Bailando con la luna’), hasta toques de cuplé (‘El caso de la esposa infiel’). ¿Cómo te da por pegar este cambio sonoro al iniciar esta nueva andadura musical?

Qué gracia lo que comentas del cuplé. Me encanta. Si te parece empiezo por ahí: Con ‘El Caso…’ queríamos lograr un tema que atrapase por la historia y que no dejase de sorprender en todo su desarrollo. ¡Y son más de 5 minutos! Como si fuera un número de Musical. Es un tema que me encanta, y adoro el resultado del disco. Piensa que cuando lo compuse era, en esencia, un bolero. Por eso te digo que me ha hecho gracia lo del cuplé. La heterogeneidad del disco viene dada porque en él está volcado todo lo que me gusta, todas esas influencias de la que hablaba antes. La “prueba del 9” para seleccionar los temas estaba en que cada canción fuera “relevante”: que contase una historia con cierto valor literario, que tuviese una parte musical que enganchase y fuera efectiva para el público, en vivo y en la grabación. Que la canción moviese, en definitiva. En ese sentido hay soul, swing, atmósferas jazz como dices, pero todas las canciones son “cantables” y muy asequibles para públicos muy diversos. Un periodista dijo en otra entrevista que “Soy un Antiguo” podría ser la banda sonora de un Musical de la Gran Vía madrileña o Broadway. Creo que es una muy buena definición.

Me gusta mucho la luminosidad de canciones como la popera ‘Canciones para Olvidar’ (valga la contradicción con el título) y el intimismo de otras como ‘No dejes que el sol se te escape’, así como la grandiosidad de ‘Vivir hasta morir’, con retazos souleros. Se trata de un álbum muy confesional. ¿Te ha dado muchos dolores de cabeza terminar de darle forma?

Muchísimas gracias por tus palabras. La verdad es que no fue especialmente doloroso. Me he mirado hacia dentro y lo he puesto sobre el papel. Nada más. No entiendo escribir de otra manera. Lo que digo ha de ser verdad. O por lo menos “mi verdad”. Porque casi siempre hablo de mí. ¡Al fin y al cabo, soy la persona que más cerca tengo! Pero pasa una cosa curiosa: excepto si se trata de una canción amor (‘El Mundo Huele A Nuevo’) o de una fabulación (‘El Caso De La Esposa Infiel’) siempre escribo en segunda o en tercera persona. Supongo que es una técnica para tomar distancia de cuestiones dolorosas, un modo de acercarme con tiento a mis lados oscuros o de reconocer y aceptar las partes erróneas de mi personalidad: describirlas como si se tratase de otro. Este recurso es especialmente notorio en ‘No dejes que el sol se te escape’ que mencionas, ‘Todo el mundo puede cambiar’ o ‘Bailando con la luna’. Son excepciones, ‘Volví a nacer’ donde hablo en primera persona sobre una experiencia evidentemente mía o ‘Soy Un Antiguo’ que es casi un manifiesto. Hay muchas chispas que pueden prender la inspiración. Para mí, el truco es tener esa sensibilidad encendida, preparada para que ocurran cosas. Y tengo claro que mi territorio son las canciones. Soy un autor. Las canciones son mi búsqueda. Es muy emocionante hablar con gente que me dice que se ve reflejado o reflejada en esta o esta otra canción. Me ha pasado varias veces desde que publicamos el álbum y no puedo imaginar un premio mayor.

Además es una apuesta musical con no mucho predicamento en nuestro país. ¿Destacarías algún proyecto o artista que consideres que transita por caminos sonoros similares al tuyo?

Creo sinceramente que “Soy Un Antiguo” si se conoce, mucha gente muy diversa podrá encontrar en él algo que le guste, es un álbum muy variado lleno de energía positiva y sobre todo, hay mucha verdad en cada una de las canciones. Y no hablo solo de música. Estamos en la era del contenido; ”Soy Un Antiguo” va e irá acompañado de otras propuestas que lo completen a nivel digital, audiovisual y de espectáculos en directo más completos e innovadores… No es un capricho, es el mundo actual y es el público quienes lo demandan. Y yo trabajo pensando en el público. En mi opinión, hoy más que en ningún otro momento de la historia cobra importancia el papel esencial de los artistas; que no es otro que entretener. Emocionar. Sorprender para lograr que la gente vuelva a por más. Para conseguirlo, hay que ofrecer algo más que “solo” música. Las “fórmulas de éxito” han muerto y cada día debemos reinventarnos para ofrecer cosas que enganchen.

Refiriéndonos a nuestro país, lo cierto es que no sigo a muchos artistas del momento actual. Fallo mío, tal vez deba ponerme investigar, porque seguro que hay gente haciendo cosas preciosas, pero lo que me llega de manera natural no logra engancharme demasiado. A nivel internacional, sigo bastante a Jamie Cullum que me parece un artista completísimo o una chica americana llamada Janelle Monae. Creo que Adele es uno de esos cisnes negros que solo surgen cada 30 ó 40 años y la difunta Amy Winehouse ha dejado obras maravillosas y una huella muy profunda en la historia del pop más sofisticado.


¿Cuándo comenzaste a componer los veinte temas con los que trabajaste para este álbum? ¿Estaban los cortes muy cerrados cuando empezaste a trabajar con Paul Hoyle, o hubo mucho tiempo dedicado a dotarles de ropajes?

Sí, el proceso fue largo. O mejor dicho: duró lo que debía durar. La fase de composición empezó en 2013 y se alargó hasta febrero de 2015. Fue en ese momento cuando me vi seguro y con material suficiente como para emprender la producción del álbum. Después contactamos con Paul Hoyle y comenzamos la preproducción del disco. Esta fase duró alrededor de 4 meses: Paul y yo trabajamos mediante sesiones de Skype y FaceTime, ya que él vive en Miami. Yo iba enviándole maquetas muy sencillas de los temas y él seleccionaba las canciones que consideraba mejores valorándolas desde el punto de vista de la composición. En dichas sesiones fuimos definiendo los arreglos, la instrumentación y carácter de cada tema en base al concepto global de álbum. Él me mandaba de vuelta maquetas más trabajadas de los temas aprobados a los que yo grabada la voz en un pequeño estudio portátil. Llegamos a “maquetar" 13 temas, hasta que finalmente nos quedamos con los 10 que componen el repertorio del álbum. Es importante en el proyecto lo que digo acerca de que “duró lo que debía durar” porque en todo momento y en cada parte del proceso, la mirada ha estado puesta en el resultado, no en lo que cueste llegar a él. Lo hemos hecho olvidándonos del tiempo, cocinado a fuego lento. Creo que eso es lo que marca la diferencia en “Soy Un Antiguo”: es diferente porque lo hemos querido ver en sentido global, cuidando al detalle lo que se propone musicalmente, el cómo se ha hecho y lo que se ofrece en directo. Y esto es así porque se ha hecho pensando en el público, que hoy es más exigente que nunca. ”Soy un Antiguo" es para aquellos que busquen lo genuino para sus opciones de entretenimiento, más allá de modas o tendencias.

El nombre del productor es una de las claves también de este trabajo. ¿Cómo conseguiste contactar con él, y qué éxitos de su dilatada carrera son los que más valoras?

Cuando el sello y yo hablábamos del modo de llevar a cabo el disco, estábamos 100% de acuerdo en que un proyecto así debía producirlo alguien con una visión muy concreta de la música. Alguien que hubiera vivido directamente las influencias de las que yo bebía, de lo contrario el resultado no resultaría creíble ni autentico. La visión “americana” de la música, de los arreglos y de la técnica de grabación de Paul le hacían el candidato perfecto. Además le interesó mucho el proyecto desde el principio y la conexión personal y artística fue muy rápida y positiva. Contactamos a través de una red social profesional, LinkedIn. Lo cual da una idea del tipo de proyecto que es “Soy Un Antiguo”, un modelo de producción artística, cultural y de emprendimiento del mundo actual. Y creo que así serán en el futuro muchas propuestas.

De Paul Hoyle valoro con gran respeto y admiración el conjunto de su carrera: cuenta con más de 300 álbumes a sus espadas como cantante de sesión, arreglista, músico o productor y por supuesto, es ganador de un Grammy un logro puntual en una carrera tan dilatada ante el que me descubro porque no es nada fácil entrar en esa “Liga”.

¿Y cuál es la aportación, por su parte, que más te ha fascinado?

Su aportación es inmensa. Pero lo que me ha enamorado es su carácter: es una persona alegre, amabilísima y sonriente que trasmite energía por cada poro. Es una de esas personas que hacen que todo sea muy fácil. Y desde luego, es apabullante su talento para arreglar voces, metales o cuerda…sus influencias, su profunda formación como músico han hecho que las canciones hayan tomado un cuerpo y una redondez extraordinarias. Su imaginación para rematar una composición cuando se llega a un callejón sin salida es impresionante. O sus recursos para armar la instrumentación de cada tema, gestionando la presencia de los distintos instrumentos hasta que resulta perfecta, justo a la medida del tema. Tiene la capacidad de poner todos sus talentos al servicio de cada canción para darle exactamente lo que necesita.

Por cierto, que no sólo hay que destacar la participación de Paul en este álbum, sino también la de una banda de acompañamiento formada por músicos de la calidad de Pako Diaz, batería, Paul San Martín, Piano y Hammond B3 y Sergio Villar, guitarras. ¿Qué resaltarías de cada uno de ellos?

Su talento y su talante, sin duda. Sobre todo esto último. Lo primero es como el valor en los soldados “se les supone” y talento hay por el mundo a raudales. Lo que considero más difícil de hallar es aglutinar a un equipo de personas que aúnen dicho talento con una personalidad tan abierta, positiva y proactiva. Me considero muy afortunado al respecto. Por eso la banda se llama “El Privilegio”. Ellos aportan, no solo su creatividad y su arte, sino que de ellos también aprendo y son mi “listón”. Es muy bueno trabajar con gente mucho mejor que tú porque me ayuda a mejorar y a ser más exigente.

Durante la grabación no se empleó ningún instrumento sintético y confiesas que las canciones se registraron en vivo. ¿Implicó todo ello que hubiera un buen número de horas de ensayo detrás, o esta exigente apuesta se desarrolló de manera más sencilla de lo esperado?

Fue muy natural. Pero eso fue posible porque todo estaba muy trabajado y reflexionado en preproducción, de antemano. Yo enviaba a la banda las demos trabajadas con Paul Hoyle y después poníamos en común el trabajo en el local de ensayo. De verdad que no fueron muchos ensayos. Porque la banda es absolutamente autónoma en las aportaciones de cada uno. Quiero huir como de la peste de ser impositivo en este sentido. De hecho, algunos temas se montaron en el propio estudio de grabación, por eso suenan tan “inmediatos”. ‘El Mundo Huele A Nuevo’ es un ejemplo de esto que te comento.

El disco ha salido bajo el cobijo de GP Producciones. ¿Qué destacarías de este sello?

GP Records es un sello independiente donostiarra del que puedo decir que se inventó a Javi Fermín. Y me explico: Al final de la etapa de Belladona, José Luis García, el director el sello, puso sobre la mesa la posibilidad de que yo hiciera algo como solista. Lo primero que hice fue pensar mucho si yo tendría algo que contar. Y para comprobarlo, enseguida me puse componer…resultó que logré un puñado de canciones con ciertas constantes de género y estilísticas, que fueron configurando un repertorio más o menos homogéneo. Es decir: aquello tenía sentido. En aquella primera aproximación ya surgieron temas como ‘Canciones para olvidar’, ‘Volví a nacer’ o ‘El caso de la esposa infiel’, por poner algunos ejemplos. Hablo de principios de 2013. Fruto de aquella primera etapa fue un EP con 4 canciones, “Episodio Piloto”, que sirvió para testar si la propuesta suscitaba interés. A partir de ahí, la historia de este proyecto se escribe encadenando muchos “¿por qué no?”: ¿Por qué no hacer un disco como solista?, ¿por qué no buscar financiación privada?, ¿por qué no contar con un productor de primer nivel?…etc… e ir paso a paso convirtiendo en realidad lo que al principio, en mi cabeza era solo una idea. Una idea, reconozco, muy ambiciosa, incluso un poco loca, porque podría haber salido fatal. Confieso que, en ocasiones, me ha dado cierto vértigo. Pero creo firmemente que solo las cosas que merecen la pena en la vida producen ese vértigo. Quiero destacar sobre todo el papel del equipo que rodea al que pone el nombre: hasta el momento más de 30 personas han trabajado en el proyecto y no puedo estar más emocionado y agradecido al respecto. Porque solo uniendo tanto talento podría llevar esto adelante. Creo muchísimo en la suma como medio para hacer grande una historia; muchos cerebros trabajando en sintonía producen una energía poderosísima, casi imparable. Por eso suelo decir que es “el proyecto en solitario más acompañado de la Historia”.

¿Tienes prevista alguna fecha para presentar en directo este álbum? ¿Crees que el enfoque del mismo (sonidos muy vintage, la pedazo banda, etc) te lo pondrán algo complicado a la hora de sumar fechas?

Sí, es una buena noticia de hace pocos días; estaremos en la previa del Jazzaldi de San Sebastián y, si todo se da bien, esperamos y deseamos subir al cartel definitivo de julio. La cita será mañana en la sala Altxerri de Donosti, donde haremos algo muy especial. En esta actuación, pondremos en práctica por primera vez lo que pretendo hacer en todas las presentaciones en locales de pequeño formato: que cada concierto sea diferente, adaptando el espectáculo a espacio al que vayamos para que sume a una misma narrativa. Te cuento: En concierto interpreto a un personaje, un “detective de canciones" que se dedica a recuperar músicas perdidas y puedo adelantar que solo esa noche, el Altxerri será “otra cosa”: será el Club donde el detective se esconde tras la identidad secreta de cantante, durante uno de sus casos.

Respecto a lo que mencionas de la dificultad para sumar fechas, verás: el show de “Soy Un Antiguo” es una propuesta muy completa que va mucho más allá de la música. Es más cercano a un musical muy entretenido, divertido y sorprendente en el que somos 12 personas en escena dando cuerpo a un guión con las canciones como hilo conductor. También está la versión “concierto”, sin actores ni bailarinas; en este formato somos 9 músicos en escena y el resultado es muy potente y fiel a la grabación. Pero mi idea inicial es que fuera un proyecto muy “formateable” para poder adaptarlo a espacios o necesidades distintas. Así que también funciona en formato reducido, con piano y voces, por ejemplo. Hemos hecho algún concierto según este planteamiento. Y es que creo que las buenas canciones han de sonar bien y “llegar” al público con pocos instrumentos. De hecho, puedo tocar cualquiera de las canciones del álbum solo una guitarra o con el piano y la voz. Hay algunos ejemplos en mi canal de YouTube en una serie que llamo “A solas con…” que pienso seguir alimentando. No tengo un formato favorito. Cada uno de ellos, tiene una energía y una función distinta y es muy emocionante aproximarse a las canciones desde ángulos distintos.

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