Fannie Lou Hamer: "Songs My Mother Taught Me" (Smithsonian Folkways / Karonte)


Texto: Txema Mañeru.

No cabe duda alguna que el sello Smithsonian Folkways Recordings es quien mejor recupera el legado de toda la música de raíces estadounidense. Lleva haciéndolo durante décadas y con miles de obligatorios títulos y artistas para quienes gusten de la mejor música tradicional americana blanca y negra. Darse una vuelta por www.folkways.si.edu es un placer si quieres encontrar excelentes trabajos de blues, folk, country, bluegrass y demás estilos. Aquí están distribuidos por Karonte quien también nos surte muy bien cómo puedes comprobar ya en www.karonte.com.

Lo bueno de Folkways es que además lo hace con cuidadísimas ediciones que recuperan el antiguo sonido pero con calidad y además añaden unos modélicos libretos repletos de interesante información y fascinantes fotografías. En este caso tenemos 32 páginas para conocer la estremecedora vida de Fannie Lou Hamer, un incansable luchadora por los derechos civiles de los negros que tuvo que recoger algodón siendo una niña y no pudo tener apenas educación. Luego de mayor la forzaron a una brutal histerectomía. Vamos que su vida ha determinado su manera de cantar el góspel y sus ganas también de luchar a través de sus canciones, propias o tradicionales. Una grabación y una artista así tenía que estar en la Colección de Smithsonian “African American Legacy Recordings” del Smithsonian National Museum of African American History and Culture.

Aquí se recogen grabaciones de campo puras y del año 63 a base de canciones que le enseño su propia madre, como indica el título, muchas de las cuales son tradicionales o populares. La abre un extenso ‘Precious Lord’ de Thomas A. Dorsey en la que le acompaña un piano. Ya desde aquí es normal pensar en la gran Nina Simone. Luego sigue con pureza total y con su voz a capella que resuena en estribillos como el de ‘Run, mouner, run’. Emociona en la emotiva ‘All the pretty Little horses’ que luego cantaría Bob Dylan. Dominan los temas religiosos como demuestra al encadenar las emotivas ‘Oh Lord, you know jut how I feel’, ‘I’m going down to the river of Jordan’ y ese canto de amor a Jesús que es ‘Jesus is my only friend’. La iglesia al completo le secunda en los radiantes temas finales. ‘Walk with me’, ‘This little light of mine’ con el alegre acompañamiento de palmas, su arenga a modo de pregón en ‘Mass meeting speech’ o el canto de amor al señor, ‘Certainly Lord’. Acaba con el blues de Robert Zellner ‘Woke up this morning’, llevado a su terreno y con la inevitable ‘Amazing grace’ de John Newton, pero que han interpretado muchos de los mejores artistas negros de todos los tiempos, con Mahalia Jackson a la cabeza. ¡Oír estas maravillas desnudas y al mismo tiempo leer la cruda historia de Fannie y de los USA en aquella época es una emoción indescriptible, sobre todo si te gusta el góspel!

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