Xoel: "Paramales es un disco colorido, moderno y enérgico"


Texto: Carlos Molina.

Lo ha vuelto a hacer. Y cuidado, que venía de un discazo del calibre de “Atlántico”. Xoel, ahora así, sin más añadidos, acaba de editar un nuevo trabajo, “Paramales”, donde mantiene las virtudes de su largo anterior y añade algunas novedades (esas pinceladas electrónicas) de las que sale airoso con sobresaliente. Después de piropos varios, comenzamos a charlar con el músico gallego.

El disco arranca con una ‘Patagonia’ a lo cantautor folk frugal en cuanto a letra, más desnuda respecto a la música hasta un in crescendo explosivo embellecido. Evocadora, muy evocadora, con un toque crepuscular. Comencemos a repartir aplausos, empezando por esas curradas letras, con uno de sus momentos cumbre en la minimalista ‘Yo Vi un Hombre Desaparecer’ en un disco ecléctico hasta en ese maravilloso, y nada forzado, juego con el castellano y el gallego en el ‘A Serea e o Mariñeiro’, donde también se combinan perfectamente instrumentos tradicionales y coqueteos rítmicos electrónicos. Hemos elogiado las letras pero, con respecto a la composición musical, ¿cuánto tiempo ha llevado la gestación de las canciones?

El mayor trabajo del disco se ha concentrado en la producción del álbum. Hemos insistido mucho en la estética musical y en el campo más experimental. Cuando haces algo nuevo y no cuentas con referentes directos, como es mi caso desde hace varios años, necesitas tu tiempo para probar cosas y poder equivocarte. Es más difícil llegar a algo que te convenza pero, a la vez, es más enriquecedor. Las canciones me salen actualmente de una forma menos intelectual y más salvaje, soy menos tiquismiquis que antes.

Sigamos. Te has comido y guisado la mayor parte de los instrumentos. Qué importantes se vislumbran los arreglos, que dan tanto color a un disco en el que pasamos de lo evocador de ‘Patagonia’ a una luminosa ‘Yo sólo quería que me llevaras a bailar’, con toque tribal no sólo en instrumentos, sino también en coros, capaz de arrojar brillo de sol a un día lluvioso. En ese sentido, imagino que ha resultado muy importante el tándem con Angel Luján, productor del disco. ¿Cómo resumirías su aportación al álbum?

Angel es muy responsable del alto grado de modernidad que tiene “Paramales”. Me ha animado además a probar con sonidos electrónicos sin la necesidad de emplear electrónica pura. En realidad, debería decir que me animó a arriesgarme y a probar más cosas. Me he sentido libre en todo momento, pero es bueno tener siempre cerca a alguien en quien confías.

Además, es muy meticuloso y ha terminado por aportar un gran sonido al disco. Y ha facilitado la creación del álbum con pequeñas cosas del día a día que me llevaría mucho tiempo resaltar, pero que a mi juicio también han tenido una gran importancia.

Album por el que también han pasado, entre otros, Andrés Litwin (Depedro), David "El Indio" (Vetusta Morla), Fernando Lamas, Roberto Lozano (Deluxe, Coronas, Corizonas)… Puedes presumir de amigos, ¿no?

(Risas). La verdad es que sí. Date cuenta que llevo en el mundo de la música mucho tiempo, con 17 años ya estaba girando. Con muchos de estos músicos tengo contacto desde hace veinte años. Soy solista, pero siempre me gusta contar con gente que considero que tiene mucho que aportar.

Hay cortes lánguidos (‘Antídoto’, ‘Caracoles’, ‘Almas del norte’), y otros más briosos o rockeros… aunque ricos en matices (‘Un año más’, con mención especial al tratamiento de tu voz, como en ‘Sol de Agua’), si quiere decirse así. Todos evocadores, y seguro que destinados a aportar muchas emociones en los directos. ¿Qué nos puedes adelantar del set-list que conformará la nueva gira que has iniciado ya? ¿Interpretarás todo el disco o te verás obligado a dejar alguna canción fuera?

Te puedo hablar con la experiencia de haber presentado hace pocos días el disco en Madrid… y no fue tarea fácil. Se trata de un disco con muchos detalles y me ha costado trabajar para llevarlo al directo. Somos siete tíos sobre el escenario y créeme si te digo que no sobra ni una sola mano.

Me ayuda contar con músicos que no son únicamente expertos en el manejo de su instrumento, sino que son productores, compositores, cantantes… gente incluso con proyectos musicales propios, con mentalidad de intérprete total. Personas como Miguel, de Maga, Charlie Bautista, Chopo, Lola…

Aun así, en el concierto de la Joy Eslava tuvimos que dejar una canción fuera: ‘Yo vi un hombre desaparecer’. A pesar de los ensayos no he conseguido todavía sacar el sonido de esa canción con la banda. Con las otras 12, aunque ha costado, sí lo he logrado.

¿Existe la posibilidad de que te veamos en Bilbao?

Mi intención es girar por toda España e incluso cruzar al otro lado del charco, combinando acústicos y bolos con banda. Quiero tocar a saco, y claro que me gustaría estar en Bilbao. Por el momento, en breve estaremos cerquita, en Santander, dentro del Santander Summer Festival.

Hay que destacar también la importancia de los coros, puesta de manifiesto de manera excelsa en cortes como las ya mencionadas ‘Patagonia’, ‘Yo sólo quería que me llevaras a bailar’, con un final con reminiscencias Beatles, ‘Todo lo que merezcas’, ‘Almas del Norte’…

Sí, aunque tengo que decir que en “Atlántico” ya fueron fundamentales. Consiguieron momentos mágicos. Así que los coros de Lola ya son como marca de la casa, y encima tengo la suerte de contar con ellos en los directos también. A mi juicio tienen que ver mucho con ese espíritu de los folklores, que existe desde la música gallega a la argentina, esos coros al unísono, cantando todos juntos.

“Paramales” es un disco con más luz que sombras. Incluso cortes que podrían haber caído en un lado dramático como ‘Antídoto’ o una ‘Todo lo que merezcas’, que fusiona pop (esas guitarras en su ecuador), copla o ranchera, reflejan una voluntad, cuando menos, de tirar hacia delante y no dejarse vencer. Entre tanta riqueza sonora y letrística, ¿puede ser ese uno de los puntales del disco, dotar a todo de un aura de positividad?

Cómo me gusta que digas eso. Y es que es así, totalmente, aunque para alguna gente no lo parezca y vean más tristeza o pesimismo. Mi impresión es muy distinta. Y es que además como persona me define también ese carácter positivo, el tirar siempre hacia delante, sorteando los obstáculos y saltando los muros.

Qué gran final de disco con ‘Ningún Hombre, ningún lugar’ y ‘Laberinto’, de nuevo intimistas pero con luz, especialmente en el animoso cierre de la última. Y qué decir de esa ‘La Casa hace ruido cuando no estás’, de barniz aflamencado en su arranque, sentida, doliente y una de las joyitas del disco. Es un tópico, pero ¿sientes estar ante tu gran disco?

Me cuesta mucho elegir entre mi discografía, de hecho me es imposible. Tengo que recurrir al tópico de que quedarse con un disco es como elegir entre uno de tus hijos… ¿Cómo vas a hacer algo así? “Atlántico” tiene ya cinco años y eso le confiere mayor profundidad. En mi caso supuso un cambio muy importante, marcó un antes y un después en mi carrera, pero también en mi vida. “Paramales” es quizás un álbum más sencillo y colorido, moderno, enérgico y más fácil de entender. Cada disco refleja una etapa de mi vida, quizás en un futuro, con perspectiva, pueda quedarme con alguno de ellos, pero ahora mismo no.

Siguenos en Facebook

Comentarios