Texto: Txema Mañeru.
Aunque a veces a paso cambiado un servidor ha ido elogiando cada paso, cada disco y casi cada canción de las muchas buenas compuestas por Leopoldo Mateos, líder indiscutible de Nudozurdo. La verdad es que les descubrí un poco tarde con su magnífico tercer trabajo de hace ya casi 4 años, “Tara Motor Hemra” (Everlasting Records / PopStock!). Me cautivó inmediatamente su peculiar y personal estilo y sus especiales y sensibles historias. Para todos aquellos que sienten algo especial por bandas como The Cure, Décima Víctima, Joy Division, The Church, Echo & The Bunnymen o Parálisis Permanente, eran una banda a seguir y a disfrutar. El relativo y merecido éxito de este disco hizo que al año siguiente Everlasting Records publicara un digipack con sus dos primeros discos y a precio de uno. Tanto “Nudozurdo” como “Sintética” contenían magníficas canciones que ahondaron mi pasión y devoción por ellos. Luego llegó su “Ultrapresión EP” con nuevos caminos a explorar.
Fue una magnífica idea también la de publicar hace dos veranos “Acústico” (Everlasting Records) con la gran producción de Brian Hernández (Aaron Thomas, El Guincho). Espectacular presentación y recuperación de los 3 temas más sonados de “Sintética” y de 7 de los que más amaban y les gustaban de “Tara Motor Hembra” en un cálido sonido acústico. Temas hermosos como ‘El diablo fue bueno contigo’ o ‘Prueba / Error’ subyugaban casi aún más. Algunos de ellos con brillantes arreglos de cuerda. En la brillante ‘Prometo hacerte daño’ con su impecable estribillo se notaba ya el amor y la nueva pasión de Mateos por los teclados que daban ya un nuevo colorido a algunos temas.
Pero ahora ha habido más cambios recientes e importantes aún. Leo se embarcó en un proyecto paralelo con el grupo Acuario en el que ha experimentado los dos últimos años y en el que los sintetizadores analógicos son parte esencial del sonido. Además se han incorporado a la batería Ricky Lavado (Standstill) que ha añadido cierta contundencia a algunos de los ritmos, antaño más fríos, de Nudozurdo. La producción de Karim Burkhalter ha acentuado este nuevo sonido y Nudozurdo parecen otros.
Puede que estemos ante un disco de transición y que Leo y los suyos ahonden en este sonido o regresen un poco a los modos más fríos de canciones anteriores. En todo caso estamos ante un disco a degustar y saborear con pausa y calma porque sigue habiendo excelentes melodías y buenas historias. Algo más animadas, generalmente, y algo más protagonizadas por los sintetizadores que por las guitarras, pero buenas canciones en general. Los sintetizadores llaman la atención muy bien respaldados por la guitarra acústica en el arranque con ‘Carpinteros del mal’. En ‘Felicidad réplica’ tenemos un tema más luminoso que antaño y un estribillo cercano a los más animados New Order. También ‘Bucles dorados’ presenta claridad y se adorna con toques de kraut-pop preciosista. El aroma al techno-pop de los 80 y el optimista sonido se desborda en ‘El grito’ con un estribillo preparado para bailarse. La preciosa historia de ‘No siento el amor y tu amor es falso’ está envuelta con esos sintetizadores analógicos para crear una melodía y un estribillo que puede encantar a seguidores incluso de Fangoria. La maquinal ‘Debo ser un robot’ me recuerda a los últimos Sidonie o a nuestros paisanos de Split 77. El final es magistral. Se titula ‘Los bárbaros / Cuando creas que ya esté aquí me habré ido’ y es quizás la más oscura y cercana a sus trabajos anteriores. Cuenta con el magistral cello de Pablo Moreno y la historia que cuenta es también para profundizar en ella.
También queremos resaltar la preciosa presentación en triple digipack y el estupendo libreto lleno de coloristas flores que enmarcan las letras de cada una de las canciones. Ahora habrá que ver como defienden este radiante y transformado material en unos conciertos en los que se podrá comprobar mejor los terrenos musicales por los que piensan moverse. También comprobaremos mejor cómo suenan los temas de sus primeros trabajos con esa mayor presencia de teclados. ¡En todo caso, mi enhorabuena por esa capacidad de evolución y por un destacado y diferente disco!
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