Texto: Txema Mañeru.
Nos apetece especialmente hacer hueco a estos artistas y a este estupendo disco por ser muy minoritario, pero estar repleto de calidad e historia. Y decimos lo de “historia” porque el nombre de Jarboe tiene un hueco fundamental en la historia de la música. Ella fue durante muchos años parte fundamental en la composición y en las voces de los ahora muy en boga Swans junto a Michael Gira. Hay que reconocer que en el último lustro los Swans han protagonizado algunos de los discos más impactantes y de los directos más contundentes que nunca hayamos podido oír y presenciar. Pero en los 80 también bordaron trabajos del entonces llamado after-punk, muy bien combinado con esencias noise. Una obra maestra en este aspecto fue el doble LP, “Childrens Of God” y en él la participación de Jarboe fue esencial.
No ha dejado de trabajar, aunque haya sido con una menor repercusión popular. Hasta tal punto que en las tres últimas décadas ha firmado más de 30 discos a su nombre y ha colaborado con más de medio centenar de muy heterogéneos músicos entre los que podemos citar a Philip Anselmo, Blixa Bargeld (Einstürzenden Neübauten), Billa Laswell, Jim Thirlwell (Foetus), Merzbow, PanSonic, Steven Severin, Alan Sparhawk (Low), Neurosis, Bill Rieflin (Ministry), A Perfect Circle, Jesu, Cobalt o Justin K. Broaderick. ¡Casi nada!
Ahora está colaborando con la también prestigiosa Helen Money que no es otro que el nombre de batalla de la maestra del violonchelo, Alison Chesley. Ella es una exploradora e investigadora de este instrumento y también lo ha puesto al servicio de propuestas en principio alejadas como las de los duros Russian Circles, Anthrax o Mono y ha girado junto a Joe Lally y los salvajes Shellac.
Y así en conjunto se han marcado este precioso “Jarboe And Helen Money” (Aurora Borealis) que ha salido en un precioso vinilo negro y con el que están inmersos en una gira europea en la que les acompañarán otros dos cracks del calibre de Alexander Hacke, de Einstürzende Neübauten y Danielle de Picciotto, de Crime & The City Solution. El disco arranca emotivo con una preciosidad íntima desde el título, ‘For my father’, con el chelo y la voz de Jarboe en primer plano. Es fácil acordarse de los discos en solitario de Nico, de los momentos más clásicos de John Cale y de los más reposados Swans. A pesar de utilizarse bastante electrónica en su confección el disco suena muy orgánico y la pureza de las voces y del chelo está bien preservada en muchos momentos. ‘My enemy, my friend’ es un instrumental inquietante para una banda sonora invernal al estilo de algunas de las facturadas por el ex Velvet Underground, John Cale. ‘Wired’ es, desde su título, más violenta y rock con crudas eléctricas que luego giran repetitiva e inquietantemente equidistantes entre los Swans y Spacemen 3. Me encanta la absoluta verdad que desprende ‘Truth’. Más calmada y dirigida por el piano y unos espectrales coros. Me recuerda algo al reciente “Ypres” de Tindersticks hasta que entra esa maravillosa voz que entronca con la más melódica Kate Bush. Para el cierre con ‘Every confidence’ tenemos más noise experimental tras un purificador chelo inicial de Helen Money. ¡Creo y ojalá que acierte que habrá más trabajos conjuntos porque merecen la pena!
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