Texto: Txema Mañeru.
El argentino Rodolfo Páez es mundialmente conocido como Fito Páez. Lleva ya más de tres décadas en el mundo de la música desde que empezara como músico del gran patriarca del rock and roll argentino que es Charly García (hasta San Bono le acaba de felicitar su cumpleaños). En el año 92 llegó a su cumbre musical y de popularidad con “El Amor Después Del Amor”. Por cierto que hace menos de un par de años sacó “El Amor Después Del Amor. 20 Años” (Sony Music) en formato de compacto más DVD en directo y con invitados de postín. Además está últimamente hiperactivo con un total de 4 discos editados en estos dos años. El pasado año publicó también “Yo Te Amo”. El caso es que ahora publica este urgente “Rock And Roll Revolution” que es todo lo contrario a ese anterior disco. Aquí prima el rock and roll… y el desamor. Aunque también es un disco de autoafirmación con verdades como puños y también es un homenaje a su maestro Charly García, a quien está dedicado el disco. Aquí el despecho e incluso los insultos corren por sus siempre destacadas y sinceras letras. Nada de mensajes crípticos ni ocultos. La cruda verdad, duela a quien le duela. A él también le duele lo que canta pero lo tiene que cantar. Hay muchas declaraciones de principios trascendentales y homenajes a la literatura, algo habitual en sus canciones. En este caso se pasean por las canciones Bikowski, Oscar Wilde u Osvaldo Lamborghini. Por eso es fundamental que en el guapo libreto que trae el digipack tengamos estas vitales letras, además de un extenso y destacado texto a cargo de Martín Rodríguez.
Pero también tenemos mucha música… y buena. Tras grabarlo en dos frenéticas semanas en Buenos Aires se fue a mezclarlo al Electric Lady Estudio de Nueva York con el experto Joe Blaney y se nota en los resultados. Un tema clave es su apocalíptica versión del ‘Loco’ de Charly García que es la única del disco y es salvaje r’n’r puro Charly con brutales guitarras eléctricas y con homenaje a los Rolling Stones y a los Who y Pete Townshend. Antes el disco también comienza con el tema titular y un sonido muy Jimi Hendrix. La letra ya empieza a hacer estragos y se oyen las primeras joyitas sobre su ex. Sorprende con ‘Muchacha’ y sus ritmos sintéticos ochenteros y espíritu más melódico que nos recuerda a Robert Palmer. ‘Tendré que volver a amar’ tiene una letra para ser estudiada para cualquiera que acaba de romper con su pareja. No hay rendición y hay rencor, pero hay ganas de avanzar y de volver a vivir. Tiene un apasionamiento y una intensidad muy “Dylanianas” con un sublime estribillo y su siempre destacado piano. En ‘Arde’ suena rítmico y funky para fans de su ex cuñado, Ariel Rot o para los que gustaban de las canciones de Nacho García Vega en Nacha Pop. Este tema está dedicado al líder difunto de Los Van Van cubanos, Juan Formell. También hay ironía y ritmo alegre en ‘Que te vaya bien’ con su aire al David Bowie de “Young Americans” o del “Let’s Dance”. El r’n’r brutal y las grandes guitarras realzan la cruda historia de ‘La canción de Sibyl Vane’, otra historia dedicada a su última pareja. En ‘Ella sabe todo de mí’ vuelve a brillar su piano en una onda también querida por Fito, cercana a Elton John o Queen. ‘La mejor solución’ es otro rock ácido en letra y música con agresivas guitarras y su órgano otra vez cercano a Bob Dylan. Aún le queda tiempo en la final ‘Hombre lobo (yo)’ para despedirse emotivamente con su piano y voz llenándolo todo sin necesidad de más. También tenemos aquí y allá sus apuntes Beatles. Nunca entendí porque no triunfó aquí como otros compatriotas como Ariel Rot, Tequila, Moris o Andrés Calamaro y Los Rodríguez. ¡Uno de los mejores discos de Fito Páez en su extensa trayectoria!
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